En 1992, durante un Encuentro Nacional de Guías de Turismo en Resistencia, Chaco, la Asamblea Plenaria institucionalizó al 31 de mayo como “Día Nacional del Guía de Turismo”. La fecha fue propuesta por recordarse el nacimiento del Dr. Francisco P. Moreno, a quien se reconoce como naturalista, investigador y gran promotor de los viajes turísticos.
El guía turístico es la persona con quien el visitante mantendrá contacto permanente durante su estadía, convirtiéndose en la imagen, símbolo o emblema del lugar visitado.
Durante muchos años, siendo una profesión nueva y no muy reconocida, los guías trabajaron individualmente, luego se agruparon en asociaciones locales y regionales y a partir de allí comenzaron a intercambiar experiencias con los colegas de distintos puntos del país.
El 31 de mayo de 1852 nació en Buenos Aires quien fuera reconocido medio siglo después como el «Perito» Moreno. Su protagonismo en la gestión de nuestras fronteras, su familiarización con nuestros recursos naturales, su férrea defensa del ambiente y su vocación por descubrir, preservar y recorrer nuestra extensa geografía vinculan su natalicio con el homenaje al Guía de Turismo profesional.
En 1873 Moreno inició una serie de viajes hacia la Patagonia, para desentrañar los secretos de ese pedazo de tierra argentina. En 1875 se lanzó a la conquista de lo no alcanzado hasta entonces por el hombre blanco: el lago Nahuel Huapi, avanzando desde el Este, objetivo que alcanzó el 22 de enero de 1876. A mediados de octubre de ese año descubrió dos grandes lagos sureños a los que designó con los nombres de Argentino y San Martín, recorrió el Lago Viedma y denominó Fitz Roy a un volcán.
No sólo fue un explorador de la Patagonia que se interesó por la arqueología, antropología y la historia natural, sino que también fue un defensor científico de los intereses territoriales argentinos en conflicto con Chile, cuyos problemas limítrofes se extendían desde hacía muchos años. En 1897 fue designado «perito» argentino y el 20 de noviembre de 1902 se ponía fin al conflicto de límites con una solución aceptada por ambos pueblos: 42.000 Km. cuadrados de territorio a favor de la Argentina. Estos kilómetros los recuperó el país por medio de su política de arbitraje basada en sólidos fundamentos. Como recompensa, el gobierno argentino, le cedió en premio tierras fiscales en la Patagonia que luego Moreno donó en 1903 y dieron origen a lo que hoy es el Parque Nacional Nahuel Huapi.