A partir de las próximas semanas, el predio de la Dirección de Aviación Civil, ubicado en el aeropuerto local, comenzará a cambiar su fisonomía con la reconstrucción de su infraestructura y algunas obras complementarias que incluye dos helipuertos. 
El director de Aviación Civil, Jorge Azar, comentó que hace unos días se abrieron los sobres de licitación para una de las obras importantes con las que se mejorará el predio. 
Se trata de la recuperación de una edificación abandonada y en mal estado que se encuentra junto a la sede local, donde serán trasladadas las dependencias de Operaciones y del Departamento Contable, que actualmente se encuentran en un edificio distante a unos 200 metros de la sede, lo que complica la operatividad de esta dirección. 
Además contará con una sala de espera para pasajeros. Integrar el edificio Jorge Azar afirmó que “a este edificio no se lo va a demoler, por el contrario, se lo va a integrar. La idea es aprovechar los espacios existentes con una construcción moderna, con un diseño de buen gusto porque recibimos la colaboración de la Dirección de Arquitectura y de Planeamiento”. 
El plazo aproximado para la finalización de esta obra es de un año. “Se trata de una obra relativamente económica con aluminio y vidrio”, aseguró Azar y explicó que la sala de espera está pensada también para aguardar el arribo de funcionarios o visitantes destacados, invitados por el Gobierno provincial. 
“Esta es la primera obra de envergadura que vamos a hacer, porque veníamos haciendo reformas sobre lo ya existente”, destacó. Venta de aeronaves La Cámara de Diputados aprobó durante la sesión de ayer, un proyecto de ley del Ejecutivo provincial mediante el cual autoriza la venta directa de dos aeronaves de propiedad del Gobierno de la Provincia.
Reparan los hangares existentes El director comentó que se hizo reparaciones de los hangares ya existentes con presupuesto propio. “Al hangar 1 se le cambió el techo porque tenía una estructura de la década del ’40, las chapas eran de fibrocemento, estaba degradado y se llovía. Teníamos miedo de que un pedazo del techo se nos cayera sobre algún avión”, explicó. 
Dijo que se aprovecharon las paredes, las columnas y sacaron todo lo antiguo. Al piso, que era de un hormigón bastante viejo, lo repararon y reemplazaron por una cubierta con un mosaico arriba. 
También comentó que se recuperaron los espacios que se encontraban entre los hangares, para convertirlos en pañoles (compartimentos) destinados a salas de motores, repuestos, baños, vestuarios y sala de helicópteros.