El Ministro de Turismo de la provincia de Misiones, José María Arrúa, nos cuenta acerca del desafío que implica fortalecer la actividad en toda la provincia para dejar de ser Catarata-dependientes.

Evidentemente es muy joven y se encuentra ocupando una importante cartera ministerial en una de las provincias argentinas en donde el turismo es fundamental. Por eso le pedimos que nos cuente cómo fue su carrera para ocupar este cargo.
Soy abogado y empiezo a incursionar en la política a través de la militancia. Formo parte de un proyecto político que se llama Frente Renovador de la Concordia de la provincia de Misiones que hace 13 años que está en el gobierno y que unió radicales, peronistas e independientes para comenzar a formar este proyecto de “misionerismo” como modelo de gestión y de gobierno.
Estuve ocho años vinculado al Municipio de Posadas, fui Director General de Cultura, pasé por la Secretaría General de la Intendencia y después por la Secretaría de Cultura y Turismo, y ahora ocupo el cargo de Ministro de Turismo de la provincia. 
Mi vínculo viene desde la Cultura, porque yo en realidad soy músico, toco el acordeón y el bandoneón; tuve muchos años un grupo musical y a través de ello me relaciono con el área y desde allí con el turismo.
(N. de la R.: Su vínculo con la música data desde los 5 años cuando recibió de regalo un acordeón y a los 6 años ya recorría los escenarios de cuanta chamameceada se organizaba en Posadas junto a su hermano mayor, Alberto).   
Ahora tengo 35 años y hace año y medio que estoy al frente del Ministerio de Turismo provincial. Cuando empecé era el Ministro de Turismo más joven de todo el país, y esa fue una de las frases que dije cuando me presenté en el primer encuentro del CFT, y quedó para siempre… y lo seguiré siendo hasta que venga otro más joven que yo! y está bueno que los jóvenes se involucren en la política y a través de la política en el sector turístico que es una actividad que día a día va cambiando y que va innovando. 
 
No debe ser una tarea sencilla el ser Ministro de Turismo de una provincia que tiene un ícono tan fuerte como Cataratas, porque hay que trabajar para  el desarrollo de toda Misiones, ¿no?
En realidad algunos lo ven como una ventaja, y me dicen bueno “vos por suerte no tenés problemas porque sos Ministro de Turismo de Misiones y Misiones tiene las Cataratas, y ya tenés a los turistas”, pero para el resto de los destinos ¿cómo se tracciona? Es un desafío. El famoso derrame turístico, es complejo, complicado, los servicios, la infraestructura, la capacitación, son cosas que todos los días están en agenda. 
De un tiempo a esta parte venimos desarrollando un concepto bajo la marca que se llama “Todos tenemos Misiones”, que es algo así como una marca paragua, publicitaria, porque Misiones por mucho tiempo fue Catarata-dependiente, que tracciona tanto y que está tan posicionado a nivel mundial, que en una Feria como FITUR en Madrid vino un holandés al stand de Argentina y decía “Cataratas, Sudamérica”, y si bien no sabía muy bien si era Argentina o dónde estábamos, el nombre estaba. Cataratas es un atractivo muy fuerte, y la posibilidad de ser una de las 7 Maravilla de la Naturaleza del Mundo nos dió un salto cualitativo y cuantitativo que nos permitió posicionarnos como uno de los destinos más importantes y más elegidos de la región.
Pero al mismo tiempo está el resto de la provincia y hay que ver cómo traccionamos la oferta turística, cómo poder empezar a ampliarla, y ahí está el desafío que tenemos en el resto de la provincia y de las provincias del Litoral. Por eso nosotros estamos trabajando mucho mancomunados con los ministros de Turismo de la región, armando este Corredor Ecoturístico, que nos va a posicionar. Si mirás el Nordeste de nuestro país tenes Iguazú e Iberá, dos de los destinos más fuertes. Y en función de eso hay que ver cómo unir todo y las hidrovías son un camino, así como la Ruta Jesuítica es otro.  Después con este corredor de humedales con el Bañado la Estrella en Formosa, Iberá en Corrientes y Moconá en Misiones llegando hasta Iguazú está generado un producto innovador, muy bueno…
 
Hablás de este proyecto de reflotar los cruceros fluviales…
También, pero son dos cosas paralelas, una es el Corredor Ecoturístico, que nosotros lo pensamos como s fuera la Patagonia Verde de alguna manera. Por otro lado, la hidrovía nos da la posibilidad de conectarnos navegando desde el Iberá hasta Posadas y de ahí a Iguazú, y pasar por la esclusa de navegación de Yacyretá, tal como hoy se puede hacer en el Canal de Panamá. Toda esa experiencia está ahí en nuestra región. Misiones tiene las posibilidades reales para hacerla, porque tiene los servicios, entiende y ya tiene la industria del turismo más instalada en la provincia. Y a partir de ahí habrá que ir traccionando todos juntos.
 
