Este año, el negocio de los viajes de egresados volverá a tener a Bariloche y a Córdoba como los destinos casi exclusivos de los estudiantes. Es que las restricciones para comprar moneda extranjera que rigen desde mediados del año pasado les están haciendo perder terreno a lugares que hasta hace algunos años se habían posicionado de buena manera entres los egresados argentinos, como Miami, Cancún o Río de Janeiro.
Por esa razón, los empresarios hoteleros de San Carlos de Bariloche –el destino argentino más tradicional– y de la cordobesa Villa Carlos Paz se preparan para recibir desde principios de junio algo más de 170.000 jóvenes, un nivel similar al registrado en las mejores temporadas de la historia.
De todas formas, se espera que en los próximos años ese nivel siga creciendo, y la razón es simple: los padres más previsores contrataron el viaje de sus hijos hace dos años, cuando las restricciones para comprar moneda extranjera todavía no habían llegado y viajar al exterior no era tan traumático. Por eso, esta temporada todavía habrá viajes de egresados al exterior, una tendencia que, de seguir este panorama, irá decayendo con el correr del tiempo.
Fuentes del sector calculan que este año el negocio vinculado con el turismo estudiantil moverá alrededor de $1.700 millones.
En el mercado de viajes de egresados conviven 10 agencias importantes que controlan gran parte del negocio. Entre ellas se encuentran Snow Travel, Travel Rock y Flecha Bus. Además, a nivel nacional, existan otras 230 agencias más pequeñas que están autorizadas por el Ministerio de Turismo para ofrecer viajes de estudios.
Esta temporada, un paquete de ocho días para viajar a Bariloche, que incluye el traslado en ómnibus, hotel, excursiones y entradas para los boliches, tiene un valor promedio de unos $8.000, casi un 30% más del costo que tuvo el año pasado. Por su parte, el viaje a Carlos Paz puede llegar hasta los 5.000 pesos.
A todos esos gastos se suman la cena de egresados, las chombas y camperas identificatorias de la promoción y, también, el dinero extra que los chicos tienen que llevar al viaje, estimado en un promedio de unos 3.000 pesos.

Seguros
En ese contexto, las empresas de asistencia al viajero también se las ingenian para captar cada vez a más jóvenes. En ese sentido, el sector se vio beneficiado hace cuatro años cuando un ley nacional obligó a todas las agencias de turismo a incluir en el paquete un seguro de viajero por cada uno de los estudiantes.
En la actualidad, el valor promedio del seguro es de $150, lo que representa un poco más del 2% del precio total.
En ese sentido, Universal Assistance, una empresa que opera bajo el paraguas del Grupo Imas, es una de las que está apostando más fuerte por el segmento de los estudiantes.
“La empresa cuenta con ambulancias, dos aviones y un centro médico propio en Bariloche. Además, tenemos un equipo de cien médicos en la Ciudad”, explica Diego Barón, gerente de Marketing de la empresa.
Assist Card, perteneciente al Grupo CV Starr Companies, es otra de las firmas que opera en el segmento. También tiene un centro exclusivo de atención en Bariloche y un servicio de rondas médicas en los hoteles donde se hospedan los contingentes. Durante el 2012, esta unidad de negocios facturó u$s900.000, lo que representó un 2% de las ventas totales de la empresa.

Avanza el proyecto de la SuperCard para estudiantes
En paralelo con el lanzamiento de la tarjeta para supermercados, el Gobierno nacional también tiene en carpeta una SuperCard estudiantil. El plástico servirá para financiar los viajes de egresados a Bariloche y a Córdoba.
Por ahora, los pormenores del proyecto, que es impulsado por el Ministerio de Turismo y también tiene la impronta del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se manejan en el mayor de los sigilos. Ni siquiera las agencias tienen demasiada información al respecto.
De todas formas, se espera que el lanzamiento formal se concrete en estos días, unas semanas antes del comienzo de la temporada alta de los viajes de estudios.
Uno de los objetivos de la tarjeta será que los jóvenes puedan utilizarla para realizar gastos adicionales en el lugar que visiten y que no tengan la necesidad de utilizar efectivo. El plástico sería emitido y administrado por el Banco Nación.

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