El diputado Héctor Recalde elaboró un proyecto para que los trabajadores participen en las ganancias de las empresas y generó una gran polémica. ¿Es aplicable este modelo en el turismo donde suele destacarse el rol de los empleados? ¿Cuáles son los modelos para incentivar la productividad de los recursos humanos?

El diputado del Frente para la Victoria, y representante legal de la CGT, Héctor Recalde, está desarrollando un proyecto de ley que sería girado al Congreso durante esta semana y que ya generó una gran polémica entre los empresarios. El diputado plantea la posibilidad de que los trabajadores participen de las ganancias de las empresas. Inmediatamente llegaron las quejas del titular de la UIA, Héctor Méndez, quien aseguró que con estas medidas Argentina “se parece a Cuba”; lo cual desató una andanada de críticas sindicales, quienes afirman que lo único que reclaman es que se aplique el artículo 14 bis de la Constitución Nacional (ver recuadro).
Que los recursos humanos son fundamentales en la actividad turística es algo que suele escucharse a cada rato. Por eso, Mensajero interrogó a empresarios del sector para analizar si una medida de estas características sería aplicable a la actividad, si es una forma de redistribuir el ingreso o, es simplemente un ataque contra la propiedad privada. Además, realizaron un análisis sobre los métodos utilizados para incentivar a los recursos humanos y aumentar la productividad.

Proyecto complicado
“Creo que es muy complicado llevar adelante ese proyecto, sobre todo con las leyes laborales que hay en este país. En otros lugares se podría llegar a implementar una política de este tipo, donde si a la empresa le va mal y prescindís de una relación laboral, no estás obligado a pagar una indemnización”, afirmó a este medio el presidente de AVIABUE, Fabricio Di Giambattista, quien reconoció que “es un tema difícil” pero que “es lógico y correcto que se plantee una mejor distribución”.
En lo que hace a las políticas empresariales para el aumento de la productividad, aclaró que cada compañía decide qué le conviene. “Lo cierto es que hay estructuras que permiten evaluar el desempeño de los empleados y bonificarlo. Pagar un mayor sueldo o pagar comisiones son dos estrategias comerciales que dependen mucho de las estructuras -que son muy diversas- y el nicho de venta. Hay que ver también que prefiere el empleado, ya que algunos optan por un sueldo fijo más alto y otros por las comisiones”, aseveró.
Según el presidente de la AAAVyT, Ricardo Roza, las agencias minoristas  ya tienen una posición adoptada para incentivar al personal que son -aseguró- “los que más defienden a la empresa”. “En nuestro sector, los empleados están ligados a la rentabilidad de la empresa a través de las comisiones. El gran porcentaje de las agencias minoristas, en cierto sentido, tiene resuelto ese problema. Muchas empresas destinan un porcentaje de las utilidades a los recursos humanos, lo que funciona como un fondo de previsibilidad, y nosotros lo aconsejamos”, afirmó.

Preservar la propiedad privada
En diálogo con Mensajero, el presidente de la AHRCC, Luis María Peña, afirmó respecto del proyecto de Héctor Recalde: “En el año 2004 se modificó el convenio colectivo de trabajo y una de las cosas que se planteó era la posibilidad de fijar algunos tipos de adicionales por productividad dejándolo limitado al ámbito de cada empresa. Lo hemos planteado así pero no llegando a la participación en las ganancias.
En las sociedades comerciales no se puede plantear que algunos socios participen solamente en las ganancias y no en las pérdidas. Hay que tener mucho cuidado y ver que se está queriendo significar con esa expresión de participar en las ganancias porque se podría llegar al contrasentido que un empleado esté mejor que un socio”.
Respecto al modo en que se puede incentivar a los recursos humanos destacó: “El convenio colectivo de trabajo da la posibilidad de estimularlos sin que con esto avasalle el derecho a la propiedad ni le quite los más importante que tiene que tener una empresa que es la sustentabilidad económica”.
Por último, Peña advirtió sobre la necesidad de proteger la propiedad privada para preservar también los puestos de trabajo. “Tengo la certeza de que por más que se busquen conquistas sociales, en el fondo lo que prima es preservar la propiedad privada porque todos tenemos claro que para que haya trabajo decente y digno tiene que haber empresas rentables”, finalizó.

Parecernos a Venezuela
Respecto al modelo para incentivar a los recursos humanos, el ex presidente de la AAAVyT Tomás Ryan aseguró: “En nuestra empresa, que no vendemos al pasajero directo, los empleados tienen premio por temporada alta, y por las operaciones que se fueron haciendo. Los gerentes en las regionales manejan también un porcentaje de los opcionales que puedan vender. Estas son maneras de incentivar al recurso humano. Es muy importante incentivar a la gente en todos los rubros, ya sea con premios, con dinero, o lo que fuera”.
El ex presidente de la AAAVyT hizo mención al proyecto de Héctor Recalde y aseguró que este tipo de medidas nos asemejan cada vez más con Venezuela. “Creo que el señor Recalde, y los que intervienen en este tipo de proyectos, deberían fijarse cómo se crean más puestos de trabajo. No se trata de repartir miseria sino de generar riquezas, de crear fuentes de trabajo. Me parece un proyecto ridículo; no es que nos asemeje a Cuba pero nos parecemos cada vez más a Venezuela, el país con mayor índice de inflación y de pobreza de América Latina”, agregó.

“Me parece excelente”
Sin embargo, pese al rechazo generalizado de la mayoría de los empresarios, hay quienes no se oponen al proyecto. Este es el caso del gerente General de Chasma Tours, Eduardo Salerno, quien afirmó a Mensajero: “Como idea me parece excelente; una participación de los trabajadores en las utilidades nos motoriza a todos a lograr una mayor productividad.”. Asimismo, desestimó los argumentos de quienes aseguran que los empleados serían socios en las ganancias y no en las pérdidas. “Preguntale a los muchachos de Marsans -dijo-, que cuando se fue a la quiebra los trabajadores no pudieron cobrar ni los sueldos. O sea que los empleados participan en las pérdidas, pero no de las utilidades”.
Según Salerno, el mejor modelo para incentivar la productividad de los recursos humanos es pagar los sueldos que corresponden, sin comisiones que generen una competencia descarnada entre los mismos compañeros de trabajo, pero con objetivos a cumplir, que se pueden premiar a fin de año a modo de estímulo. En este sentido, Salerno puso como ejemplo a su propia operadora mayorista: “En nuestra empresa estábamos emitiendo 850 tickets en diciembre de 2009, por un monto de tres millones y medio de pesos, con una rentabilidad del 1,9 por ciento. Entonces nos sentamos y elaboramos un plan de trabajo, con la consigna de pasar los mil tickets semanales, llegar a más de 5 millones de pesos de recaudación y tiene que dejar una rentabilidad superior al 2 por ciento. Si se lograba este objetivo, tomábamos el 1 por ciento de los 5 millones para repartirlo”. ¿Resultado? “Este mes de agosto, llegamos a 5 millones 98 mil pesos. Hemos emitido más de 1200 tickets semanales, y tenemos el 2,14 por ciento de rentabilidad neta de impuestos. Entonces se distribuyeron más de 5 mil pesos entre las seis o siete personas que participaron”, aseguró y agregó que para la empresa fue positivo porque al incrementar el volumen de tickets emitido les permite sentarse con la compañía aérea a mejorar los incentivos para la compañía, cupos free y la posibilidad de un fam tour con costo cero, entre otras.

Acuerdo entre la CGT y AR

Lo que dice la Constitución