Según expertos, Cuba atraviesa una profunda crisis turística
Los especialistas indican que la isla vive una "década perdida" y no se recuperaría hasta 2030. Preocupa la falta de una estrategia integral para reactivar el sector
Cuba, según el reconocido economista y especialista en turismo José Luis Perelló, no logrará recuperar los niveles de visitantes internacionales previos a la pandemia hasta 2030. “Estamos en una década perdida”, advirtió en una entrevista con la agencia EFE.
La preocupación crece tanto dentro como fuera del país, ya que el turismo representa uno de los motores fundamentales de la economía cubana, fuente clave de divisas y empleo. Sin embargo, los números actuales muestran un desplome significativo que pone en jaque las proyecciones oficiales.
Cifras alarmantes: el turismo en Cuba no levanta cabeza
De acuerdo a los datos que analiza Perelló en su libro The Cuban Tourism: Industry Evolution, Challenges, and Prospects, coescrito junto con Paolo Spadoni (Universidad de Augusta), Cuba recibió apenas 2,2 millones de turistas en 2024, la cifra más baja en 17 años (exceptuando los años de pandemia). Muy lejos de los 4,7 millones que llegaron en 2017, durante el llamado “deshielo” con Estados Unidos.
Según las proyecciones del especialista, aun si se lograra un crecimiento sostenido similar al de la etapa de acercamiento con la administración Obama (un 10,65 % anual), el país recién volvería a cifras similares a las de 2017 hacia 2030.
Una crisis que comenzó antes de la pandemia
Perelló advierte que el declive no comenzó con el COVID-19. “Los signos de desgaste eran visibles desde 2018 o 2019”, explica. La crisis sanitaria global solo profundizó una caída que ya estaba en marcha. El turismo, que fue clave para sortear el “Período Especial” de los años noventa, hoy muestra una marcada debilidad estructural.
Dependencia del turista estadounidense y un error de cálculo
Durante los años de mayor apertura con Estados Unidos, entre 2015 y 2016, el Gobierno cubano apostó fuertemente a captar al turista norteamericano. Sin embargo, esa dependencia resultó ser un arma de doble filo cuando la administración Trump revirtió el acercamiento diplomático y recrudeció las sanciones.
“Fue un gran error confiar ciegamente en ese mercado”, señala Perelló. “Aunque nadie puede predecir el futuro, había señales de que no era una estrategia sustentable”.
Construcción hotelera en plena crisis: ¿inversión turística o especulación inmobiliaria?
En paralelo a la caída del turismo, el Gobierno cubano destinó millones de dólares a la construcción de hoteles de lujo, muchos de ellos bajo la administración de cadenas extranjeras como Meliá, Iberostar o Blue Diamond, pero con propiedad del conglomerado militar GAESA.
La ocupación hotelera ronda apenas el 30 %, lo que pone en duda la rentabilidad de esas inversiones. Para Perelló, no se trata de una política turística planificada, sino de una apuesta inmobiliaria especulativa. “No hay un plan de desarrollo turístico, hay un plan de inversión hotelera. Es otra lógica”, criticó.
Además, señaló otro problema: la lentitud en la construcción. “Cuando llegó la apertura en 2016, Cuba no tenía infraestructura hotelera lista para recibir al turista. Los hoteles empezaron a construirse cuando ya era tarde”, remarca.
El desafío del multidestino y la falta de conectividad
Otro punto débil que destaca Perelló es la falta de una estrategia que impulse a Cuba como parte de un circuito multidestino caribeño. La apuesta actual del Gobierno sigue centrada en atraer turistas directamente desde los países emisores, sin tener en cuenta la escasa conectividad aérea con La Habana y otras ciudades clave.
“El enfoque sigue siendo el de siempre, y eso hoy ya no alcanza. Se necesita una mirada regional, moderna y flexible”, advierte el académico.
La crisis turística en Cuba no solo impacta a la economía nacional: también expone la falta de planificación, la rigidez en las políticas gubernamentales y la vulnerabilidad de un modelo que apostó casi todo al turismo como tabla de salvación.
A medida que el Caribe y otros destinos similares se recuperan y diversifican su oferta, Cuba parece estancada en una estrategia que no da resultados. Y, según los expertos, el camino de regreso será largo y difícil.