El verano en Argentina es equivalente a un sol radiante, días interminables y un anhelo colectivo de aventura y relajación. A medida que el termómetro se dispara, las playas a lo largo de los 4700 kilómetros de costa del Océano Atlántico se convierten en los destinos más codiciados. Turistas de todos los rincones del mundo convergen en estas hermosas extensiones de arena para experimentar un paraíso costero sin igual.

La temporada alta, que abarca de diciembre a marzo, es testigo de cómo estas costas se llenan de vida y diversidad, atrayendo a viajeros de personalidades tan diversas como las propias playas. Vibrantes atmósferas de fiesta, un escape tranquilo en medio de la naturaleza virgen o una experiencia única en playas bien equipadas; Argentina tiene una amplia oferta para todos los gustos.

MAR DEL PLATA: LA MECA DE LA JUVENTUD Y LA FIESTA

¿Fiestas e infinita arena blanca? La combinación se encuentra sin demasiado problema en un rincón codiciado de la Costa Atlántica, a 414 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Mar del Plata, apodada “La Feliz” , hace estragos de diciembre a marzo con un pico de turismo único en búsqueda de calor, playas y diversión. Y, si bien Mardel recibe con los brazos abiertos a cualquier persona, la época estival es especialmente atractiva para todos aquellos que se deleitan con la adrenalina que solo brinda una buena fiesta nocturna. 

Por su parte, este destino las tiene todas. Las playas del sur destacan con algunos festivales liderados por figuras internacionales donde la música es protagonista y la jarana dura hasta altísimas horas de la noche, con el agregado de poder ver el amanecer sobre el mar. El centro también regala bares y boliches que se encienden cuando cae el sol, transformándose en el lugar ideal para grupos de amigos. 

 Playa de La Costa Atlántica.
Playa de La Costa Atlántica.

LAS GRUTAS: TRANQUILIDAD ABSOLUTA EN RÍO NEGRO

Un oasis de tranquilidad en medio del bullicio del mundo moderno. Las Grutas son sinónimo de playas de ensueño bañadas por un cielo despejado y acariciadas por las aguas más cálidas de toda la costa argentina, con una temperatura que ronda los 27 grados centígrados. Además, el condimento extra involucra acantilados que decoran la escenografía y bailan con los vientos para crear zonas de descanso perfectas. ¿De dónde viene el nombre de esta playa rionegrina? De las misteriosas cuevas de roca que se esconden cerca de los mantos de arena blanca. Imperdible para quienes quieran descubrir un secreto bien guardado para descansar rodeados de naturaleza.

EL SURF MARPLATENSE PARA LOS AMANTES DE LA ADRENALINA

Más de 40 kilómetros de costa seducen no solo a quienes disfrutan de darse baños en aguas cálidas, sino a aquellos que usan el mar como un estímulo para conectar con la naturaleza y desafiarse a sí mismos en deportes extremos. Las playas del sur son las más codiciadas por los aficionados: La Paloma, Waikiki, la zona del Faro entre Punta Mogotes y Punta Cantera Cuando sopla el viento, el Océano Atlántico está listo para brindar algunas de las olas más grandes del país. 

No por nada Mar del Plata es considerada la Capital Nacional del Surf: se pueden tomar clases para principiantes y expertos, alquilar equipos y hacer uso de las tablas para disfrutar las oleadas como corresponde. En los cabos que se forman las olas llegan a medir de 1,20 a 1,50 metros, mientras que en las bahías la altura disminuye. 

 Surf.
Surf.

A PURA NATURALEZA: LA PLAYA TURQUESA EN YUCO

Este rincón paradisíaco se encuentra a solo 29 kilómetros de la encantadora San Martín de los Andes, y es una verdadera joya escondida enclavada en el abrazo del Parque Nacional Lanín y el magnífico Lago Lácar. La naturaleza hace los honores de fascinar a quienes se acercan a sus costas, resultando en una conexión completa con el entorno natural que la rodea. El nombre de la playa lo dice todo: el agua es de un color esmeralda intenso, que combina a la perfección con los bosques de coihues que acunan la bahía y las montañas que se perciben de fondo. Un refugio lejos de las multitudes, un tesoro bien guardado que puede descubrirse a través de senderos únicos y baños entre algunos de los paisajes más majestuosos del país celeste y blanco.

PARA LOS CURIOSOS: PALEONTOLOGÍA, ARENA Y MAR EN PLAYA MAGAGNA, CHUBUT

Justo al sur de la desembocadura del Río Chubut se encuentra una playa que acuna a otras cuatro en el mismo lugar. El Faro, Bonita, Cangrejales Norte y Cangrejales Sur se unen en este rincón mágico repleto de sol, disciplinas náuticas y silencio para conectar con el espectáculo panorámico que se despliega. Pero no todo es arena y mar en Magagna. De hecho, es dueña de una peculiaridad que atrae a las personalidades curiosas que buscan un poquito más allá del disfrute propio del verano. 

A su vez, el telón de fondo del enorme acantilado de Playa Bonita propone las reglas del juego para lo que se esconde en sus arenas: fósiles de animales acuáticos y aves de la zona. Una mezcla de paleontología con el disfrute propio que se desprende de pisar una playa patagónica.