Hacia 2015, las aerolíneas estadounidenses tendrán unos 200 aviones de 50 o menos plazas, muy por debajo de los 1.200 que tuvieron, dijo Michael Boyd, director general de la consultora Boyd Group International Inc. Más de 80 se desguazaron en 2010, indicó. "La siguiente escala es la fábrica de Budweiser, porque solo para eso sirven".
La división Comair de Delta puso de relieve este cambio con la medida adoptada el primero de septiembre de deshacerse de tres cuartas partes de sus aviones de 50 plazas después de haber sido la primera en utilizarlos en la década de 1990. Los aviones regionales casi duplicaban la velocidad de vuelo de los turbohélices, y con el petróleo a unos 20 dólares el barril operarlos era asequible.
La desventaja era cubrir los costos por alrededor de un tercio de los asientos en 737 de Boeing Co. Con el petróleo en 77,93 dólares este año, 39 por ciento más que en 2009, las líneas aéreas favorecen los aviones regionales que pueden transportar a 70 o más personas y volar con menos frecuencia, los turbohélices. La medida de Comair de desprenderse de 53 aviones CRJ-100 y CRJ-200 de Bomardier Inc., constituye un "movimiento de definición en el largo camino hacia el olvido de los aviones de 50 plazas", dijo Richard Aboulafia, analista de Teal Group en Fairfax.
El director general de Comair, John Bendoraitis, dijo a sus empleados que la aerolínea necesitaba "cambiar imperativamente de rumbo" con medidas que incluyen reducir la flota a 44 aviones para 2012. Antes de los recortes en la recesión el total alcanzaba 131. Los CRJ-100 más viejos de Comair promedian los 14 años, según Ascend Worldwide Ltd.. Los pasajeros y las líneas aéreas estadounidenses adoptaron los aviones regionales cuando Bombardier y Empresa Brasileira de Aeronautica SA ingresaron en el mercado en la década de 1990.
El uso de los modelos de 50 o menos plazas alcanzó su punto máximo en 2007 con 1.420 aviones desde 110 en 1997, según Ascend de Londres, que compila datos sobre flotas. Embraer y Bombardier, están vendiendo o proyectando modelos capaces de transportar a más de 100 personas, como parte de lo que Bombardier predice será un mercado global de 393.000 millones de dólares para aviones de línea de 100 a 149 plazas en los 20 años