Juan Carlos López Mena, presidente de Buquebus, ha presentado ante la prensa a Francisco, el nuevo barco rápido y “verde” que realizará el trayecto Montevideo-Buenos Aires, en dos horas y 12 minutos a partir de octubre.

El nombre Francisco, en honor al Papa, lo recibirá en el bautismo, el lunes 30 de septiembre en Buenos Aires, en un evento en el que participarán los presidentes de Uruguay, José Mujica, y de Argentina, Cristina Fernández, quien será la madrina.

En el puerto de Montevideo, contigua al área donde atracan los barcos de Buquebus que hacen el cruce regular entre las dos capitales del Río de la Plata, está amurada la nueva estrella de la compañía. El catamarán fue construido en Australia y traído desde allí hasta Uruguay, donde se terminó de armar el interior, que llama la atención por su calidad, calidez, comodidad y colorido.

Nada más subir a bordo, todos los pasajeros deberán cubrirse el calzado, ya que se transita por una impecable moquette color aguamarina. "Confiamos en que la gente lo comprenda, este es un barco de muy poquitas emisiones. Si en todos los transportes públicos el calzado estuviese cubierto, se disminuiría en 60% el ingreso de virus y bacterias", señaló López Mena.

Con una dimensión de 100 metros de eslora y 28 metros de manga, la embarcación tendrá capacidad para transportar 950 pasajeros y 150 vehículos, y ofrecerá la posibilidad de viajar en las clases turista económica, turista, primera y salón especial.

Además contará con un salón VIP, una sala de reuniones y cinco espacios gastronómicos. El nuevo ferry es capaz de alcanzar velocidades de 58 nudos, lo que le permite presentarse como el barco más veloz del mundo en su tipo.

La clase económica se ubica a popa y abarca 324 cómodos asientos, cada uno con su mesita. En esa cubierta, hacia proa, se despliega un inmenso free shop de 1000 metros cuadrados, con mercadería de alto nivel. Para acceder a los sectores de turista y primera, se debe subir por una espléndida escalera, u optar por un ascensor vidriado. También a popa se ubica la clase turista, con 301 plazas en amplios asientos color turquesa.

El piso superior contempla una amplia zona de lounge y bar, con mesas redondas y sillas color verde claro, más dos áreas privadas, a babor y a estribor, también con mesas y sillas en tono turquesa, y una sala VIP en color borra vino, con cómodos sofás y baño privado.

La clase primera especial se encuentra a proa, con vista a través de grandes ventanales. Las 68 butacas, color beige, tienen un compartimiento que, al recostarse, el pasajero queda aislado de su vecino, disfrutando de cierta intimidad.

En esa área sorprende un restaurante con mesas y sillas, color coral. El mismo ofrecerá un buffet frío, además de tres platos calientes (carne, pollo y pastas) y también variedad de postres. Será con servicio a la mesa, brindado por espléndidas azafatas supervisadas por un Maitre. El chef responsable es el francés Guillaume Bianchi.  

El barco y sus récords

Es un barco único en el mundo en su tipo, por su tecnología de punta, su velocidad y la bajísima contaminación (un 98% menos) en base al combustible que usa, con turbinas fabricadas por General Electric y que trabajan con gas licuado.

El barco costó 150 millones de dólares, incluyendo la planta de licuación de gas que se está montando en San Vicente, en la Provincia de Buenos Aires. "Es un barco de mucho confort, puede acceder cualquier persona y tiene un bajo nivel de ruidos, tiene casi la mitad de los decibeles que en el interior de un avión", afirmó López Mena.

El empresario aseguró que no hay otro barco de esta tecnología en el mundo, señalando que entre su planificación y su construcción fueron siete años de trabajo: "La construcción en sí tardó tres años y después que se terminó de construir, fueron casi siete meses de pruebas; es el barco más completo del mundo, en sistemas de prevención".

Agregó que la nave está siendo analizada por países europeos porque su tecnología significa una solución para muchas empresas que no encontraban el modo de reducir las emisiones nocivas.

Luego de la ceremonia de bautismo, el barco comenzará a navegar regularmente a partir del 2 de octubre, cumpliendo con dos frecuencias diarias de poco más de 2 horas, ya que navegará a más de 100 kilómetros por hora.

Si bien los ejecutivos de Buquebus no informaron oficialmente la tarifa, trascendió que los pasajes oscilarán entre US$ 150 y US$ 300 para el caso de ida y vuelta. Como punto de comparación, el pasaje del puente aéreo en alas de BQB entre Montevideo y Buenos Aires  tiene un precio de US$ 240 ida y vuelta.

La adquisición del nuevo barco se enmarca dentro de un programa más amplio de responsabilidad ambiental que implementa Buquebus.

El empresario argentino y dueño de Buquebus y BQB, Juan Carlos López Mena, dijo que negociará con el gobierno de Cristina Fernández que no se le cobre 20% a los argentinos que viajan a Uruguay. Ese es el impuesto que el país está cobrando a los ciudadanos que salen al exterior.

López Mena aseguró que los uruguayos han ido "de a cientos de miles y que han gastado mucho dinero” sin que el gobierno uruguayo "les haya cobrado nada", según publica el portal UNoticias.

Dijo que hará esa propuesta para "afianzar" los lazos entre ambos países. "Es una idea mía, si fracaso, fracaso", dijo y reconoció que "Argentina tiene que tener reciprocidad".</d