Desde el 6 de febrero, la Isla Grande tendrá un "aislamiento institucional" para viajeros internacionales. Deberán hacer cuarentena y esperar el resultado del segundo PCR.

A partir del sábado 6 de febrero, con tal de preservar la salud y mantener estable la situación epidemiológica del país, Cuba deberá afrontar un recorte en los viajes internacionales provenientes de Estados Unidos, México, Panamá, Bahamas, República Dominicana, Jamaica y Colombia, lo que significará que cada viajero que arribe del exterior directamente sea trasladado a los centros de aislamiento habilitados por el Gobierno de la Isla Grande y no para sus residencias habituales, las casas de sus familiares o bien los hoteles.

Entre los principales motivos de la decisión, según lo notificado por las autoridades, surgió un número considerable de casos positivos de COVID-19 autóctonos que se contagiaron por estar en contacto con visitantes de otros países.

La acción, denominada como aislamiento institucional, ya se aplicó anteriormente en la isla caribeña al inicio de la pandemia, y consiste en que cada turista se traslade directamente desde el aeropuerto a un centro de aislamiento, donde permanecerá hasta obtener el resultado de un segundo PCR que se toma al quinto día de estadía en Cuba.

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En paralelo, los extranjeros y cubanos no residentes que arriben a la isla serán aislados en hoteles designados, aunque serán los propios viajeros los que deban afrontar los costos de estadía y los gastos del transporte.

A su vez, el aislamiento de los cubanos residentes será en centros habilitados en las provincias y será sin costo, al igual que el transporte hacia el centro y el de regreso a su residencia una vez culminado el aislamiento.

Por último, es importante destacar que se mantiene suspendido el reinicio de frecuencias a Nicaragua, Guyana, Trinidad & Tobago, Surinam y Haití, y solamente se autorizará el arribo de vuelos sin pasajeros únicamente para transportar personas varadas en el país, extranjeros o personas residentes en el exterior.