Cuando Cristóbal Colón partió del Puerto de Palos con tres carabelas en 1492 inició el primer periplo turístico hacia América Latina. Dichos viajes con el tiempo fueron perfeccionándose y los españoles llegaron a nuestras costas en dos ocasiones para fundar y refundar la ciudad de Buenos Aires.
Desde aquellos años hasta hoy España se fue transformando en uno de los principales mercados turísticos para aportar pasajeros a la Argentina.
Durante décadas era habitual verlos pasearse por la peatonal Florida, en las pasarelas de las Cataratas del Iguazú o caminando sobre el glaciar Perito Moreno. Sin embargo desde hace un tiempo los locuaces “gallegos”, como amistosamente solemos llamarlos, dejaron de venir a bordo de barcos y aviones, dejando un vacío difícil de llenar.
La crisis de la Madre Patria va pasando más lentamente de lo que propios y extraños quisieran, tanto es así que ni siquiera saber que su Selección llegó a Brasil para defender la corona de campeón conseguida en el Mundial de Sudáfrica 2010, los movilizó a cruzar el Atlántico. Mientras otros países de Europa incrementaron el tráfico a Brasil hasta un 60%, especialmente con turistas de Reino Unido, Francia y Alemania, las reservas aéreas para estas semanas desde Italia, España y Portugal han descendido cerca de un 10% con respecto a 2013.  
Tanto cuidado del euro se percibe hasta en los planes de veraneo que indican que un 89% de los españoles se quedarán viajando dentro de España, y de aquellos que cruzarán las fronteras, el 42% no va a gastar más que 1700 euros, con lo que un viaje hasta nuestros destinos turísticos queda totalmente descartado.
Si la pasión de un deporte como el fútbol no los llevó a salir de sus casas para apoyar a la “Roja”, poco podremos hacer con nuestras bellezas paisajísticas, rutas temáticas y expresiones culturales, hasta tanto los ánimos y la economía interna española no los ayuden.