En general, tanto en el sector hotelero como gastronómico, consideran que el mes de julio, además del buen clima que suele caracterizar a Tucumán, esta vez traerá consigo los visitantes que en años anteriores se llevaron distintas circunstancias adversas que este año no asoman en el horizonte. Esto, sumado a la ardua tarea de promoción que viene desarrollando el Ente Tucumán Turismo (ETT), deriva en que unos y otros hayan depositado grandes expectativas en la temporada invernal.
Cristian Delaporte, quien preside la Asociación de Hoteles de Turismo en la provincia, aseguró que hay indicadores que permiten vislumbrar una muy buena temporada. Lejos de los temores que despertaron recientemente los vaivenes político-económicos por un lado y las, a su entender, magnificadas epidemias que finalmente no se produjeron por otro, el empresario señaló que este año no se registran situaciones similares. Por el contrario, se percibe según Delaporte un mejor ánimo en la sociedad, que aparece según los indicadores económicos, más predispuesta a invertir en esparcimiento.
Esta sensación que domina al sector viene sosteniéndose en dos antecedentes que, para el directivo, no deben ser ignorados: Semana Santa y el fin de semana largo que culminó con las celebraciones del Bicentenario. En ambas fechas, Tucumán fue desbordado por los visitantes, por lo que para julio se espera una afluencia similar o incluso mayor, si es que se logra imponer la importancia histórica de la provincia, aprovechando todo lo que dejó la movida porteña del 25 de Mayo.
A todo esto, Delaporte agregó las gestiones que, tanto desde el sector público como el privado, se realizan para apuntalar las posibilidades de crecimiento turístico de Tucumán. En ese sentido consideró muy positivo el estrecho contacto que existe entre los principales empresarios del área y el titular del ETT, Bernardo Racedo Aragón, a partir de la confirmación de un consejo asesor que interviene activamente en la definición de políticas de promoción. Y resaltó la actitud de permanente superación que tienen los empresarios, señalando que ya hay tres hoteles de esa provincia que iniciaron gestiones para obtener certificaciones ISO de calidad, algo con lo que no cuenta ninguna empresa del rubro en todo el noroeste argentino.
Por otro lado y pensando en el desarrollo de la actividad Delaporte consideró que hay prácticas empresarias de promoción que deben rediseñarse, apuntando a privilegiar las rondas de negocios y las visitas personales a las grandes agencias de turismo, además de los fan tours, a los que describió como muy buenas herramientas para el desarrollo de la industria turística en general.
Desde el sector gastronómico, Marcos Gerónimo coincidió con Delaporte en destacar las grandes expectativas con que aguardan la llegada de la temporada turística invernal. “Estamos ansiosos, porque creemos que será muy buena”, aseguró el empresario. “Hemos notado un gran movimiento de preparación. En el ámbito oficial, Turismo realizó un buen trabajo de promoción. Y resulta muy positivo que el período de vacaciones de Tucumán coincida con el de Buenos Aires”, agregó.
Responsable de un negocio que suele recibir visitantes extranjeros, Gerónimo advirtió que no se debe perder de vista la posibilidad de que la provincia sea elegida por quienes decidan aprovechar las ventajas del tipo de cambio, además de las bondades climáticas del Jardín de la República. Y consideró que los avances en materia de promoción deberán considerar esa variante.
En cuanto a las acciones empresarias para mejorar la oferta turística, el comerciante apuntó que hay algunos cambios significativos. “Estamos tomando conciencia”, afirmó luego de remarcar que, a diferencia de otros tiempos, ahora la estrategia es explotar el turismo y no al turista, ofreciendo servicios de gran nivel y reinvirtiendo en la difusión de que las bondades que Tucumán ofrece a los visitantes no son solo naturales, sino y principalmente humanas: calidad y calidez.