Un grupo de periodistas fue invitado a conocer algunos sitios de la provincia del Chaco. Uno de los itinerarios incluía conocer a las Madres Cuidadoras de la Cultura QOM. Cuando llegaron al pueblo, los esperaban unas bellas reinas, que desentonaban un poco con la actividad que se iba a realizar; eso no fue nada a comparación de que luego, el municipio local organizó un acto público para presentar a dichas Madres. Tanto los periodistas en su calidad de testigos, como las Madres QOM vivieron una situación por demás incómoda e inoportuna. Finalmente, fuera de micrófono, las señoras manifestaron que nunca les habían dicho que era un acto de tales características.
Otra clara demostración de que a veces la política se mete en lugares que no le corresponde.

Un grupo de turistas extranjeros fue a cenar a un bodegón muy conocido por su deliciosa carne, un imán perfecto para los de afuera. 
Mientras disfrutaban de su cena uno de los mozos, en un inglés rústico, les iba explicando cuáles eran los cortes más sabrosos. 
Pasado un tiempo les trae el pedido y le apoya la sal en la mesa, mientras les dice: “Esto es sal, la carne es más rica si le ponen”. 
“Nosotros conocemos la sal. En nuestro país también tenemos”, replicó uno de los turistas, mientras el mozo se iba poniendo de todos los colores. 
Y claro señor, son extranjeros, no extraterrestres!

a semana pasada, el plantel de Nueva Chicago jugaba con Boca Unidos y su vuelo de regreso coincidió con el de varios participantes del CAF 2016. Mientras los muchachos iban avanzando para buscar sus asientos, un agente de viajes se tocaba su genital izquierdo.
-¿Qué hacés?-Le preguntó su compañero. 
-¿No ves que están todos los de Chicago? Este avión se va a caer! 
-Ja, ja, sos un supersticioso tremendo…
A la media hora, el avión tuvo que lidiar con algunas turbulencias y el pasajero en  cuestión expresó: -Yo te dije que nos vamos a caer, son mufas estos pibes! 
Por supuesto, todo finalizó de manera normal, ¿le tendrán que agradecer al hombre por realizar el gesto cabalístico?

Parecía que todo había quedado  en el olvido tras el “sinceramiento” del dólar en el país, pero la cotización de la moneda norteamericana vuelve a estar en boca de la gran familia turística... una vez más.
Si está caro se quejan porque no se venden paquetes al exterior; si está barato no le sirve al receptivo porque con ese valor no cubren los costos; y si se mantiene como está no le sirve a nadie, y todos reclaman desde su lugar. 
La gata flora una vez más dice presente y nadie sabe muy bien cómo consolarla.

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