Mencionaste recién que Cataratas es una de las 7 Maravillas de la Naturaleza; hoy a seis años de aquella elección ¿cómo resultó la apuesta que hicieron con Brasil?
A nivel internacional nos posicionó muy fuerte. Como decía antes, hoy Cataratas es una carta de presentación de toda la Argentina, eso hay que decirlo con mucho orgullo, sinceridad y humildad. 
Personalmente creo que nos faltaba un segundo paso, el de la conectividad, cómo llegar a ese lugar, ya seas japonés europeo o ruso, y sepas cómo venir, cuál es la vía más corta. Eso nos faltaba. Las nuevas posibilidades de conexión dentro de Argentina, así como las que vamos a tener el año que viene, con un vuelo que nos acerque a Madrid, nos abrirá un mapa nuevo de posibilidades para nuestro destino, y a partir de Misiones, a todo el nordeste de Argentina.
 
Con respecto a la Ruta Jesuítica, que es un proyecto multi-nacional, ¿cómo está? 
Es un proyecto que involucra a Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina y es muy valioso para nosotros. Recordemos que Misiones se llama así por las misiones jesuíticas de la colonización española. Ya es una marca, y es tan fuerte como Cataratas. 
Nos enojamos cuando le dicen “ruinas” porque en realidad son las Reducciones jesuíticas que han quedado en pie pero que con el paso del tiempo fueron tapadas por la selva, y hoy tienen un muy buen nivel de infraestructura. Contamos con uno de los Centros de Interpretación más importantes de las misiones jesuíticas, en San Ignacio Miní. 
Junto con Paraguay y Brasil, más allá de la ruta internacional, formamos parte de los 30 pueblos originarios de esta gran región. Fue acá en Misiones donde se logró el objetivo de los Padres jesuitas de vivir junto a los guaraníes en forma armoniosa y eso es muy meritorio e importante para destacar. Un símil a Misiones puede ser la Chiquitanía boliviana, donde todavía conviven culturas vivas. La verdad que es un producto que nosotros queremos instalar para que vengan los turistas, pero también queremos que a través de este producto se conozca la historia y el origen de Misiones. Ese es el otro desafío y que por ahí no conoce de índices económicos, sino que conoce de identidad, cultural, regional y local.
 
En San Ignacio Miní se hizo un trabajo importante de puesta en valor, ¿verdad?
Sí, fueron muchos años de trabajo, primero para recuperación de los vestigios, luego en el año 2011 se inauguró un espectáculo de imágen y sonido,  y el año pasado el Centro de Interpretación jesuítico, uno de los más importantes en todo su recorrido. Hoy es un modelo que inclusive están viendo en el Parque Nacional Iberá y otros para replicarlo. Es una explicación en 4D, donde uno llega y los guaraníes se aparecen en escena (virtualmente ) para contar cómo vivían, luego aparecen los Jesuitas que cuentan que fueron enviados por la Corona y cómo era su trabajo, cuáles eran sus costumbres, y la importancia de la llegada del violín, porque la música fue la que rompió la barrera entre estas dos culturas tan diferentes. La música se convirtió en el idioma universal. 
Es muy rico para conocer, y quizás cuando alguien viene a Misiones lo primero que se le ocurre es ir a Cataratas, pero hay una  riqueza cultural muy grande en sus orígenes, cultura y religión que merecen que se conozca más. 
Además, a sólo 80 kilómetros de San Ignacio está Oberá, una localidad que tiene cerca de 60 mil habitantes y tiene 70 iglesias. Todos los credos conviven allí. Ahí gracias a  la multiculturalidad se hace la Fiesta Nacional de Inmigrante cada mes de septiembre. Es un lugar muy rico donde uno se cruza con la gente y ve esa mezcla de razas que se vive y se palpa de cerca. 
¿Qué otro destino habría que conocer?
A 100 km. de Oberá están los Saltos del Moconá, una falla del Río Uruguay, de 3km de longitud, que genera un paisaje único. Se puede apreciar, se puede navegar, ya se ha desarrollado la infraestructura necesaria para recibir al turista. 
La provincia de Misiones empieza a  tener una variada oferta de calidad con buena infraestructura y servicios y eso nos pone en un lugar muy interesante del mercado turístico y nos presenta como un “destino verde”. Lo dice el gobernador, y nosotros siempre lo repetimos, “el 52 % por ciento de la biodiversidad del país está en Misiones”. Acá no hay una sola planta de soja, y estamos muy orgullosos de eso. Quizás podríamos ser una provincia mucho más rica con plantaciones de soja, pero apostamos a la conservación, tenemos 700 mil hectáreas entre un Parque Nacional, Provincial y las Áreas Protegidas. eso es un tercio de la provincia. 
Eso nos presenta como un destino de biodiversidad, de ecoturismo. Gustavo (Santos) siempre nos dice, “Uds. son la Costa Rica de Argentina, pero con el valor agregado de las Cataratas”. Hoy hay que pensar qué oferta debe tener, hay que mostrar la provincia, y poder hacer esa experiencia turística en todo su territorio.
 
