La ley que regula el negocio de las agencias de viajes data de 1970. Luego de frustradas iniciativas anteriores, el actual Ministerio de Turismo iniciará un debate para elaborar un proyecto que esté en el Congreso a principios de 2011. Los agentes de viajes opinaron sobre los puntos que no pueden quedar afuera.

Aunque tuvo algunas modificaciones básicas, parece mentira que la norma fundamental que regula la actividad de los agentes de viajes lleve la firma del General Roberto Marcelo Levingston, el militar que fuera designado en 1970 para reemplazar a Juan Carlos Onganía al frente de la dictadura militar.
Los cambios producidos en estas cuatro décadas fueron enormes en todos los aspectos. En el mercado turístico surgieron, y declinaron, nuevos tipos de empresas, los grandes actores diversificaron su negocio generando polémicas respecto de la intromisión, las líneas aéreas hicieron uso y abuso de su posición dominante y la globalización, con Internet a la cabeza, trastocó la matriz de los sectores económicos.
La modificación sustancial de la Ley de Agentes de Viajes, sin embargo, no es un reclamo reciente. Pero los intentos anteriores han sido infructuosos por diferentes motivos, en los que cabe responsabilidad tanto al sector público, sujeto a los humores políticos del momento, como al privado, fragmentado y caracterizado por un débil compromiso gremial-empresarial.
Hoy se vuelve urgente retomar la discusión, dado que los cambios en el mundo han dado en el núcleo de la existencia de las agencias de viajes, poniendo en jaque su rentabilidad.
El Ministerio de Turismo de la Nación confirmó a Mensajero que inaugurará próximamente un debate con los agentes de viajes, para elaborar una nueva ley a mediano plazo, que llegue al Parlamento a principios del año próximo.
La modalidad, tal como aclaró el secretario de la Cartera, Daniel Aguilera, consistirá en una serie de almuerzos informales con profesionales del sector, sin importar si pertenecen, o no, a las cámaras empresariales.
Por su parte, este medio habló con empresarios y ex dirigentes, que se pronunciaron a favor del cambio, y explicaron las cuestiones que son imprescindibles a la hora de pensar la nueva ley.

Aggiornar la ley
“Mi opinión es la misma que si me preguntaras qué hay que hacer con la ley de tránsito en Argentina. Lo primero es cumplir lo que ya hay”, dijo Marco Palacios, ex presidente de la Cámara Argentina de Turismo.
“Por otra parte, la legislación hay que aggiornarla y adecuarla a las nuevas situaciones. Habría que lograr una legislación que sea ágil, moderna y que se haga pensando en las empresas nacionales -de capitales argentinos o capitales extranjeros, pero que estén en nuestro país-”, agregó el socio Gerente de Top Dest.
“Respecto de los tópicos a discutir, hay que definir exactamente el rol del agente de viajes, para que no sea vilipendiado por organizaciones más poderosas -desde un shopping, un destino, una corporación hotelera hasta una línea aérea-que puedan, caminando al filo de la legislación, inmiscuirse en el trabajo genuino de las agencias de viajes”, señaló Palacios.
“Es bueno recordar que la profesión del agente de viajes es una de las pocas que está con una legislación exclusiva. Yo creo que toda actividad debería estar legislada con claridad meridiana. Vos hacés una ley hoy, y mañana la pueden derogar. La parte principal es que se entienda el espíritu de la ley, para que los “considerandos” no sean fácilmente destruídos en el futuro. Esto forma parte de una ley y que nadie lee, y sin embargo son más importantes que el articulado, que se desprende de los primeros. Esta administración Nacional ha demostrado sobradamente que entiende el tema del Turismo”, concluyó el ex dirigente.

¿Sálvese quien pueda?
Es evidente que la actual ley, que data de 1970, está desactualizada. Su texto dice, por ejemplo: “páguese al agente de viajes una comisión del 10 por ciento”, y “serán sancionadas las agencias que cedan parte de su comisión”.
“Hay que discutir tema por tema, sin dejar afuera las nuevas realidades”, opinó Daniel Manfredi, ex presidente de AVIABUE.
“El tema de la venta por Internet es algo que nos debe preocupar mucho a los agentes de viajes. Pero al Gobierno hay que mostrarle alguna arista que le interese, porque, de otra manera no se ocupan. El comercio online es justamente una de las formas donde se están evadiendo impuestos. Se trata, en su mayoría, de operaciones no registradas”, señaló el titular de Rumbo Viajes.
“Pareciera que todo lo que hacen los hoteles y las líneas aéreas es justificable. Los agentes de viajes tenemos que ajustarnos a las nuevas políticas de calidad turística en atención al cliente, ¿y a qué se ajustan las ventas por Internet? Hace décadas que nosotros no tenemos una denuncia en la Secretaría o el Ministerio de Turismo. Despegar.com tiene una innumerable cantidad de denuncias por incumplimiento, y sin embargo, sigue funcionando”, disparó el ex dirigente.
“Se han perdido todos los códigos. No puede ser que un hotel firme un convenio con un operador que le vende todo el año, y termine comercializando más barato al público. La experiencia indica que no puede dejarse todo librado al mercado, si no veamos lo que pasó con la parte financiera. Hoy hay países centrales que están volviendo a la vieja idea de la regulación, si no se entra en un “sálvese quien pueda”, dijo Manfredi.

Objetivos y no fechas
“La CAT se ocupó mucho de este tema, especialmente durante la presidencia de Marco Palacios, cuando se presentó un proyecto con 18 puntos a tratar para la redacción de una nueva norma. También es cierto que los agentes de viajes no hemos sabido acercarnos y hacernos entender por los legisladores”, agregó el titular de Rumbo Viajes. “Sería bueno que a esta ley le pongan objetivos y no fechas”, agregó Manfredi.
Por su parte, Sergio Durante, presidente de Biblos Travel, opinó que hay que tratar de ser más rigurosos en todo lo que signifique la calidad del idóneo, de la agencia, las responsabilidades, los seguros de caución.
“Se trata de darle un perfil más profesional. Antes cualquiera abría una agencia en un zaguán. Hoy tendría que ser bastante más difícil, se necesitan una serie de conocimientos más serios de lo que era un simple certificado de idóneo”, dijo Durante.

Nuevos roles
Norberto Gunsberg, director de American Express Business Travel Argentina, explicó que en estos años el negocio cambió totalmente. “Hace tiempo que dejamos de ser intermediarios para transformarnos en consultores en Turismo. Nuestro negocio es el corporativo, donde esto se hace muy manifiesto. Un asiento en un avión, una habitación de hotel o un auto hoy son comodities. Si los agentes de viajes seguimos vendiendo comodities no hay diferencia con Internet”, analizó el empresario.
“No creo que se trate de fenómenos extraordinarios, yo le llamo a esto una nueva normalidad, distinta a la anterior. Todo cambió y los agentes de viajes tenemos que estar a la vanguardia y anticiparnos a estas cosas”, sentenció Gunsberg.

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