De acuerdo a la Encuesta de Ocupación Hotelera, el segmento tradicional de nuestro país es una opción vigente.

De acuerdo a la última Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) elaborado por el INDEC, el total de plazas ocupadas en el primer cuatrimestre del año llegó a 19.300.000, con un crecimiento interanual de 4,5 por ciento. En tanto, el número de habitaciones vendidas se incrementó 4,1 por ciento al comparar el primer cuatrimestre del año pasado con el actual, y trepó a un total de 8.900.000.

Por otro lado, Cuyo y Córdoba se posicionaron como las dos regiones con mayor número de turistas hospedados en sus establecimientos hoteleros, seguidas por Buenos Aires y el Norte. Asimismo, del total de viajeros hospedados en el cuatrimestre, 6.200.000 fueron turistas residentes mientras que los extranjeros sumaron 1.500.000, en este último caso con un incremento de 5,3 por ciento en relación al mismo segmento del año pasado.

Lejos de la frialdad de las planillas de cálculo, estas cifras impactaron de manera positiva en la industria hotelera local. Con un tono medido, son varios los referentes que las celebraron. No es para menos. Y más si se repasa de un simple vistazo el contexto, porque a la nefasta carga impositiva (eterno reclamo de los hoteleros) se le suma ya, desde hace unos largos años, la competencia alternativa y en muchos casos desleal, la cual saca provecho/rentabilidad gracias al no aporte de contribuciones.

Porque claro, nadie está en contra del progreso, siempre y cuando haya reglas claras de juego, y que sean para todos por igual. Este mantra se repite a lo largo y ancho del país, pero el paradigma cambió, para bien o para mal, pero lo hizo. Las respuestas cambiaron, al igual que las preguntas y las estrategias a tomar. La adaptación se volvió una característica tan fundamental como esencial en los tiempos que corren. La adaptación, ese rasgo tan propio del empresariado argentino, se pone a prueba una vez más. Por caso, semanas atrás Mensajero retrató el caso de Bariloche, destino que se transformó en el segundo a nivel nacional con más camas comercializadas por la web Airbnb. En aquel entonces, Diego Piquín, presidente del Ente Mixto de Promoción Turística de la ciudad (EMPROTUR), manifestó su preocupación al respecto, no sin antes reconocer que era una tendencia a nivel mundial. Que era algo que excede tanto a Bariloche como a la provincia o a la Argentina. Es algo que vino, llegó para quedarse, se quiera o no. “Uno tiene que erradicar la ilegalidad o informalidad, para asegurar la integridad del usuario. Ahora bien, en este caso, como Airbnb u otras que puedan llegar a aparecer, que responden a una tendencia mundial de consumo, salir a ‘combatirlas’, o quedarme en un modelo único, no es el camino más sano. Hay que intentar entenderlas, ver cómo readecuamos el modelo”, reconoció.

Pero de este ejemplo se desprende uno de los posibles motivos por el cual la hotelería tradicional sigue siendo elegida por el turista local e internacional. Para el director rionegrino: “Yo tengo que promocionar los alojamientos habilitados, donde me aseguran que ese servicio que va a recibir el turista tenga las condiciones y las normas de seguridad necesarias, para que así pueda evitar cualquier tipo de imprevisto o inconveniente”.

No es competir

Bajo este marco, las opiniones se multiplican y disparan. La ocupación en la hoteleria crece desde hace meses, y es una verdad irrefutable. Ahora bien, los motivos o las razones que se esgrimen son variados y habilitan un nuevo debate. “La tendencia de crecimiento se fortalece, sobre la base de inversiones, calidad en los servicios, capacitación de los recursos humanos, diversidad en la oferta, innovación en los productos. Nuestro objetivo es consolidar la actividad para que el turismo siga siendo un gran generador de puestos de trabajo”, señaló el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos.

Con respecto a la aparición de nuevas modalidades de alojamientos, José María Arrúa, ministro de Turismo de Misiones remarcó que “lo bueno que tiene el turismo es que no debemos competir, si no que debemos complementarnos, creo que es ese el mensaje”. Y manifestó que, pese a esta mirada inclusiva, están pendiente de las plataformas que van surgiendo, y que las ve con buenos ojos, siempre y cuando sea para sumar.