¿Cómo van a buscar a ese argentino que todavía no a vino a Misiones?
Nuestro mayor mercado es el turista nacional, e Iguazú (en realidad la provincia entera) es un destino que no conoce de estaciones, en mayo podés estar en la pileta y en julio podés estar en remera. Esa particularidad que tiene nuestra provincia hay que explotarla. Hace unos días hablaba con la gente de Chubut, y ellos estaban contentos porque largaban la Temporada de Ballenas e iban a poder trabajar los que hacen los avistajes, pero eso es sólo hasta diciembre, y acá tenemos productos todo el año. Eso hay que ponerlo en valor. 
Cuando uno habla con operadores, empresarios hoteleros o gastronómicos por ahí no miden eso, yo estoy tratando de que se entienda, por eso la importancia de apostar por las nuevas líneas áereas que vengan al destino, de hacer acciones de promoción conjunta. Esa militancia del turismo que estamos haciendo en la provincia, entendiendo que esto es una industria que genera muchos puestos de trabajo, que atrás de cada avión está el personal de tierra, azafatas, mecánicos, más camas para hoteles, más taxis, toda esa cadena que multiplica el turismo, creo que Misiones la empezó a entender y por eso estamos contentos, porque más allá del apoyo y acompañamiento de nuestro equipo de trabajo, contamos con el sector privado como la Cámara de Turismo de  la provincia, del Bureau de Convenciones, de FEHGRA, la AHT. Son todos sectores que no me puedo quejar, siempre estuvieron, en las malas y en las buenas. Está bueno que acompañen, que haya un equipo turismo. Por mucho tiempo fuimos sector privado por un lado y sector público por otro, ahora estamos empezando a ser privado más sector público. Es importante remarcarlo, decirlo, porque es un poco la forma que uno tiene que trabajar, yo no puedo ofrecer un paquete que nadie vende, no puedo invitarte a comer a un restaurante X a las cuatro de la tarde si está cerrado. Me parece que son cuestiones de sentido común, que estamos poniendo en valor, y en práctica. Y hay mucho esfuerzo por parte del estado provincial para que eso suceda, hay un esfuerzo de mucha gente que pone el hombro y trabaja, y sin dejar de mencionar a la gente que estuvo anteriormente, fijando las bases.
Antes de que llegue el vuelo inaugural de Andes visitamos la nueva torre de control del Aeropuerto de Iguazú, muy linda y moderna, pero lo único que le pregunté era si el aeropuerto estaba preparado para la llegada de 50 vuelos diarios, y me dijeron que sí, que está preparado para recibir 80. Eso es lo importante. Tenemos que empezar a preparnos, como se hizo con la torre de control, hay que hacerlo con el aeropuerto, con los restaurantes, con todo. Pero con responsabilidad, nosotros no vamos a correr un metro de nuestra barrera ecológica. Lo haremos con responsabilidad, somos custodios de esa biodiversidad, y es nuestro mayor potencial. El turista que viene a Misiones viene a buscar la selva, los árboles, el verde, los animales. Si nada de eso se ve esto desaparece, estaríamos matando la gallina de los huevos de oro.
 
Se habla mucho del proyecto de las 600 hectáreas, ¿qué es extactamente?
Las 600 hectáreas son un desarrollo turístico de la provincia de Misiones que es único, es un modelo a seguir, de las cuales 200 hectáreas están destinadas para los guaraníes (los pueblos originarios), divididas en tres aldeas; y después están los lotes que se entregan para el desarrollo hotelero con planes de manejo muy estrictos como que el techo el hotel no puede pasar la copa de los árboles. De las diez hectáreas que le dan a cada desarrollador sólo puede construir  una. Cada árbol que se va a sacar tiene que estar autorizado, con un estudio de impacto ambiental. Son hoteles que están en el medio de la selva y son lo que la gente viene a buscar. Hoy el mercado europeo se mueve y busca ese tipo de hoteles para descansar y estar en paz. Hoy hay quince hoteles, pero hay un potencial como para hacer 40 ó 50 hoteles. Estamos esperando más inversiones y así como tenemos este modelo vamos a empezar a hacer dos o tres más en el resto de la provincia, siempre cuidando nuestro patrimonio que es nuestra selva.