La crisis económica de España parece no tener fin. Atrás quedaron los años de apogeo, donde se veía a un país pujante, con altos índices de productividad y trabajo. Hoy, se ve a una nación completamente devastada por los problemas financieros que la aquejan desde hace ya varios años. Como dirían los antiguos: “no corre ni un duro por las calles”.

En caída libre
Las estadísticas marcan que entre los meses de enero y marzo de este año, el turismo de España, clave en el desarrollo económico, cuenta con 1.921.639 puestos de trabajo. La cifra no llega a los dos millones, mientras que en el primer trimestre de 2008 - cuando todavía no se había producido la debacle-, el sector turístico empleaba a 2.533.080 de personas. Es decir, se perdieron más de 600 mil vacantes laborales.
Por otro lado, en materia de desempleados, cinco años atrás no superaba el 10 por ciento, mientras que en la actualidad pasó de casi 250 mil españoles sin empleo, a más de 520 mil, es decir, un 116 por ciento más.

Sin solución
“La situación que se está produciendo es bastante alarmante. Se ha perdido mucho empleo y ha aumentado mucho la temporalidad y la precarización laboral. Se ha destruido un número muy alto de empresitas pequeñas de restauración, como bares, restaurantes o cafeterías, que han desaparecido”, señaló el secretario de Acción Sindical de la Confederación de Hostelería y Turismo de UGT, Santos Nogales.
El drama golpea y muy fuerte. Desde 2008 a esta parte, se produjeron cinco crisis dentro de la crisis. Esto significa que en distintos semestres fueron cerrando agencias de viajes, hasta superar las 3 mil. A todo esto se le agrega, la quiebra de Orizonia, que terminó de liquidar a las oficinas de Vibo.

Por comunidades
España es un país que tiene una marcada diferencia entre sus comunidades. Tanto social, como económicamente, cada una tiene su particularidad y algunas -como el País Vasco y Cataluña- prefieren apartarse del resto del país. Durante este período de crisis financiera, la comunidad que más ha perdido empleos fue Andalucía, pasó de más de 400 mil puestos, a menos de 290 mil. Por su parte, los catalanes también sufrieron graves consecuencias, como los valencianos y los propios madrileños.
Pero en las crisis también surgen beneficiados. En esta oportunidad, fueron los habitantes de las Islas Canarias, que crearon 5742 empleos, y las Islas Baleares pudieron mantener a