Ser o no ser, esa es la cuestión
En otra época ser una agencia de viajes IATA significaba un alto nivel de calidad, aceptación internacional, reconocimiento y solvencia, pero ahora eso es relativo. Muchas empresas desestiman los beneficios de la organización por no ameritar las exigencias requeridas. En paralelo, el rol de los consolidadores, que no había sido bien visto en el principio, cobró cada vez más importancia para el mercado.
Mensajero habló con empresarios y dirigentes del sector, que manifestaron su opinión, en coincidencia con una fuerte crítica de quienes pertenecen y quienes no son agencias IATA. Mientras tanto, la asociación internacional se negó a hacer declaraciones.
“A una empresa pequeña quizás no le sirva ser IATA, quizás comprándole a un consolidador tienen mejores precios. Pero en nuestro caso, que necesitamos tener cupos y tener relación con determinadas empresas, es necesario ser IATA por las facilidades que te da para emitir”, aseguró a Mensajero Juan Carlos Tártara, presidente de Organización Piamonte.
¿Solidarios?
Uno de los elementos polémico es que ante cualquier contratiempo, los agentes de viajes son solidarios con la línea aérea, pero esto no se da a la inversa. “¿Qué pasó con todas las compañías aéreas que eran IATA y quebraron? Los platos rotos los pagó el pasajero, o la agencia que tuvo que comerse los juicios de lealtad comercial”, manifestó José María Jaroslavsky, gerente General de Thesys Tour Operator.
Aunque las comisiones llegaron a ser del 10 por ciento, actualmente las compañías aéreas otorgan entre el 1 y el 3 por ciento (si es de cabotaje) de la tarifa. “IATA pasa a ser una entidad empresarial que no contempla los intereses de los agentes de viajes. Para el nivel de comercialización que tienen las compañías aéreas, ser IATA no es un negocio sino una carga, por lo menos en Argentina”, declaró José María Jaroslavsky, gerente General de Thesys Tour Operator.
“La única diferencia que podés tener es con incentivos, por el sistema de pago de BSP. Si vos tenés el pasajero, la compañía aérea te va a atender del mismo modo o mejor que si sos IATA. ¿Te dan una cuenta corriente a 30 días, como se hacía en un momento? No”, agregó Jaroslavsky.
“Si vos me decir IATA, yo te digo paso. Primero me significa un costo operativo que no se justifica. Además, las compañías que te dicen que no trabajan con agencias que no son IATA, por abajo te pasan la dirección de su agente general para poder venderte. Entonces, esto es todo una mentira”, concluyó el empresario.
Normativas inviables
Por su parte, el presidente de la AVIABUE, Fabricio Di Giambattista, señaló que ser IATA puede servir comercialmente para operar en forma directa, con la membresía de las compañías. “Ahora, si fuese solo por los servicios que da, deja mucho que desear. Muchas veces sus normativas son inviables, no respetan reciprocidad, es todo o nada. En una tiranía, la convivencia es difícil, y más en los tiempos de hoy, donde las cosas se actualizan muy rápido y vos no sufrís ninguna modificación en cinco años: estamos usando casi la misma normativa de hace diez años cuando no había e-ticket”, expresó el dirigente.
“Lo único que cambió es que ahora no hay que tener los tickets guardados en una caja fuerte. Lo demás sigue todo igual. El aggiornamiento es lo que falta. IATA reclama, pero nunca le dice a un secretario de Transporte: mirá, estas compañías andan mal o no me presentan el balance u operan en forma irregular. Esta bien que no está creada para eso, pero así como peticiona otras cosas, sería bueno que sepa con los bueyes que ara”, cerró Di Giambattista.
¿En defensa del pasajero?
Respecto de los costos para la tener la acreditación, la mayoría de los empresarios coincidieron en que son muy altos y es más fácil hacer el trabajo a través del consolidador
Elías Walter, socio gerente de Halifax Viajes, expresó a Mensajero: “Ser IATA depende del negocio que cada agencia de viajes tenga en particular; a las que tienen un negocio corporativo puede serle útil pero al resto no”.
Otro de los punto en común destacados por los agentes de viajes es la tendencia de las compañías aéreas de todo el mundo a vender directamente al pasajero.
Las agencias minoristas, en este sentido, compartieron la reflexión de los operadores.
“Para mí ser IATA hace mucho tiempo que no sirve, por eso nunca intenté como minorista conseguir las chapas, algo que antes era un logro. Por lo que vemos, las compañías ya dijeron que van a hacer las ventas en forma directa, y nosotros no sé cómo vamos a insertarnos”, dijo Alicia Lavilla, de Olas de Luna.............
“A sus vez ha crecido el rol de los consolidadores, y hoy no necesitás más que ir a comprarles a ellos, que son los que tienen las mejores tarifas, y ahí es donde nosotros podemos sacar alguna diferencia. A las compañías aéreas cada vez les importa menos que nosotros comercialicemos sus productos, hasta sacan promociones que me llegan como pasajera y no como agencia”, expresó Lavilla.
En el interior, la sensación no es muy distinta a lo que se vive en Buenos Aires. Elsa Carranza, socio gerente de Passerini Viajes, nos decía: “Nosotros somos agencia IATA, pero no vemos beneficios, al contrario, no veo distinción alguna con las empresas que no son IATA. Creo que el organismo tendría que cumplir un rol muy importante, que es la defensa del pasajero. En las últimas quiebras de compañías aéreas, no ví que lo asumieran”.
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