La demanda de pasajes aéreos de primera clase aumentó un 16,6 por ciento en junio con respecto al mismo período del ejercicio anterior, mientras que el de clase económica mejoró un 9,5 por ciento, según las últimas cifras publicadas esta última semana por IATA.
Estas tasas de crecimiento son sensiblemente más débiles que en mayo, pero el organismo recordó que en este mes se realizaron más vuelos como consecuencia de las cancelaciones ocasionadas en abril por la nube volcánica.
Durante el primer semestre del año, el tráfico premium aumentó un total del 11,9 por ciento, mientras que el de clase económica mejoró un 6,3 por ciento, con un crecimiento de los pasajeros internacionales del 6,8 por ciento en los seis primeros meses del año.
No obstante, el crecimiento del segundo trimestre (9 por ciento) fue más lento que en el primero, aunque sigue considerándose una tasa de crecimiento “saludable” y por encima de los niveles anteriores a la recesión económica.
La asociación destacó que la mejora obedece principalmente a la sólida evolución de los viajes de negocios, aunque advierte de que la baja confianza del consumidor aún sigue horadando la evolución del turismo.
La evolución de las diferentes regiones fue dispar, por las cambiantes condiciones económicas. Mientras que los mercados asiáticos y latinoamericanos siguen mostrando un sólido crecimiento, Europa y el mercado trasatlántico registran tasas más débiles.
“La industria sigue recuperándose más rápido de lo esperado, pero con marcadas diferencias regionales”, remarcó el director general y consejero delegado de la IATA, Giovanni Bisignani, en alusión a que la demanda en Europa crece a mitad de ritmo que en Asia.

Incremento tarifario
IATA calcula que los ingresos del segmento premium se situaron un 40 por ciento por encima en junio que en el mismo período del ejercicio anterior, reflejando tanto el aumento de los pasajeros, como el incremento en las tarifas.
“Continuamos por tanto con un optimismo cauto”, sentenció Bisignani, opinión que fundamentó en “el claro indicador de la confianza en el crecimiento que supone los más de 400 pedidos de aviones durante el último Salón Aéreo de Farnborough”.
“Ello traerá beneficios medioambientales gracias a una mejora en la eficiencia de combustible, pero el reto de emparejar la capacidad ofertada con la demanda será mucho más difícil”, explicó el dirigente de la asociación representante de las aerolíneas.