La jornada del 1° día del CAF fue cansadora. Cerca de las 23 horas, un transfer se disponía a llevar a un grupo de agentes de viajes a sus respectivos hoteles, pero durante el trayecto el contingente de la provincia de Córdoba no pudo evitar el show, como así tampoco ocultar las copas de más de algunos de ellos. 
Los 30 minutos que separan al Centro de Convenciones de la zona céntrica, fueron a puro baile y canto, claro que no del agrado de todo el mundo, porque las quejas por lo bajo no tardaron en llegar. 
Teniendo en cuenta el estado de los profesionales cordobeses y reformulando a la Mona Giménez: ¿quién NO se ha tomado todo el vino?  

El Gala Hotel tiene todas las comodidades que posee un 5 estrellas, pero puede ser que quede algún detalle librado al azar. Resulta que un grupo de dirigentes junto a algunos empresarios del sector quisieron almorzar en el hotel, pero para sorpresa de todos les informaron que allí no ofrecían ese servicio. 
Los caballeros, con un hambre voraz que los atacaba, decidieron ir a otro lado. A varios les brillaron los ojos cuando vieron un hipermercado de una reconocida cadena y pasaron de querer comer algo gourmet a un simple pancho con papas fritas que comieron sin decir ni mu. 
Es que cuando hay hambre, no hay panchos duros! 

Hacer un Congreso de las características del CAF, lleva muchos tiempo de preparación y un gran esfuerzo por parte de todos los organizadores. En la primera jornada todo se desarrollaba con normalidad, hasta que hubo un llamado de atención. El moderador de las charlas, les pidió a los concurrentes que hasta que no terminaran con las disertaciones, no era del agrado de la organización que todo el mundo se fuera a tomar un café o una foto. “Acá no vinimos a posar o a tomar un café solamente. Esto es un intercambio de conocimientos y de ideas. Cuesta mucho organizarlo y les pedimos por favor que no se vayan antes”. Y como si fuesen alumnos del secundario, todos hicieron caso al profesor después del reto. Qué feo llegar a este punto, ¿no? Somos grandes! 

Los pasillos de los congresos suelen ser un lugar propicio para que empiecen a florecer rumores. Uno de los más resonantes, es que una entidad muy importante para el sector privado estaría atravesando un punto de quiebre que podría afectar directamente a sus máximos referentes ya que una mano negra estaría pensando variadas estrategias para derrocar a sus actuales cabezas. 
De todas formas, esas estrategias no le servirán de nada ya que esos referentes prontamente abandonarán sus cargos de manera legítima. 
Poco astuto el derrocador!</div