Viejos nuevos negocios
Los titulares de las últimas semanas nos vienen bombardeando con noticias que generalmente causan escozor.
El misterioso caso Ángeles, que ya aburre con el manoseo mediático que sufre; el precio del pan, que extiende hasta nuestra mesa la vieja disputa del campo con la administración CFK; o el paro de Moyano, con los dichos de aquel aliado incondicional, hoy devenido en encarnizado opositor; son sólo algunos de los casos más resonantes que se nos vienen a la cabeza.
Pero como la cotidianeidad tiene dos caras, la que nos cuentan y la que vivimos, en esta ocasión trataremos de que la buena noticia venga de la mano del turismo, porque se acercan las vacaciones y la actividad se intensifica a lo largo y a lo ancho del país.
Según los que saben, se espera que casi 13 millones de argentinos se movilicen en estas próximas vacaciones invernales, y con ellos varios cientos de millones de pesos, los que sin dudas servirán para reactivar las economías regionales.
Desde el hotelero hasta el canillita de la esquina verán recomponer sus arcas gracias al despliegue de pasajeros que eligen Argentina como destino de sus merecidas vacaciones de invierno, sin olvidar que tanto prestadores de servicios, como gastronómicos, y hasta vendedores de artesanías, también esperan esta oportunidad para reafirmar aquello que la ley de feriados le ha aportado a la sustentabilidad del negocio turístico, ingreso genuino de dinero los doce meses del año.
En este contexto, los agentes de viajes no ven a las vacaciones de invierno en nuestro país como un negocio, algo que fue la base económica del agente de viajes durante muchísimos años.
Para ellos, muchos de los viajes dentro de nuestras fronteras no aportan beneficio alguno a sus empresas porque el viajero que parte en su auto a recorrer Argentina por sus medios no compra paquetes turísticos, algo muy cierto. Pero no es menos cierto que tampoco han hecho demasiado para ver qué nuevos negocios se podrían hacer con esta modalidad de recorrer el país que han impuesto los fines de semana largos en el argentino medio.
Hoy se ven cambios profundos en la forma de vacacionar del pasajero vernáculo, donde Argentina pasa a ser una opción muy tenida en cuenta a la hora de elegir el destino y en muchos casos sin importar los dólares o el costo final del viaje.
Sólo falta que, como en muchos lugares del mundo, los agentes de viajes autóctonos redescubran cuál es el negocio que se puede hacer con la gente que vacaciona en el país y abran su cabeza a crear esos vie