Por su lado, Leopoldo Lucas, presidente Ente Municipal de Turismo Iguazú (ITUREM), cree que la vigencia del alojamiento tradicional se debe a la diferencia que marca todavía en relación a otra oferta: “Nosotros tenemos una oferta que realmente es parte de un atractivo turístico. Se le presenta al turista no sólo la posibilidad de alojarse, si no de vivir una experiencia de contacto con la selva, con los aromas, con los colores, las frutas, las flores, con el fresco de esa selva, con la posibilidad de abrir sus ventanas y estar disfrutando de poder desayunar mirando la selva misionera. Entonces, la idea es posicionarnos a través de una oferta diferente, maravillosa, donde el atractivo está en poder disfrutar de ese lugar. Siempre sugerimos al turista que se tome un día para quedarse en su hotel”.

En relación con otras ofertas, Lucas indica que todavía no han hablado con nadie pero que llegado el momento lo harán. “Seguramente estaremos conversando con los sectores, principalmente con las cámaras, con FEHGRA, la cámara de Turismo y veremos si hay que efectuar algún tipo de control. La idea es tener alojamientos para todos los bolsillos, pero también los alojamientos deben estar homologados, certificados y que estén inscriptos. Que compitan en igualdad de condiciones con el resto”.

Parte de la evolución

A la par de los funcionarios, varios de los principales dirigentes de la actividad coinciden con el panorama alentador. Según Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), está subiendo la demanda, tanto en la hotelería informal como en la informal. En ambos crecen la cifra, a raíz de “un mayor movimiento y una mayor actividad económica. Eso se traduce en mayor ocupación”.

Por otra parte, sostiene que “está trabajando mucho mejor que antes, en términos generales estamos contentos. No así con los problemas que nos trae la presión impositiva altísima, pero sí con la mayor ocupación, por supuesto”. No obstante, Elías señala que viene siendo un buen año en ocupación, no así en rentabilidad, pese a que está mucho mejor que hace dos años atrás.

“Como toda gran ciudad, en Buenos Aires la hotelería tradicional está instalada hace muchísimo tiempo, brinda muy buenos servicios”, plantea Ariel Amoroso, Secretario de la Asociación de Hoteles Restaurantes Confiterías y Cafés (AHRCC) al respecto.

“En definitiva, es algo típico del destino. Básicamente, estamos haciendo la cosas bastante bien, obviamente se puede seguir mejorando y creciendo, y eso es lo que intentamos hacer”, asegura y agrega: Indudablemente, nuestros hoteleros se adaptan, tienen un nivel de adaptación muy bueno a la realidad del país, entonces, constantemente van cambiando y creciendo”.

El vicepresidente de la FEHGRA, Paulo Lunzevich, plantea un escenario similar al de sus colegas: “La hotelería claramente sigue vigente, es una de las alternativas más. A medida que va avanzando y formalizándose el ocio y el esparcimiento, van surgiendo modalidades nuevas, como pasó antes, como por ejemplo con los apart hotel, las cabañas. Es parte de la evolución de la industria y la tomamos como tal”.

Por último, concluye: “Lo que sí, en el avance tecnológico que hay, la hotelería se va acomodando a estas nuevas tecnologías participando también de las plataformas que están disponibles, mejorando su comercialización digital, mejorando su marketing y adaptando nuevas técnicas de ventas a partir del uso del revenu”.

Perspectiva

Con respecto a plataformas como Hosterworld y Booking, no estamos en igualdad de condiciones. La competencia tiene que ser en las mismas condiciones, si no es una competencia desleal. Hay que regularlo de alguna manera, algo que para mí falta”, sostiene sobre el tema abordado en esta nota José Ramos, Director de Operaciones Amerian Hoteles. “Hay que controlar, yo pago todos los impuestos, ellos no se”.

En referencia a las nuevas modalidades de alojamientos y por qué el turista sigue eligiendo la tradicional o clásica, sintetizó: “Las aplicaciones tipo AirBnb hace que haya categoría para todos. Entonces, tenés la gente que busca comodidad, o algo más barato o le gusta hacer todo en una casa o quieren más seguridad”.