En un comunicado hecho público por el grupo turístico se anunció que se ha decidido presentar una solicitud de liquidación obligatoria de la compañía. Además, Thomas Cook espera que la Autoridad Civil en el Reino Unido inicie la repatriación de todos los clientes afectados. Se calcula que hay unos 600.000 en todo el mundo.

Peter Fankhauser, CEO de la compañía, manifestó: “Es un profundo pesar para mí y para el resto de la junta que no hayamos tenido éxito. Me gustaría disculparme con nuestros millones de clientes y miles de empleados, proveedores y socios que nos han apoyado durante muchos años”.

Por la mañana del domingo, accionistas y acreedores se encontraron en un despacho de abogados del centro de Londres en busca de una solución. La misma consistía en obtener 200 millones de libras para seguir operando y poder llevar a cabo la operación de cambio de deuda por acciones a finales de mes, con la entrada de Fosun como accionista principal, aportando 900 millones.

Al parecer, el Consejo de Administración de Thomas Cook mantuvo una reunión de emergencia y se tomó el acuerdo de cesar en las actividades, decisión que se tenía que comunicar a la Bolsa antes del inicio de la actividad hoy, lunes, por la mañana. Incluso a medianoche, el servicio de Twitter del mayorista seguía diciendo que “Thomas Cook opera normalmente en estos momentos. En cualquier caso, todos los viajes están garantizados por el sistema de seguros”.