El éxito turístico del fin de semana largo corría peligro cuando La Unión de Trabajadores Gastronómicos (Uthgra), que conduce Luis Barrionuevo, anunció un paro general de actividades de cuatro días en rechazo a la negativa de las cámaras empresarias de conceder “un aumento salarial digno a los trabajadores”, luego de que vencieran los convenios a fines de mayo.
El porcentaje que están exigiendo los sindicatos ronda el 40 por ciento, tal como confirmara a este medio el diputado Dante Camaño, del bloque Nacional Sindical y secretario General de la Seccional Ciudad de Buenos Aires.
Sin embargo, el martes 18 de mayo el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, las dos partes acataron, y las negociaciones quedaron pendientes para después del Bicentenario.

“Números que asustan”
“El Ministerio postergó la nueva citación para el jueves 3 de junio. En la semana se van a reunir las partes y ojalá podamos llegar a una solución”, dijo a Mensajero Oscar Ghezzi, presidente de la Federación Empresaria Hotelero Gastronómica de la República Argentina. A su vez, el dirigente insistió en que hay cifras que “asustan y me tienen asombrado”, en referencia al pedido de Uthgra, al cual tildó de “imposible”.
“La expectativa era muy grande. A Buenos Aires llegó gente de todos lados por los actos del Bicentenario, la gastronomía y hotelería se vieron favorecidas. De haber prosperado la medida de fuerza iba a afectar muchísimo. En algunos lugares hubo llamados por cancelaciones o con dudas acerca de qué iba a pasar. Incluso trascendió que se comunicaron de Brasil averiguando sobre este tema. Pero por suerte todo se desarrolló con normalidad”, señaló Oscar Ghezzi.

La inflación en el medio de todo
Aunque el Indec afirma que la inflación se ha desacelerado, los sindicatos exigen una actualización salarial urgente, y las cifras reclamadas prácticamente duplican las que se manejaban dos meses atrás, cuando el diálogo recién comenzaba.
“La patronal es conciente de las necesidades de los trabajadores porque ellos compran los mismos insumos que la población. En muchos alimentos, por ejemplo, registramos una inflación del 140 por ciento. Los empresarios lo han llevado a sus cartas pero no lo han trasladado al salario de los trabajadores, que son los que están pagando la inflación. Esto es inadmisible”, declaró Camaño.
“La situación es terrorífica y se disimula porque hay mucha presión del gobierno, que quiere hacernos creer que estamos en un paraíso, mientras hay más de cuatro millones de argentinos que no trabajan, y muchos de ellos son hijos y nietos de gente que nunca trabajó, mientras se mata con impuestos a los que sí trabajan”, agregó el dirigente gremial.
“El sector se ve afectado por la degeneración que significan todos los subsidios. Hay gremios subsidiados, y es muy fácil dar aumento cuando se decide con la corruptela política. Nosotros los aumentos los tenemos que sacar de la recaudación de los establecimientos”, concluyó.
Por otra parte, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, reconoció que los choferes amenazaron con paralizar el servicio de micros durante el fin de semana largo, ante las demoras en las negociaciones salariales, sin embargo, finalmente garantizó que no realizarían medidas de fuerza. “Anoche estuvimos en el Ministerio de Trabajo de la Nación y hubo un acuerdo salarial con la patronal”, aseguró el sindicalista.