Por lo general nos cuesta reconocer lo que tenemos. Por alguna extraña razón siempre solemos envidiar lo que tiene el otro. Y quienes despotrican a diario contra las manifestaciones sociales, cortes de calles, embotellamientos, inseguridad y demás cuestiones, deberán estar atentos al último informe sobre calidad de vida realizado por la consultora global Mercer que asegura que Buenos Aires es la ciudad con mejor calidad de vida de Sudamérica. Luego de ver el documento, los fundamentalistas del “Así no se puede vivir” o “Esto en otros países no pasa” estarán en condiciones de pensar que no estamos tan mal o se preguntarán en que se basaron para llegar a semejante conclusión que no se condice con la realidad. Lo cierto es que las cifras están y sólo es cuestión de analizar y comparar. Los encargados de promocionar el país en el exterior quizás encuentren en este informe una nueva herramienta para atraer turistas al país.

Pese a todo
Según el último estudio de calidad de vida, que anualmente realiza la consultora global Mercer entre 221 ciudades de todo el mundo, Buenos Aires se ubica en el puesto 78, lo que la coloca en un lugar nada despreciable que la clasifica por encima de Montevideo (79), Santiago de Chile (90), Brasilia (104), Río de Janeiro (116), San Pablo (117) y Lima (119).
Si se suma al análisis América Central, Argentina sólo es superada por Point-à-Pitre, capital de la isla de Guadalupe y nueva ciudad en la clasificación de este año, que se ubica en el lugar 62; y San Juan, en Puerto Rico, que la sigue en el escalón 72. Mientras que La Habana (192) y Puerto Príncipe (213) son las ciudades que ocupan las clasificaciones más bajas en América Latina.
“La calidad de vida permaneció estable en las ciudades de América del Norte. Sin embargo, en América del Sur y Central se ha observado una baja general como resultado principalmente de inestabilidad política, dificultades económicas y escasez de energía en ciertos países. Los altos niveles de criminalidad siguen siendo uno de los principales problemas en un buen número de las ciudades de la región”, explicó Slagin Parakatil, consultor senior en Mercer.

Otra vez Viena
En el resultado general del estudio, Viena mantiene el primer lugar como la ciudad con la mejor calidad de vida en el mundo. Las suizas Zurich y Ginebra la siguen en la segunda y tercera posición, respectivamente, mientras que Vancouver (Canadá) y Auckland (Nueva Zelanda) continúan compartiendo el cuarto puesto.
“Conforme la economía mundial se globaliza, están surgiendo ciudades, más allá de los centros financieros tradicionales, como lugares atractivos ya sea para establecer un negocio o para expandirse. En los años recientes, diversas ciudades en mercados emergentes, como en el Medio Oriente o Asia, han visto una marcada afluencia de empresas extranjeras y sus empleados expatriados”, destacó Parakatil.
Las condiciones de vida se evalúan de acuerdo con cerca de 40 factores, agrupados en categorías, entre ellas estabilidad política, criminalidad, regulación del tipo de cambio, restricción a las libertades individuales, suministros y servicios médicos, contaminación del aire, calidad de las escuelas internacionales, servicios públicos y transporte, entretenimiento (restaurantes, teatros, cines y deportes) y disponibilidad de artículos de consumo diario o automóviles.

Predominio europeo
Suele decirse que al argentino lo seduce Europa; y a juzgar por el estudio de Mercer, los amantes del estilo de vida europeo no parecen estar tan equivocados: las ciudades europeas dominan las primeras 25 ciudades en el índice. Asimismo, al realizar un análisis de las primeras líneas del estudio, se desprende que Europa tiene 16 ciudades entre las 25 con mejor calidad de vida del mundo. “Los niveles siguen mejorando en Europa del Este y sus puntuaciones han aumentado significativamente”, sostienen los especialistas de la consultora.
En el Reino Unido, Londres está en la posición 29, mientras que Birmingham está en la 55 y Glasgow en la 57. En los Estados Unidos, la posición más alta es para Honolulu, en la posición 31, y San Francisco. Singapur (28) ocupa el primer lugar entre las asiáticas, seguida de Tokio en el lugar 40. “Los niveles siguen mejorando en Europa del Este y sus puntuaciones han aumentado significativamente”, sostienen los especialistas de la consultora.
Según el Estudio de Calidad de Vida 2010, que incluyó a 221 metrópolis del mundo, la mejor ciudad para vivir es Viena, seguida por Zurich y Ginebra, mientras que Vancouver y Auckland comparten la cuarta posición de la lista. Bagdad, en el puesto 221, es la última de la clasificación.

La cuestión ecológica
Además, este año el ranking también identificó las ciudades más ecológicas tomando en cuenta una serie de parámetros como el acceso al agua potable, el tratamiento de los residuos, la calidad del alcantarillado, la polución del aire y la congestión del tráfico. En éste índice, la canadiense Calgary encabeza la clasificación, seguida por Honolulu; y en el tercer puesto de manera conjunta por Ottawa y Helsinki. Signado por la pobreza y las catástrofes, la capital de Haití, Puerto Príncipe, se sitúa en el último lugar.
“Las ciudades que ocupan los primeros puestos en la clasificación ecológica optimizan el uso de energías renovables y producen el nivel mínimo posible de contaminación (aire, agua, ruido, etcétera). Una ciudad con un buen estatus ecológico o con buena disposición hacia la sostenibilidad puede tener gran impacto en la calidad de vida de sus habitantes”, sostiene el informe de la consultora.

Referencia para las multinacionales

La consultora internacional Mercer realiza esta clasificación con el fin de ayudar a empresas multinacionales a compensar a los ejecutivos que son enviados a otros países para establecerse. Por eso, estas cifras no son comparables con los números oficiales locales que reflejan el estándar de vida de los ciudadanos de cada ciudad. La clasificación está basada en un sistema de puntos que toma a Nueva York como la ciudad base con un puntaje de 100. En el ranking de este año Viena -la primera- obtuvo 108,6 puntos; mientras Bagdad -la última- apenas alcanzó