El rumor ya se había instalado hace por lo menos un año, pero las aguas se fueron calmando debido a que dentro del Estado, el Turismo empezaba a estar en la agenda presidencial como una actividad importante para fortalecer la economía del país y alcanzar objetivos tales como la pobreza cero, a través de la generación de puestos de trabajo en la llamada “industria sin chimeneas”.

Pero los rumores volvieron a aparecer luego de la corrida bancaria en la que el dólar arañó los 40 pesos y la estabilidad económica se encontró en un frágil equilibrio en una de las semanas más difíciles desde que Mauricio Macri asumió como presidente.

Durante el primer fin de semana de septiembre se vivieron momentos de incertidumbre que rodearon la Quinta Presidencial de Olivos y se corría el rumor de que, por ejemplo, el Ministerio de Turismo pasaría a Secretaría dependiente de la cartera de Producción (lo mismo se decía en marzo de este año). 

El lunes llegó el anuncio oficial y el MINTUR pasó a ser Secretaría de Gobierno de Turismo.  

Claro que este no fue el único cambio. Los ministerios que componían el gabinete pasaron de ser 21 a tan sólo 10, y dos de ellos se convirtieron en Secretarías. 

Los ministerios que no sufieron cambios son: Relaciones exteriores y culto (Jorge Faurie); Defensa (Oscar Aguad); Seguridad (Patricia Bullrich); Justicia y Derechos Humanos (Germán Garavano) y Transporte (Guillermo Dietrich) e Interior, Obras Públicas y Vivienda (Rogelio Frigerio). Los que absorven otro Ministerio son: Hacienda (a Energía); de Producción y Trabajo (a Trabajo y Agroindustria); de Salud y Desarrollo Social (a Salud); de Educación, Cultura, CIencia y Tecnología (a Cultura y Ciencia y Tecnología); 

Los ministerios de Turismo y Ambiente y Desarrollo Sustentable pasan a ser Secretarías de Gobierno dependiendo directamente de Presidencia de la Nación.

El sector opina 

La noticia cayó como un balde de agua fría en el sector y si bien algunos funcionarios y dirigentes se manifestaron en un tono más pesimista, otros eligieron apostar por ver el vaso medio lleno. 

“Partiendo de la base de que a nadie le gusta que su ministerio baje a secretaría, creo que aún así es una decisión que no cuestionamos sino que acompañamos y apoyamos”, concede Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT). “Porque en definitiva termina quedando bajo la órbita del presidente de la Nación, una de las personas más comprometidas con la actividad en este momento”, agrega.

Por caso, no lo considera un retroceso, bajo ningún concepto. “La Argentina está tomando conciencia de la enorme significación que tiene el turismo para un país como el nuestro”. Ahora bien, explica: “Hay una realidad, no todos los países del mundo tienen ministerios, y no por eso son menos proclives a priorizar el turismo dentro del marco de las actividades económicas”.

En términos prácticos, sí es un paso para atrás, porque no es lo mismo. No obstante, aclara: “Si evaluamos lo que viene por delante, creo que no tenemos ningún temor, habrá una continuidad con lo que se viene realizando”. 

Algo similar plantea Fernando Gorbarán, presidente de la Asociación de Organizadores de Congresos de la Argentina (AOCA). “Hay que ser muy serios en este momento de reflexión, porque acá lo que se le está pidiendo a la actividad es acompañar un proceso muy difícil que está atravesando el país. No es una decisión unilateral en el medio de un actor de gobierno. Al contrario, abarca a todos los sectores de la economía, los sectores productivos”, sugiere.  

Por otro lado, a la luz de los acontecimientos, y la situación que está viviendo el país, “uno no puede ser mezquino, y como sector hay que entender que estamos en una coyuntura muy compleja”, y agrega: “que turismo dependa directamente del Presidente, de alguna manera subsana el hecho de perder el rango de ministerio, porque hay una señal clara de que la actividad, más que nunca, está considerada como un jugador central de la economía”. 

Gorbarán añade: “Es un sinsabor, difícil de expresar. Pero si hubiera quedado debajo del ministerio de Producción, te diría que hubiera estado muy descontento”.

Por su parte, Camilo Suárez, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Buenos Aires (AHRCC), sostiene que para la actividad es un retroceso, desde el punto de vista institucional. “Dado que la actividad estaba adquiriendo una importancia, un orden, que venía siendo considerada fundamental en la generación y recuperación de puestos de trabajo, no justificaba retrotraer la cartera de turismo a épocas ya pasadas”. 

