El combustible sostenible para la aviación puede reducir las emisiones de carbono en un 80% en comparación con el combustible tradicional para aviones, pero actualmente cuesta casi el doble. Qantas trabajará con gobiernos y socios del sector privado para apoyar el desarrollo de combustible sostenible en Australia y en el extranjero para hacerlo más viable y aumentar la demanda en toda la industria.

La aerolínea también continuará reduciendo sus emisiones a través de la inversión continua en aviones más eficientes en combustible, operaciones más eficientes como el rodaje de un solo motor y una planificación de vuelo más inteligente para reducir el consumo de combustible.

De este modo, eliminará de su flota los Boeing 747 para finales del año 2020, como parte de su estrategia para reducir sus emisiones de carbono. Así, serán reemplazados por los B787, que queman un 20% menos de combustible en aviones de un tamaño similar. Además, el avión A321neo (LR) de Jetstar, que se unirá a la flota de la aerolínea el próximo año, usa un 15% menos de combustible que el avión que está reemplazando.

“Estamos invirtiendo 50 millones de dólares para desarrollar una industria de combustible de aviación sostenible en Australia. Sabemos por nuestros propios ensayos que la tecnología funciona, pero necesitamos llegar a una escala de producción donde sea práctica la sustitución”, asegura Alan Joyce, CEO de la compañía.

“Las preocupaciones sobre las emisiones y el cambio climático son reales, pero no podemos perder de vista la contribución que los viajes aéreos hacen a la sociedad y la economía. La industria ya ha recorrido un largo camino para reducir su huella y la solución desde aquí no es simplemente volar menos sino hacerla más sostenible”, explica Joyce.