Los hoteles centran, por lo general, su diferencia competitiva en el servicio. Algunos se inclinan por la variable precios, para la que siempre hay que sacrificar algo vinculado a la prestación. ¿Pero que pasa cuándo el servicio llega a la madurez absoluta? Una de las soluciones que encontraron algunas empresas fue llevar el servicio, el estilo, arquitectura y diseño a la temática. Un hotel temático no es uno que se amolda a alguna expresión artística, sino aquel que se administra bajo la filosofía y los criterios que señalan la expresión.

Barrio de tango
Abasto Plaza Hotel, en Corrientes 3190 de Capital Federal es una invitación a la experiencia tanguera desde el lobby, cuando la música funcional y las obras de arte -que además visten las paredes de todas las áreas-, envuelven al huésped con la icónica de la cultura porteña por excelencia.
Desde 2005, Abasto Plaza recibe con su temática a turistas de Brasil, Estados Unidos, Japón, China, Corea, España, Italia, Inglaterra y los países nórdicos. “Contamos con 126 elegantes, espaciosas y confortables habitaciones. Todas poseen escritorio y sillón para que el viajero de negocios pueda trabajar cómodamente en su habitación. Tenemos Wi-Fi, caja de seguridad, aire acondicionado individual, aislación acústica, minibar y dos líneas de teléfono por habitación”, dijo Alejandra Labonia, gerente de marketing y Ventas del hotel. Si bien todas las habitaciones están “vestidas” de tango, son las suites temáticas las que se destacan. “Las dos deben su nombre a sendos clásicos de Carlos Gardel y están el en piso 10, planta dedicada al “Zorzal criollo”. “El día que me quieras” y “Mi Buenos Aires querido” cuentan con un living con pista de baile para tomar clases de tango privadas, DVDs con demostraciones magistrales y un balcón terraza de 35 metros cuadrados con jacuzzi y vista panorámica al barrio que cobijó la infancia del mítico tanguero”, agregó Labonia.
Además, el hotel cuenta con una Boutique de Tango. Por otro lado, se dictan clases de tango con prestigiosos bailarines bilingües y, desde la conserjería, se organizan visitas al Museo Casa Carlos Gardel, recorridos por la noche porteña, milongas y recorridas por el pasaje Zelaya, uno de los últimos reductos del arte del fileteado de principios de siglo XX.

Todo es arte
Art Hotel, en la Recoleta porteña, es un espacio donde el arte se da lugar en sus diversas expresiones, ideal para quienes se nutren de los ambientes estéticos y valoran, además del confort, la decoración y calidez en cada sector. En su antiguo edificio totalmente reciclado y ambientado con obras de arte de artistas locales y objetos de diseño, rústico y elegante, combina servicio personalizado y comodidad. Allí sus 36 habitaciones cuentan con baño privado y aire acondicionado, frigobar, teléfono y alguna de ellas pueden conectarse para armar departamentos para los que acuden con hijos. En la planta baja funciona una galería de arte con muestras itinerantes, una sala de estar muy simpática para que el huésped disfrute sus horas de ocio, lea un libro de la librería contigua o se relaje luego de haber trabajado en el business center del hotel.

Experiencia Boca
El Xeneize se asoció a la firma Design Suites que, con una inversión de 10 millones de dólares, construirá el hotel Boca Juniors by Design Suites, de 80 habitaciones, que buscará captar al turista y que además alojará al plantel en sus concentraciones.
El hotel será temático de Boca, “pero bajo un concepto boutique, de categoría y muy cuidado”, afirmó al indicar que los pasajeros “van a transpirar Boca, pero con un perfil que nada tendrá que ver con la tribuna”, dijo Pablo Guido, d