Asimismo, admite: “Si hay una actividad que tiene futuro hoy en día, y más con la actual coyuntura cambiaria, es precisamente el turismo. Y la verdad es que era uno de los trampolines que nos podían llevar a la recuperación”. Y reconoce: “Se veía venir, lamentablemente. Pero me parece una medida apresurada”.

José Luis López Ibáñez, miembro de la Academia Argentina de Turismo, asume que “todavía falta posicionar a la actividad turística como lo que nosotros queremos que sea. Es decir, en el resto de las actividades económicas, ver lo que puede aportar al país”.

Es así que esgrime: “Esto se basa en dos elementos, lo que piensa la gente, en el imaginario que hay de la gente acerca de tal o cual actividad se encarga el Ministerio y la otra parte es que no logramos mostrarle al resto de la sociedad de que el turismo es una actividad importante. No hay datos confiables, generalizados sobre la importancia de la actividad”.

En el caso de Bernardo Racedo Aragón, que ocupó cargos en las carteras turísticas de Salta y Tucumán, considera que “el turismo necesita tener más rapidez para actuar. No ser Ministerio puede ocasionar que algunas decisiones se conviertan en más burocráticas o dificultosas”. 

El actual Gerente Comercial y de Marketing de Andes Líneas Aéreas arriesga: “Lo peor que podíamos hacer en este momento es retrotraernos y quitar herramientas de promoción internacionales, porque sale caro promocionar cuando es el momento que más tenemos que alentar que la gente venga y consuma. El hecho de traer turistas del exterior puede hacer que la balanza se equilibre”.

Por su parte, Oscar Ghezzi, ex presidente de la CAT, apuntó: “El turismo no sólo es lo que dice el presidente Macri, con toda la esperanza que hay detrás. Cuando hay crisis, es el primero que da el puntapié inicial para salir adelante, y lo demostró históricamente, incluso a nivel mundial. Que sea Ministerio es fundamental, porque uno de los puntos principales para un presidente es tener justamente un Ministerio de Turismo. Es muy importante, principalmente por la mirada que se le da a la actividad en este país. El Ministerio de Turismo nos ayudó a posicionarnos, más allá de las personas. Un claro ejemplo es la colaboración que le brindó a Gustavo Santos para ser el Presidente del Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de Turismo”.

Por último, concluye: “Indudablemente hay algo que no cierra. Cuando el presidente viaja a otro país, la presencia de Argentina en el exterior, el crecimiento del turismo y la imagen del país se ven fortalecidas. A corto o largo plazo llegan las inversiones, no hay dudas. Igualmente, me reconforta saber que el Presidente sigue pensando en la importancia del Turismo para nuestro país, porque justamente va a acompañar a esta nueva Secretaría”. 

A su turno, el Vicepresidente de la Academia Argentina de Turismo, Antonio Torrejón, expresó que “la cartera ahora tiene un vínculo directo con Presidencia de la Nación, porque en su denominación es Secretaría, pero la relación es directa con el equipo que encabeza Mauricio Macri. Considero que no le va a sacar la influencia que puede tener una forma determinada para denominar el área, ya que puede ser Ministerio o Secretaría. Además, Turismo tiene una parte propia de su presupuesto, y es importante que las recaudaciones funcionen acorde a los objetivos planteados y a las acciones que se llevan a cabo de promoción a nivel mundial”.

De Alfonsín a Macri

Con el poder militar debilitado, en octubre de 1983 el pueblo volvió a elegir un presidente democrático y es así cómo Raúl Ricardo Alfonsín llegó al Sillón de Rivadavia con un gran apoyo popular. 

En lo que refiere al Turismo, la actividad por ese entonces ocupaba una Subsecretaría (dependiente de Presidencia) bajo la órbita del Arquitecto Enrique “Quique” Fourcade. El funcionario convocó a los representantes del sector público de la cartera en las provincias, asesores calificados y equipos técnicos y en 1984 elabora las “Bases para un Plan Federal de Turismo”, que se publicó en 1984. Esto facilitó el trabajo de los funcionarios públicos y privados, además de alumnos y docentes de Turismo, ya que funcionaba a modo de guía sobre los quehaceres de la actividad. 

