La compañía Air Berlin se declaró en bancarrota después que su principal accionista, Etihad, quien posee el 29,2 por ciento del paquete accionario, anunciara el fin de su financiamiento. La aerolínea germana venía reportando pérdidas desde hace años y pudo continuar funcionando, justamente, gracias al aporte de capitales extranjeros y una reestructuración de operaciones.

Ante los temores de los viajeros de que pudieran quedar varados durante sus vacaciones de verano, el gobierno alemán anunció de inmediato un préstamo de 150 millones de euros (170 millones de dólares) para que la aerolínea pueda seguir operando.

“Estamos en una época en que muchas decenas de miles de viajeros se encuentran en lugares de vacaciones internacionales”, dijeron los ministerios de Economía y Transportes en un comunicado. “El regreso de estos viajeros a Alemania en Air Berlin no hubiese sido posible de otro modo”. Según la ministra de Economía, Brigitte Zypries, se espera que el dinero alcance para tres meses.

El sindicato dijo que era un “golpe grave” para los más de 7.000 empleados de la empresa. “Nuestra prioridad ahora es asegurar los empleos”, dijo la directiva sindical Christine Behle. “Air Berlin debe actuar con transparencia y dar toda la información necesaria”