A lo largo de 26 años en la compañía ¿cuáles fueron los cambios más notables? 
Básicamente, progresión. Nosotros empezamos con una única marca: Royal Caribbean, que contaba con cuatro barcos y al día de hoy tenemos 23, y pronto serán más. Era una compañía pequeña con hermosos y magníficos barcos que pasaron de la Clase Freedom a la Oasis y a la  Quantum, y que cada vez agregaron más opciones para la gente. En nuestros barcos más modernos el pasajero se encuentra con la posibilidad de elegir lo que quiera. Contamos con tantas posibilidades de sitios para comer con una capacidad sorprendente para satisfacer a todos a bordo. Tenemos todo para cada familia, nuestro promedio de edad ronda los 40 años en este momento.   
Tenemos innovación, tenemos tecnología, crecemos rápidamente. En el Majesty of the Seas ahora ofrecemos el servicio de Internet más rápido de alta mar. Pienso que nuestras marcas siempre tienen ese factor sorpresa de darle al pasajero algo que no imaginaba que podía tener.
20 años atrás era impensable tener a bordo de un crucero una pista de patinaje sobre hielo o una pared de escalada.

¿Y en qué otros aspectos cambiaron?
Hemos diversificado la oferta de destinos. Nadie imaginó que podía pasar una noche en puerto, que es lo que estamos haciendo. 
Al hablar de todas nuestras marcas, de las que tenemos seis en la actualidad habiendo empezado con sólo una, mostramos un gran crecimiento.  
Pasamos de operar en el Mar Caribe a casi 400 destinos en el mundo. El nombre Royal Caribbean Cruise debe su nombre justamente a que en nuestros inicios fuimos la primera empresa en hacer sus cruceros por el Caribe. En 2001 pasamos a ser una empresa global y comenzamos a posicionar barcos en cada rincón del planeta, lo que es impresionante.
También las ofertas a bordo han cambiado desde el salón comedor a la opción de elegir el tipo de cocina que quiera el pasajero cada noche, pasando por la posibilidad de poder tomar un snack las 24 horas del día, todos los días de la semana. Nunca tuvimos lugares que atendieran 24 horas los 7 días, sí brindábamos room service todo el día, pero no existía la posibilidad de ir a un restaurante y sentarse a comer algo en cualquier momento del día, o buscar una pizza en medio de la noche...
Las exploraciones son otra innovación. Le damos la posibilidad a la gente de hacer lo que quiera en los puertos de escala. Tenemos una propuesta de excursiones en tierra, como siempre hubo, pero supongamos que algún pasajero quiere realizar un tour privado en la Argentina así que sólo tiene que llamarnos y nosotros se lo arreglamos. 
Realmente hemos cambiado el mundo de los cruceros, pero algo que hemos sostenido en todo este tiempo es el standard del servicio al cliente, no importa cuán pequeño o grande sea el barco en el que se navegue, el pasajero experimentará el mejor nivel de atención que nos caracteriza. Eso no cambió nunca.  

El haber modificado el sistema de horarios de cenas fijos para que el pasajero tenga libre elección ¿no le quitó algo de magia al momento del encuentro con los compañeros de mesa?
Cuando ordenamos los barcos de la clase Quantum quisimos modificar algunas de los tradicionales conceptos que regían en los cruceros, porque las cosas habían cambiado y debíamos innovar. De ahí que propusimos el concepto de Dynamic Dinning (cena dinámica) en que el pasajero puede decidir cuándo comer, con quién y qué quiere comer, porque nuestra pasión es proponer nuevas cosas y entendimos que había un buen número de viajeros a los que les gustaba la idea de este concepto pero que conviven con otros a los que les gusta la tradición de sentarse siempre a la misma mesa, con los mismos compañeros y a la misma hora, como grupos o familias; por eso actualmente nosotros ofrecemos las dos posibilidades. 
El pasajero puede optar entre el Dynamic Dinning o el sistema tradicional, pero este sistema está disponible solamente en los barcos de la Clase Quantum.

¿Qué cree que le depara el futuro a los cruceros?
Una de las cosas que no se ve en otros segmentos de la industria del viaje de placer es la combinación entre el destino y el sector hotelero. Vacacionar en un crucero es una enorme diferencia en sí misma y tenemos muchas oportunidades porque hoy menos del 12 o 13% de la población de los Estados Unidos vacaciona en cruceros, pero si uno lo mira en forma global ese porcentaje baja a sólo el 3%. Por eso a futuro hay una excelente oportunidad de crecimiento para todas las compañías de cruceros. 
Es una experiencia muy distinta a una estadía de 7 días en un resort o volar a diez diferentes países en diez días, es mucho más engorroso; pero también vemos un enorme crecimiento en el mundo corporativo que ve en el viaje en un crucero como una oportunidad para llevar a su gente y al mismo tiempo llevar a su familia a compartir el crucero con ellos. 
Los viajes en cruceros están para quedarse, eso seguro, nosotros sumaremos más y más barcos y todas las compañías crecerán en la oferta también y la industria crecerá tremendamente. No somos competencia, sino un proveedor de clientes para la hotelería.  
La ventaja de que un crucero llegue a cualquier país es la de ofrecer servicios a quienes viajan a bordo; y si tienen la infraestructura adecuada, (o la adaptan), pueden desarrollar su promoción turística y el turismo receptivo. 
Pongamos como ejemplo la Argentina que nos recibe en sus puertos y a los que les llevamos pasajeros a sus hoteles que gracias a eso prosperan, o las empresas que hacen tours dentro del país a los que les damos más trabajo, y eso mismo ocurre en todos los países a los que llegamos. Es una tarea de cooperación mutua. Es una sociedad que beneficia a las dos partes ya que como compañía de cruceros nosotros les proporcionamos los pasajeros que llegan a su país y el país les ofrece a los turistas sus servicios y productos. Eso no va a detenerse. 
Nuestra visión es a largo término y desde la presidencia de la compañía se  mira a diez o quince años hacia adelante para proyectarse.