Tras la salida anticipada de Alfonsín, en 1989 Carlos Saúl Menem fue elegido como presidente. En 1990 se creó el Ente Nacional de Turismo, mediante el Decreto 755, aunque duró poco tiempo y la cartera pasó a ser Secretaría de Turismo de la Presidencia de la Nación. Durante ambos períodos de Menem en el poder, Francisco “Paco” Mayorga, fue el elegido para ser el titular de esa Secretaría. Durante su gestión se efectuó un Convenio  con  la Comunidad Económica Europea,  esto permitió obtener asistencia técnica y financiera que fue origen  de los tres Planes de Marketing Estratégico realizados en los años 1991-1993,  1994-1996 y 1997-1999.

Luego de Menem, llegó Fernando De la Rúa a la Presidencia en octubre de 1999. Hernán Lombardi asume como titular de la Secretaría de Turismo, hasta el mes de octubre de 2001 cuando por primera vez en un Gabinete nacional se crea el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte. La debacle política y económica estaba en puerta y en diciembre de ese año, De La Rúa renuncia como presidente, viviendo la Argentina un período de inestabiliad que llevó a la Presidencia a cinco diferentes políticos en 11 días: Adolfo Rodríguez Saá, Ramón Puerta, Eduardo Camaño y finalmente  Eduardo Duhalde, quien convocó a Daniel Scioli para hacerse cargo de la cartera turística, que volvió a ser Secretaría de Estado. Si bien el panorama no estaba dado para pensar en estrategias turísticas, ya que el estallido social todavía no se había calmado, pero este fue el punto de partida para comenzar a trabajar con los destinos vigentes y fortalecer la oferta. 

De Ministerio a Secretaría

Durante la presidencia de Néstor Kirchner, con los ánimos un poco más calmados, Daniel Scioli asumió como vicepresidente de la Nación y su puesto pasó a manos de  Germán Pérez, quien se había desempeñado como presidente de la Cámara Argentina de Turismo. 

Bajo su gestión, hubo un objetivo marcado en la captación de ferias y congresos internacionales y en la reactivación del Turismo Social. 

En agosto de 2003, Carlos Enrique Meyer, es el elegido para presidir la Secretaría. Su objetivo es la aplicación de las acciones estratégicas y mejorar la calidad de los servicios. 

Bajo su mandato nació la Ley Nacional de Turismo en 2005, posicionando por primera vez al Turismo como política de Estado. 

Para 2010, con la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, Meyer asumió como Ministro de Turismo de la Nación, bajo los decretos 919/2010 y 921/2010. 

El decreto de creación del Ministerio señala que “la experiencia acumulada demuestra la necesidad de continuar  realizando políticas orientadas al desarrollo de aquellas áreas que tienen especial importancia con la calidad de vida de los ciudadanos y con el objeto de dar respuesta a las demandas sociales”.

Con el gobierno de Mauricio Macri (2015-actualidad), llegó el turno de Gustavo Santos y su objetivo de conseguir 9 millones de turistas extranjeros para el año 2020; generar 300 mil puestos de trabajo y fortalecer el turismo interno. 

"Es un retroceso"

Para la secretaria de Estado de Turismo de la provincia de Santa Cruz, Valeria Pellizza, el paso de Ministerio a Secretaría, significa un “sacrificio innecesario. Es un retroceso que no pensé que iba a vivir después de haber trabajado tantos años en la construcción de las bases y estructura del Turismo en Argentina”, continúa diciendo Pelliza y agrega que la cartera de Turismo fue Secretaria de Estado “hasta que creció al máximo rango de Ministerio el 28 de junio del año 2010 a través de un Decreto firmado por Cristina Fernández de Kirchner. Quienes tuvimos el privilegio de ser protagonistas activos de esa gestión y de quienes en esos tiempos conformamos un gran equipo profesional, compuesto por cámaras empresarias, el ámbito académico, organizaciones intermedias, y las autoridades y técnicos provinciales y municipales. Ese merecido reconocimiento lo vivimos en ese momento como un logro y reconocimiento al sector”. 

“Entre todos habíamos logrado por primera vez en la historia un Plan Federal de Turismo Sustentable, la Ley Nacional de Turismo, el Ministerio de Turismo, la política de feriados largos para romper la estacionalidad, entre otras cosas. En fin, una política sectorial con coherencia y contenido. Perder el status de Ministerio significa perder la fuerza en el liderazgo del sector, se alargan los procesos administrativos y se reduce el presupuesto. Eso se traduce en menor capacidad de gestión y ahí todos los actores vinculados a la actividad retroceden en sus proyecciones y expectativas”, concluye la funcionaria patagónica.