En el Calchaquí, Cachi
Rodeado de cerros y montañas, el poblado de Cachi se alza pintoresco y tradicional al oeste de los Valles Calchaquíes de Salta, conservando un estilo colonial que se entremezcla con un primitivo legado diaguita e incaico. Poseedor de un clima templado, frío y seco, sus paisajes le permiten fascinar las miradas de los forasteros en todas las épocas del año.
Casi naciendo de la unión de los ríos Cachi y Calchaquí, esta localidad salteña se destaca por paisajes maravillosos como el compuesto por las figuras que la naturaleza ha esculpido en el Nevado o el que se desprende de la enorme variedad de especies que habitan el desértico Parque Nacional Los Cardones.
Cachi guarda entre sus calles empedradas casitas de adobe y piedra que conviven con llamativas obras arquitectónicas, sin perder su atractivo. Una blancura deslumbrante permanece sobre el pueblo como reminiscencia imbatible de la nieve que suele ocupar la cima de las serranías.
La historia lo ha dividido en dos quedando por un lado el Pueblo Viejo, construcción colonial del Siglo XVIII, de gran valor cultural y turístico; y por el otro el Pueblo Nuevo, poseedor de todos los servicios necesarios para hacer de la estadía de sus visitantes un momento único e inolvidable.
La belleza característica de Cachi puede disfrutarse en un mágico City Tour que encuentra su punto de partida en la Plaza, siguiendo por la Iglesia de San José, el Museo Arqueológico, el sitio arqueológico El Tero y el Parque temático cultural «Todo lo nuestro». Sitios que no pueden dejar de visitarse al emprender este recorrido por el norte argentino.
Pero más allá el paisaje explota en seducción tentando a disfrutar de la Quebrada de Escoipe; la maravillosa Cuesta del Obispo, y el multicolor Valle Encantado.