Comenzó a trabajar en Turismo a muy corta edad. A los 13 años tuvo la necesidad de encontrar un empleo y el único rubro que le dio la posibilidad fue el turismo, específicamente, como cadete en la agencia de viajes a la que recurrían sus padres.  
Muy rápido pasó al departamento de Ventas y con escasos 17 años, con permiso de salida del país de sus padres, se llevó su primer grupo a Europa como tour conductor. “En realidad fui con 55 docentes jubiladas que en realidad cuidaban más de mí que yo de ellas”, confiesa.
Luego se radicó un tiempo en Holanda y al regresar trabajó en Kien, donde ingresó en el departamento de ventas y en pocos meses asume la Gerencia de Ventas adonde permaneció hasta unos meses antes de que cerrara la mayorista.  
Fue free lance, vivió en España, y en 1997 ingresa a la empresa, que entonces era solamente Fernández Robla que comercializaba el Hotel Los Pinos en Termas de Río Hondo, asumiendo la Gerencia Comercial tiempo después. En el 2003 se incorpora Tremun S.A. que era propietaria del Mirador del Lago y alquilaba otros hoteles en El Calafate y hace poco se conforma Tremun Hoteles, que es gerenciadora de sus propios hoteles, sumando a Los Pinos y los hoteles de El Calafate dos hoteles en Ushuaia: Los Acebos y Las Hayas. 

Los Pinos, es un hotel emblemático que le dio un giro a la hotelería en sí y al destino de Río Hondo, ¿cómo fue eso? 
Cuando entré a trabajar acá Los Pinos ya era un hotel de renombre, emblemático. En los años 50 era alojamiento de estancieros, políticos y de presidentes de turno. Esas familias patricias se escapaban en el invierno y se quedaban 3 meses. Y me cuenta Carlos Mauricio, que es uno de los propietarios y vicepresidente de la compañía Fernández Robla, que se acuerda de ver llegar dos o tres días antes al personal de servicio con los baúles, porque se instalaban por ahí 90 días en Termas. 
Una cosa muy linda: cuando entré al hotel todavía existían los mozos de guantes blancos, los carritos con toda la plata para servir los postres, era muy interesante. 
Fueron años duros porque era la época del 1 a 1 y al gente viajaba más al exterior, y como yo aportaba un know how importante de agencias de viajes y operadores, mi desafío fue hacer producir al hotel y comenzamos a hacerlo figurar en las programaciones de los mayoristas.  
Desde el 1998 al 2000 se hizo un cambio importante, pero aún así teníamos que  competir con los destinos del exterior que estaban muy accesibles. 
Fueron años de trabajo muy duro, de incrementar la cantidad de clientes hasta que en el 2002, después de la debacle del 2001, lo lanzamos como el primer All Inclusive de Argentina, ese fue el cambio radical en el hotel. Fuimos el primer 5 estrellas de la provincia y el primer All Inclusive del país.