En ese futuro se ve claramente que el mercado de los cruceros no alcanzó un techo, ¿se imaginan barcos más grandes, o más barcos en destinos desconocidos?
Creo que vemos una combinación de esas dos ideas. Porque el pasajero es distinto también y quien viaja en Celebrity o Azamara tal vez prefiera bajar en puerto a conocer el destino y pasar la noche en Mónaco por ejemplo, mientras que una familia se vuelque a viajar en el Allure of the Seas en donde tienen de todo para que cada uno de la familia se divierta.
Es cierto que la edad promedio de un pasajero, como dije al inicio, es de 40 años en la realidad es que ellos van desde niños de 6 meses de edad a 83 años y más, y barcos como el Allure o el Oasis permiten que cada uno tenga algo que hacer, que los abuelos descansen, sus hijos hagan alguna actividad y los chicos se entretengan en la piscina de niños y a la noche todos se junten como familia o si los padres quieren tener un momento tranquilo anotan a los chicos en el Adventure Ocean Program que los mantiene con actividades desde la mañana hasta la medianoche.
Las habitaciones conectadas se han pensado para contener hasta una familia entera toda junta; o las Suites familiares que alojan hasta 16 personas, por eso la combinación de habitaciones puede ajustarse a cada grupo familiar, ya sea que quiera mantener cierta privacidad o realizar más actividades en conjunto.
Una posibilidad que les ofrecemos a los pasajeros de Azamara o Celebrity, que no tienen la urgencia de regresar a su trabajo, es tomar un crucero de 7 o 10 días o en algunos de nuestros itinerarios pueden tomar dos cruceros de 7 días cada uno haciendo un viaje de 14 días visitando puertos totalmente distintos sin repetir los destinos de escala.
En el futuro los destinos van a multiplicarse, y los barcos van a aumentar su tamaño, porque sabemos que ofrecen mayores opciones, pero también entendemos que hay mucha gente a los que no les gusta ese estilo de barco y esa es la razón de porqué hemos vuelto a renovar el Majesty of the Seas, por ejemplo, un barco pequeño que no supera los 2000 pasajeros, pero también hay barcos enormes que transportan hasta 6000 personas y es importante poder tener esa diversificación de opciones para satisfacer a cada tipo de pasajero, al igual que contar con barcos como en Azamara que sólo reciben 600 huéspedes, o 300 parejas. Siempre tendremos barcos de todos los tamaños.

¿La compra de Azamara impulsó el cambio del tipo de pasajeros de Celebrity Cruises buscando gente más joven ya que el adulto ahora tenía una línea como Azamara Club?    
No, en realidad no, porque son pasajeros que buscan distintas experiencias. A bordo del Azamara el huésped tiene la posibilidad de hacer noche en varios puertos y viajar en un “barco boutique”, y además se enfoca más en los destinos que en el entretenimiento a bordo.
Celebrity Cruises es una marca de lujo moderno, así como Royal Caribbean es la marca familiar, por eso tenemos tres marcas para tres tipos de pasajeros bien definidos para cada una de ellas, aunque a veces uno tiende a que un mismo pasajero elija una u otra marca. 
Podemos decir que la familia con hijos chicos y adolescentes eligen las propuestas de una marca como Royal Caribbean; las parejas viajan en los barcos de Celebrity Cruises ya que su estilo se adapta tanto a parejas jóvenes como a gente mayor, y finalmente Azamara es para quienes ya tienen más tiempo para dedicarle a sus viajes y quieren vivir experiencias en cada destino con un ritmo más descansado.  
Entre los argentinos hay una gran cantidad de viajeros que eligen Azamara, pero también hay muchos que optan por Celebrity, al igual que las familias que se inclinan por Royal Caribbean. Además tenemos una excelente relación con los argentinos que se encuentran trabajando en nuestros barcos. Si hasta tenemos un Capitán!  

¿Qué destinos prefieren los argentinos?  
Los argentinos tienen algunas ventajas sobre otros viajeros sudamericanos en tema visas y eso les da mayor flexibilidad en la elección de destinos. Les gusta ir a Estados Unidos a causa de las compras, aproximadamente un 80% de los pasajeros viajan al Caribe y el 20% restante a Europa y el resto del mundo. 

¿Y del resto del mundo, que porcentajes tienen en sus barcos?
Llegamos a un 50% de pasajeros (siendo la otra mitad de Estados Unidos). Calculamos que en el 2015 vamos a completar los 4,2 millones de pasajeros al año, porque estamos limitados por la capacidad de los barcos que tenemos ahora, de esos, 2,9 millones son de Norteamérica. Del mercado internacional Asia-Pacífico tiene el mayor porcentaje gracias a la entrada de nuestros barcos a China; luego se ubican los pasajeros del Reino Unido, y en tercera posición se encuentran los latinoamericanos, incluyendo México y Brasil.  

¿Qué novedades habrá para Argentina?
Tenemos barcos de todas nuestras marcas viajando a Buenos Aires y eso seguirá siendo así. Argentina está en nuestros planes tanto como puertos de embarque o puertos de escala.