El CEO de Sky Airlines analiza el desempeño de la compañía en lo que va del año y habla sobre el mercado argentino y las posibilidades que tiene a futuro.

Transcurrido el primer semestre de 2017, ¿cuál es el balance que hace de Sky Airline?
Nos ha ido muy bien. Estamos muy contentos. Los clientes respondieron muy bien a nuestra oferta. Inclusive, hemos podido transportar bastantes más pasajeros que el año pasado. 
 
Para lo que resta del año, ¿cuál es la proyección que tiene para la compañía?
Queremos reforzar la presencia que conseguimos en Argentina, y seguir creciendo. Claro. De hecho, si hablamos de lo que vendrá, desde el 3 de octubre vamos a empezar a operar el vuelo Santiago de Chile-Rosario. Asimismo, esperamos poder abrir aún más destinos, que nos permitan de esta manera contribuir a mejorar la conectividad entre ambos países. 
 
¿A qué factor le atribuye haber aumentado la cantidad de pasajeros transportados?
Primero, aumentamos la oferta: los pasajeros están volando más con nosotros. Por ejemplo, en el mercado doméstico, en lo que va del año hemos crecido cinco veces más que el mercado local. Y a nivel internacional, hemos crecido tres veces más.
 
¿Cuáles fueron las estrategias? 
En principio, considero que estamos ofreciendo tarifas muy competitivas para todas esas rutas. El precio es, al final, lo que más valora el pasajero. Un precio competitivo y un buen servicio. Y en nuestro caso somos capaces de ofrecer ambas cosas.
 
¿En qué rutas crecieron más?
Como era de esperar, las rutas más recientes. Por ejemplo, recién en el segundo semestre de 2016 incorporamos la ruta Córdoba-Santiago de Chile; al igual que Montevideo, que se dio en el mismo período. En 2017 sumamos a Mendoza como destino. No obstante, también nos ha ido muy bien en las rutas ya establecidas, como la de Buenos Aires-Santiago, Santiago-Lima (Perú). La primera creció un 15%, mientras que la segunda aproximadamente un 18.
 
Hablamos específicamente del mercado argentino, si bien aún no es algo concreto, es probable que varias Low Cost empiecen a operar en nuestro país.
Es cierto, sin embargo, al tener un transporte aéreo doméstico todavía muy inmaduro (¡hay muy poco!), Argentina es un mercado que tiene una tremenda oportunidad de crecimiento. Durante mucho tiempo –varios años- existieron demasiadas restricciones, de todo tipo, lo que ha impedido que el transporte en cuestión crezca, cuando a nivel regional ocurrió lo contrario. Ni hablar en comparación con Estados Unidos, por ejemplo. Por eso, hay una chance muy grande. 
 
Para usted, ¿qué factores afectan la rentabilidad de una compañía aérea en Argentina?
Ocurre que en Argentina hay costos muy altos, mucho más que en otros países de la región. Por ejemplo el combustible para los aviones está mucho más caro.  
Otra cuestión pasa por las tarifas mínimas establecidas en el país para los vuelos de cabotaje, que son más altas que la tarifa promedio que nosotros comercializamos en Chile para distancias equivalentes. De solucionarse el conflicto con la banda tarifaria, la cantidad de pasajeros se duplicaría en tres años, o menos.
 
¿Qué rol juegan los aeropuertos alternativos?
El costo de los aeropuertos en Argentina no necesariamente son mucho más caros de lo que puede ser acá, en Chile. Incluso, la tasa de embarque doméstica argentina es más baja que la chilena. El operar en un aeropuerto alternativo, en lo que refiere a costos operativos (espacio, oficinas, estructura, etc.) no resultaría un ahorro muy significativo.