¿Ahí ya abrían todo el año o sólo en temporada? 
No, que abrimos en verano este va a ser el cuarto año. Cuando yo entré abríamos en Semana Santa, cerrábamos; volvíamos a abrir para el 25 de Mayo y cerrábamos el 1 de octubre, que ya era un golazo. Después empezamos a abrir en Semana Santa, cerrábamos a mediados de octubre, después pasamos a fin de octubre, luego nos estiramos a la primera semana de noviembre y en un momento dado dijimos: “El hotel no cierra más”. 
En realidad sí cerramos, todos los años durante un mes de fin de noviembre a las fiestas de Navidad para que el personal se tome sus vacaciones y para hacer las obras de mantenimiento necesarias.
Para mí Los Pinos siempre fue el hotel de referencia de Termas, yo siempre digo que es como el hotel Llao Llao para Bariloche, como Villavicencio para Mendoza, como el Alvear para Buenos Aires o como Las Hayas en Ushuaia. Son hoteles emblemáticos en cada lugar que han quedado de la época de oro del 30 al 50 y que hasta tenían una misma línea edilicia con mucha madera, mármol, cerámica roja.
Con el cambio lo que logramos fue desmitificar Termas, porque el público de Termas siempre fue gente grande, y hoy el hotel, con el transcurso de estos 13 años de All Inclusive, es de familias, gente joven, y algún jubilado. Con la vuelta que le dimos al hotel lo transformamos en un Resort, que tiene 25 mil metros de parque, sauna, tenis, paddle, squash, fútbol 5, etc. 
Así fue como en 2002 cambiamos el nombre a Los Pinos Resort & Spa Termal, y todos los años fuimos modernizándolo. El hotel contaba con la misma cantidad de habitaciones que tiene ahora, porque el último agregado de habitaciones fue en el 78, pero en todos estos años fuimos remodelando todo el Sector Americano. Se hizo una nueva remodelación hace tres años en el Sector Colonial y este año reabrimos las 20 habitaciones del Mundial, a las que les quedó ese nombre por haberlas abierto durante el Mundial de Argentina. 
Se rediseñaron parques, el Spa es nuevo, sauna, jacuzzi, finlandés, área de piscinas, se hizo una pileta interna que no tenía. Todos los años se invierte mucho dinero en lo edilicio, y se incrementó con los años toda el área de recreación. Tenemos un equipo espectacular, hay un área de teenagers, otra de niños, y una de bebés. Es decir tenemos un área de “los pinos”, “los pinitos” y “semillitas”, para bebés de 45 días en adelante.
Tenemos un gimnasio espectacular todo sectorizado con una sala de cintas, otra de spinning, un gimnasio con pisos de madera para las clases. 

¿Y cómo es en cuanto a gastronomía?
La gente piensa: “Si es All Inclusive, es como el Caribe”, pero no es así. El Todo Incluido tiene la idiosincrasia de la comida nuestra, no tenemos bateas de comidas ni platos pre hechos. Lo único que es self service es el buffet froid y mesa de postres. 
Todo lo demás es a la carta y se pide en el momento. Se sirven cuatro comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena, más snacks de 7 de la mañana a la 1 de la madrugada, bebidas libres y nunca de dispenser, sino embotellada. No por nada venimos ganando desde hace años el quinto tenedor y con Trip Advisor hace tras años que somos elegidos como el Primer Hotel de Argentina y tercero en Sudamérica como Resort de Familia. 

¿Los ayudó que el destino haya tenido eventos de envergadura como el WTCC, el MotoGp el Dakar?
Somos un hotel referente y con nuestra extensión de temporada hemos logrado que comercialmente la ciudad reviva, ya que durante meses era casi una ciudad fantasma con comercios cerrados entre octubre y abril. Nosotros estamos hablando de una ocupación en verano de 300 pasajeros diarios, que para una ciudad como Termas es muy bueno. Eso habilitó a que otros hoteles quedaran abiertos. 
Un fenómeno particular es que durante el verano tenemos estadías de más de 15 días, más todavía que en invierno. El promedio anual por familia es de 9 noches. 
Y los eventos claro que ayudan a posicionar el destino y el hecho de que abra nueva hotelería de calidad nos súper favorece, porque uno eleva el nivel tarifario, el de servicio, por eso trabajamos como en los cruceros: cada dos huéspedes, un empleado. 
Invertimos casi el 35% de la tarifa en gastronomía. 

