A contramano del sentido común, la gran fiesta del fútbol impacta negativamente en el sector turístico de todos los países del mundo, y Argentina no es la excepción. El consumo y la atención se redirigen hacia otros lugares. La opinión de Fehgra, CAT y AAAVyT.

A pesar de que otros grandes eventos televisados generan la confluencia del público en establecimientos gastronómicos, el culto al Mundial por parte de los argentinos paraliza el movimiento comercial durante el mes de junio, haciendo más pronunciada la baja habitual.
Esto no se trata de una especulación para los próximos días sino de una tendencia comprobada en los campeonatos anteriores, que también se replica en la mayoría de los países que siguen este apasionante deporte.
Por su parte, los empresarios hoteleros, gastronómicos y agentes de viajes mostraron su preocupación por el fenómeno y señalaron la necesidad de instrumentar promociones especiales para paliar los efectos negativos de un evento que –tal como afirman- se consume exclusivamente en el ámbito doméstico.
Por otra parte, la catarata de propuestas comerciales para la compra de televisores en cuotas, convoca fuertemente la atención del público, desplazando el gasto en otros bienes como puede ser el Turismo.

Prolongar los beneficios
Desde la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo manifestaron que están elaborando acciones para que el mes del Mundial no empañe la recuperación de la actividad vivida durante los tres picos que lleva este cuatrimestre: temporada de verano, Semana Santa y el fin de semana largo del Bicentenario.
“A raíz de esto, lo que nosotros queríamos es que los paquetes del Bicentenario se promocionaran no sólo para el fin de semana largo sino hasta el 7 de junio, para llegar bien a la temporada de invierno. Esto lo propusimos el día que firmamos el convenio, poder armar paquetes que permitan ver los partidos tomando un vino en Mendoza o disfrutando de la Costa Atlántica, por ejemplo”, dijo Ricardo Roza, presidente de la institución.
“Hoy estamos viendo un fenómeno donde, si hay precio y financiación, el consumidor está al alcance del turismo de nuevo. No debemos desenfocarnos de esas dos variables. Hoy la competencia no está en un destino turístico u otro. Hoy el problema reside en que el consumidor no puede viajar y comprar el plasma o cambiar el auto, por eso debemos estar competitivos en la toma de decisiones”, agregó el dirigente.
Por su parte, desde la Cámara Argentina de Turismo, subrayaron el poder de captación del evento y sus perjuicios para la actividad.
“Durante el mes del Mundial el movimiento turístico no es bueno, tanto para la hotelería como para la gastronomía. Cuando ocurre este evento, la actividad decae en todo el mundo, porque la gente no se moviliza, se queda en su casa por más que se ofrezcan espectáculos para mirar los partidos en pantalla gigante y demás. No va a ser un buen mes para ningún destino. Las personas están subordinadas a no moverse, lo veo personalmente en algunas reuniones donde algunos planifican su propia agenda de manera que no se cruce con ningún partido”, explicó Juan Mirenna, titular del organismo.

Movilizar al mercado
Sin duda, los restaurantes, bares, confiterías y sedes de reuniones figuran entre las empresas más afectadas por este fenómeno.
El presidente de la Federación Hotelera Gastronómica de la República Argentina, Oscar Ghezzi, señaló respecto de la reactivación del sector turístico que reflejan los índices, que efectivamente hubo un buen verano y los mercados regionales están respondiendo bien. “Sin embargo, la gastronomía no siente el impacto en forma proporcional. Este sector necesita mucho del movimiento interno de cada ciudad, y esto ha bajado. Hicimos relevamientos en la provincia de Buenos Aires, y la actividad de los restaurantes ha descendido”, dijo el presidente de Fehgra.
“Estamos planificando cómo atravesar el Mundial y también lo que va a pasar cuando termine. Respecto de los partidos, no importa a que hora se juegue, la merma se siente igual. La competencia genera una efervescencia que no se refleja en nuestro rubro”, analizó.
Sin embargo, el dirigente planteó una excepción en cuanto a la motivación al consumo, y es que la Selección Argentina llegue a la final. “Generaría una euforia que repercute positivamente, pero en todas las fases previas, la gente deja de concurrir a los lugares de gastronomía, y muchas cosas que tienen que ver con el turismo empresario y corporativo también descienden. La baja normal del mes de junio se acrecienta los años de Mundial: la gente arma programas en su casa y no hay voluntad de consumir. Nosotros tenemos que armar una campaña para incentivar que salga a comer”, concluyó.
Las filiales de Fehgra de La Plata y Mar del Plata confirmaron la lectura de Ghezzi: para los argentinos el fútbol es algo fundamental y la atención se centra en eso.
“Los restaurantes y hoteles tratan de contrarrestarlo con promociones y mayor publicidad. Puede ser que la euforia de llegar a la final genere una euforia hacia el consumo. Hay que hacer el análisis cuando el campeonato termine, tenemos registro de hace cuatro y ocho años pero hay que saber que el contexto y los hábitos de la gente también van cambiando”, afirmó el marplatense Daniel Suffredini.
Mario Nolberto Aguilar, desde la Ciudad de La Plata, nos explicaba: “En todos los mundiales venimos observando la caída de nuestro trabajo porque la gente se queda en las casas. A través de la Asociación tenemos pensado hablar con los socios para incentivar acciones que lleven al consumo”, anunció.

Con la camiseta puesta

Según fuentes de Aerolíneas Argentinas, la venta de pasajes al de Sudáfrica tuvo buena respuesta del mercado nacional y regional. Y aunque se trate de un lugar común en publicidad, la empresa es la principal interesada en el buen desempeño del equipo de Maradona. “Para la primera fase ya está todo vendido, los lugares que quedan son de la segunda fase, y la venta va a depender mucho de cómo le vayan a Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile, países desde donde llegaron grupos para comprar, lo mismo que Colombia”, aseguró a Mensajero Juan Pablo Laffose, gerente Comercial de la línea aérea d