La balanza invertida
En los últimos seis años los mexicanos gastaron más en las fronteras de los países vecinos que los viajeros que ingresaron a territorio nacional para disfrutar de los servicios turísticos, a pesar de las condiciones fiscales para darle competitividad a la zonas fronterizas nacionales, de acuerdo con registros del Banco de México.
Los mexicanos que cruzaron las fronteras vía terrestre entre 2006 y 2012, principalmente hacia Estados Unidos, generaron una derrama económica anual casi dos veces superior a la de los viajeros internacionales que ingresaron por carretera a México.
El ritmo superior del gasto de los mexicanos ha sido constante desde 2006, con todo y la tasa del 11 por ciento en el impuesto al valor agregado en las franjas fronterizas de México.
Para la Secretaría de Turismo (Sectur), el incremento del IVA de 11 a 16 por ciento derivado de la reforma hacendaria no tendrá "ningún impacto" sobre la prestación de servicios turísticos en las regiones fronterizas. La perspectiva es que las divisas por turismo continuarán en ascenso, señaló el subsecretario de Operación de la Sectur, Carlos Joaquín González.
Por el contrario, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo estima que la homologación provocará una caída de 6 por ciento de las ventas en la zona fronteriza. "Hay que compararse con los negocios del otro lado, no con el resto de la República", apuntó el dirigente de esa organización, Jorge Dávila Flores, al cuestionar la aprobación de la reforma fiscal.
El gobierno federal considera prioridad la actividad turística en las fronteras, principalmente en la vecindad con Estados Unidos. El año pasado ingresaron 57.8 millones de viajeros y 76 millones de mexicanos cruzaron a Estados Unidos.
En materia turística, la Secretaría de Turismo de México indica que en la frontera norte existen segmentos de mercado que pueden ser explotados como el turismo cinegético, de salud, de aventura, náutico, médico, de negocios, así como pesca deportiva y de congresos y convenciones.
Un reporte del Colegio de la Frontera Norte define al turismo fronterizo "como el desplazamiento temporal de personas fuera de su lugar de residencia habitual hacia las ciudades contiguas a la línea divisoria entre dos países, originado por motivos de ocio, diversión, descanso, salud, negocios, visitas a familiares y/o amigos, religión, eventos sociales o realización de compras, cuya estancia no exceda un año y que comprometa al menos una pernocta en el lugar visitado".
Fuente: La Jornada