¿Y cómo están hoy los hoteles de Ushuaia?
Hace menos de cuatro meses que finalmente, después de dos años de trabajo, se concretó la adquisición de Las Hayas y Los Acebos. Se eligió Ushuaia por varias razones, pero a nivel comercial  creo que es la combinación perfecta para potenciar los hoteles de El Calafate, y con esto manejamos los dos destinos turísticos más importantes del sur, para el receptivo. El que sea el fin del continente, la ciudad más austral del mundo es algo que nunca nadie se lo va a sacar a Ushuaia. 
Ese era uno de los desafíos, y sobre todo apuntar a algo de muy buen nivel. Los dueños dijeron “si vamos por Ushuaia, vamos por lo mejor”. Las Hayas fue el primer Leading Hotel de Argentina, pero que se perdió y ya lo vamos a reflotar, y fue el primer 5 estrellas de Ushuaia. Y junto con Las Hayas compramos Los Acebos que era más nuevo, otra onda, moderno, más deportivo y con la mejor vista. 
Entrar en Ushuaia fue fácil porque contamos con todo el apoyo de los mejores operadores receptivos argentinos que nos compran los hoteles de El Calafate, donde trabajamos hace 12 años con los ABC del receptivo del país. Pero hay mucho por hacer porque tenemos una temporada mucho más larga que Calafate donde tenemos de abril a mediados de junio temporada baja, pero después julio a marzo temporada alta, distinto a Calafate donde la temporada alta es el verano.
Creo que vamos por buen camino, y con la colaboración de Gabriela Cardoner, Ejecutiva de Cuentas, estamos haciendo un trabajo de capacitación, de reincorporación de operadores perdidos que tenía Las Hayas, haciendo charlas, viajes, fuimos a Brasil, Chile. Estamos con una actividad muy grande en lo comercial y con una fuerte inversión. Un detalle: en estos pocos meses pasamos en TripAdvisor de tener 2 estrellas y media a 4 y media; y en Booking de una categoría de 5,6 subimos a 9,2.
Las Hayas entra en un Masterplan de renovaciones que es maravilloso, porque no va a necesitar cerrar y la gente no va a notar el trabajo. Se va a intensificar lo tradicional, y a modernizar lo necesario. La idea es no sacarle el emblema de hotel señorial, lujoso.  
Es importante destacar que el hotel está impecable, pero desactualizado. Lo que fallaba era el servicio, la atención.  
Sí se cambiaron los sommiers de las 97 habitaciones, se pusieron LED de 40” full HD, con Direct TV con 400 canales, caja de seguridad y frigobar. Luego se incorporó wi-fi y la telefonía. 
Se va a rediseñar el Lobby para hacerlo más cálido con un lobby bar, se recuperarán los salones para eventos y vamos a mantener la misma calidad de la gastronomía, que eso nunca se perdió. El desayuno es como el que se espera en un 5 estrellas con champagne, salmón; y en el Restaurante El Martial hemos elevado aún más el nivel de la carta pero manteniendo precios muy competitivos con cualquier restaurante del centro. 
Ya para la temporada hemos comprado las Sprinter para hacer los shuttle bus al centro de la ciudad sin cargo alguno, conectando también con Los Acebos, hotel que abriremos en los primeros días de julio. Estamos esperando una temporada buena.

¿Y en El Calafate? 
Seguimos con Calafate Parque Hotel, Mirador del Lago Hotel y Kau Yatún Hotel de Campo de 4 estrellas y el único 3 estrellas, Estancia Rincón del Calafate. 
Es importante mencionar a los responsables de cada producto: en Los Pinos está Gabriela Tossutti, quien tiene más de 30 años en la empresa, fue gerente general en El Calafate; en Ushuaia está Carolina Batalla y en El Calafate, Gonzalo Beltramo.

 ¿Qué es Tremun para vos?
Hoy es mi casa. Yo tengo una familia muy pequeña, mi pareja y un hermano, y en estos casi 18 años que tengo en la empresa se ha convertido en mis referentes. Es un lugar donde necesito venir. 
En lo personal tengo con los propietarios de la empresa una relación de amistad y son parte de mi familia. En lo profesional, trabajar en una empresa que en 18 años no ha hecho un quiebre, que no haya tenido un mal comentario y donde la gente que entra no se va más, es un privilegio.  
Amo el laburo que hago. Es lindo poder levantarte con ganas de ir a trabajar.