Con el aumento de las tarifas aéreas, los viajeros actuales comenzaron a utilizar una práctica llamada Skiplaggning. Esta funciona cuando el turista reserva un vuelo más barato con una escala en un destino al que el viajero pretende ir, luego omitir intencionalmente el tramo final para asegurar una tarifa más baja. 

Si bien puede resultar tentado para algunos preocupados por los costos, la Alianza Mundial de Asociaciones de Agentes de Viajes (Wtaaa) destaca una realidad preocupante: los agentes de viajes son quienes, a menudo, soportan la peor parte de las consecuencias y enfrentan las sanciones por prácticas impulsadas por consumidores preocupados debido a los precios a los que acceden a través del canal de los vendedores. 

Director Ejecutivo de la Wtaaa, Otto de Vries.
Director Ejecutivo de la Wtaaa, Otto de Vries.

El director ejecutivo de la Wtaaa, Otto de Vries, señaló: “El skiplagging es un problema de larga data en la industria de viajes que no apoyamos, pero los agentes de viajes no pueden controlar el comportamiento de los clientes una vez que el viaje está en marcha”. 

Además, el encargado de la Alianza esclareció que si bien las aerolíneas han presentado casos legales infructuosos contra los consumidores que se saltan los vuelos, continúan emitiendo notas de débito (ADM), penalizado a los agentes cuyos clientes son quienes infringen las reglas de tarifas al no tomar un segmento de vuelos. 

Una encuesta reciente realizada por Passport-Photo.Online encontró que más del 64 % de los viajeros estadounidenses se saltan al menos el 25 % de sus vuelos anualmente, y esta práctica es cada vez más popular en la generación joven como forma de encontrar rutas más convenientes. 

Frente a esta realidad, De Vries señaló:Es hora de que las aerolíneas jueguen un juego claro en materia de precios sin grandes márgenes para los billetes de centro a centro en comparación con los destinos finales, lo que disminuiría el incentivo para saltarse los retrasos”.

Agentes de viajes de todo el mundo hacen un llamado a las aerolíneas

Si bien el skiplagging puede constituir una violación de los términos de la aerolínea, un caso judicial de 2019, en Berlín, desestimó el intento de Lufthansa de demandar a un pasajero por más de 2300 dólares en tarifas evitadas por esta práctica, ya que existía una dificultad de demostrar segmentos perdidos intencionalmente.

Sin embargo, según la Resolución 830a de la IATA, las aerolíneas tienen un camino más fácil para imponer sanciones a los agentes de viajes a través de ADM emitidos por el sistema del Plan de Facturación y Liquidación cuando los clientes de los agentes infringen las reglas de tarifas sin el conocimiento del agente.

“Las consecuencias son claramente desiguales, dependiendo de si el consumidor reservó directamente o a través de un agente acreditado que involuntariamente reservo un itinerario, alentando a esta conducta en nombre del cliente”, expuso el director Ejecutivo de la entidad, Otto de Vries.

Agentes de viajes de todo el mundo hacen un llamado a las aerolíneas

Wtaaa enfatiza que los agentes de viajes tienen el deber de asesorar a los clientes sobre los riesgos potenciales asociados con el skiplagging. Estos riesgos pueden incluir anular vuelo de regreso, perder beneficios de viajero frecuente, enfrentar acciones legales o que la aerolínea prohíba cuentas. Sin embargo, en última instancia, no deberían ser los agentes de viajes quienes asuman el costo financiero de las decisiones de viaje de sus clientes.

La Alianza Mundial de Asociaciones de Agentes de Viajes pide un diálogo abierto entre la industria aérea y los agentes de viajes para abordar el creciente problema del skiplagging. Este diálogo deberá centrarse en encontrar soluciones que protejan los derechos de los consumidores a tomar decisiones informadas y al mismo tiempo garantizar un entorno justo y sostenible en el que las agencias de viajes puedan operar.