Cuba, un destino sin par
La Isla Grande es mucho más que música, tabaco y ron. Es una de las que tiene más personalidad e historia de todo el Caribe, donde se vive diferente al resto del mundo.
La cultura cubana es la mejor carta de presentación de la nación, una rica mezcla de herencias de diversas culturas que confluyeron en una sola. Sus costumbres y tradiciones son componente esencial de la identidad nacional, vale destacar las parrandas, guarachas y carnavales dejando en evidencia el espíritu festivo del cubano, los juegos de dominó con los vecinos o las fiestas de fin de año, donde no puede falta un buen lechón asado.
Al ser el mayor archipiélago del Caribe, formado por dos islas grandes (Cuba y la Isla de la Juventud) y por más de 4000 islas, isletas y cayos, cuenta con una gran cantidad de kilómetros de franja costera, con fascinantes playas idílicas de mucha diversidad, siendo Playa Pilar posiblemente la más hermosa, prácticamente virgen y protegida con las dunas de arenas más altas del Caribe.
La Habana es la ciudad más poblada y también la más turística, pero además de la capital, hay lugares que están en la mente de muchos pasajeros y no se puede dejar de visitar durante un viaje a la Isla Grande: el valle de Viñales, con sus mogotes y paisajes de escándalo, las kilométricas playas de aguas color azul turquesa de Varadero, la villa colonial de Trinidad, catalogada como ciudad museo o Cienfuegos, con sus joyas arquitectónicas.
Si se dispone de un poco más de tiempo, también es una linda experiencia bucear en las aguas de la Bahía de Cochinos con fondos marinos en los que abundan los peces tropicales, hacer senderismo entre las montañas y saltos de agua del Parque Nacional Topes de Collantes, escalar las montañas de la Sierra Maestra, una región con mucha historia y que cuenta con el punto más alto de toda la isla, o viajar hacia Baracoa, un paraíso natural entre ríos y montañas que enamora a todo el que la visita por sus paisajes, su gente y su autenticidad.
Sus cayos son paraísos terrenales que encantará visitar a todos los turistas. Cayo Coco rodeado de flamencos rosados, Cayo Largo del Sur con su aspecto virginal, Cayo Guillermo, Santa María, Jutías, Ensenachos y Las Brujas.
Sabores con ritmo
Si se habla de su gastronomía, la cubana es un reflejo de sus raíces, una mezcla heredada de varias cocinas que estuvieron presentes a lo largo del proceso de formación nacional, principalmente la española y la africana. Entre sus platillos tradicionales destacan la ropa vieja, el ajiaco, el arroz congrís, los frijoles negros, los tamales, la yuca con mojo y el picadillo a la habanera, entre otros. Y los cubanos, su tesoro más grande, se distinguen por ser bailadores, extrovertidos y muy trabajadores.
Si se está pensando en viajar a la isla grande, la mejor época para hacerlo es la temporada seca de noviembre a mayo, con un clima agradable, que es también la temporada alta para el turismo internacional. Y vale resaltar que, es una de las regiones más seguras a nivel mundial, con niveles muy bajos de criminalidad debido a una alta presencia policial y la prohibición de tenencia de armas, dónde los turistas suelen estar protegidos y no existe problemas de drogas o violencia en las calles.