Con Mensajero en la mano, los referentes institucionales de la industria turística salieron al cruce de las críticas realizadas por los agentes de viajes en la última edición del semanario. Sin pelos en la lengua ponen de manifiesto su posición respecto de la representatividad.

Sin esquivar una sola pregunta, los directivos de AAAVyT repasaron punto por punto los reclamos efectuados por algunos agentes de viajes en este medio. Aunque la crítica había sido dura, los dirigentes mostraron una postura receptiva, compartieron el diagnóstico respecto de la mayoría de las urgencias que enfrenta hoy el sector, y marcaron distancia de algunas posiciones polémicas.
El rol de las instituciones, los sacrificios de la participación, las falencias en la comunicación, la cuestión de la representatividad, el intermitente compromiso del sector privado y la forma de negociar con los formadores de precios fueron algunos de los ítems que cada uno abordó a su manera.

El interés común
Con la verborragia que lo caracteriza, Ricardo Roza, presidente de AAAVyT no quiso perder la oportunidad de dejar en claro sus ideas, y aunque se encontraba a miles de kilómetros de su oficina, se hizo un espacio para la nota.
“Las instituciones han sido, son y serán fundamentales para representar los intereses de sus miembros ante la administración pública de todos los niveles, las distintas asociaciones empresarias y la ciudadanía. También cumplen una función importantísima como autorreguladores de su actividad y como vehículos de capacitación de su sector”, dijo, desde Jaramillo, Santa Cruz, el dirigente.
Por su parte, Fabricio Di Giambattista, presidente de AVIABUE, señaló: “la Asociación trata de estar a la vanguardia, tener un diagnóstico del presente -actuar sobre él en la medida de las posibilidades- y no perder de vista el futuro del sector”.
Desde Córdoba, Julio Altamirano decía: “pertenecer a una agrupación y tener socios para luchar por un objetivo común es fundamental. La asociatividad es muy importante en esta época”.
“El rol de las instituciones es ayudar a generar marcos que beneficien al sector dando la posibilidad de actuar como organización en defensa de los intereses de sus socios Y tendiendo a crear las condiciones óptimas en la vida institucional y comercial”, manifestó Mónica Carey, titular de la filial Rosario.

La comunicación es clave
Otro de los dilemas lo constituyen las falencias en la llegada a los agentes de viajes en el día a día.
“Nosotros queremos comenzar a resolver esos problemas. Por eso, a partir de agosto vamos a lanzar un plan comunicacional para el socio que lo estamos trabajando desde los últimos meses porque la inquietud que teníamos era saber si el asociado sabe todo lo que hacemos”, adelantó el presidente de AVIABUE.
“Lo más difícil de transmitirle a nuestros asociados es el enorme sacrificio que lleva en termino de horas de reuniones, discusiones y negociaciones, cada logro para nuestro sector. Y la mayoría de las veces ese esfuerzo no se ve reflejado por el éxito inmediato, sino por avances parciales”, explicó, por su parte, Ricardo Roza.

La cuestión de la legitimidad
Entre las problemáticas abordadas, también analizaron la posición de algunos agentes que dijeron no sentirse representados por sus dirigentes. Al respecto, el presidente de AAAVyT expresó: “Sería bueno que esos agentes de viajes, a los que vos haces referencia, se sumaran a las Asociaciones Regionales que les correspondan de acuerdo a su domicilio ya sea trabajando en la subcomisiones o bien haciendo todos los aportes que consideren necesarios. Eso nos enriquecería a todos”.
“La representación se ejerce. A algunos podrá gustarles o no; pero en tal caso, la mejor forma de modificarlo es participando”, coincidió Di Giambattista.

El peso político
Uno de los reclamos históricos de las agencias de viajes tiene que ver con el escaso peso político del empresariado turístico, a diferencia de lo que sucede en otros sectores.
“Las expectativas y demandas  de los asociados en la mayoría de los casos superan la capacidad de respuesta de las instituciones, medida en términos de obtención de logros. Sin embargo, en el caso de la AAAVyT creo que en estos últimos años hemos alcanzado importantes logros para nuestro sector, tan solo por mencionar uno, el de tener un Convenio Colectivo de trabajo propio para la actividad.
Pero volviendo a la esencia de la pregunta, no comparto la afirmación de falta de peso de las Instituciones para la resolución de los problemas, sí creo en la diferencia entre los tiempos deseados y los reales”, dijo Roza.

El fin y los medios
Otro debate de muchos años tiene que ver con la relación que se entabla con los formadores de precios, tema en que Daniel Manfredi hizo especial hincapié en la nota de la semana anterior.
“El diálogo nunca debería ser cortado, el aislamiento no es la solución. El tono debe estar dado por la afinidad entre los participantes, sin perder de vista la buena educación, haciendo prevalecer en todo momento los derechos de nuestros representados. Los reclamos frente a las líneas aéreas son históricos, y Manfredi los conoce muy bien porque fue parte activa de los mismos. No hemos dejado de utilizar todos los canales,  incluso los jurídicos, para intentar solucionar los problemas”, opinó Ricardo Roza.
“En toda gestión o negociación deben privar los buenos términos, defendiendo con firmeza los derechos de nuestros socios. Pero debemos evitar tomar cualquier tipo de medida que pudiera llegar a perjudicar la relación de las empresas asociadas con sus proveedores”, agregó el dirigente.

El tiempo invertido

Un antes y un después