La temporada de verano 2010 está atravesando sus últimos días, dejando atrás innumerables propuestas que tanto los turistas como la comunidad de Villa Gral. Belgrano disfrutaron a pleno.
El mes de  diciembre nos encontraba inquietos por la incertidumbre de no saber qué nos depararía el verano en función del bajo índice de reservas. Pero una vez más nuestros amigos turistas le dijeron SI a la Villa, a Calamuchita, a la provincia de Córdoba.
En ese sentido, pensando en esas familias, es que la Dirección de Turismo, Cultura, Eventos y Deportes se esmeró en diseñar una cartelera artístico-cultural singular y de primer nivel, así como actividades recreativas y de esparcimiento para todos los gustos. Son un ejemplo el Ciclo de Arte y Diversión, el Centro Recreativo, y los Willkommen. Ya un icono del verano en VGB, tanto en enero como en febrero se desarrolló la Sommerfest, una fiesta que reúne los elementos más destacados de la cultura centroeuropea, ofreciendo al turista tres noches de baile, música, cerveza y alegría.
Retomamos un espacio que se denominó Parador Cultural, donde todos tuvimos la oportunidad de disfrutar muestras de arte, noches de varieté, y presentaciones teatrales a cargo de la Compañía El Péndulo, tanto obras para adultos como para niños. También se ofrecieron charlas para reflexionar, un ciclo de Cine Debate, y los más variados géneros musicales a cargo de talentosos músicos. Es así que nos deleitamos con la propuesta de altísimo vuelo del Chango Spasiuk y disfrutamos los sonidos del altiplano de la presentación de Gustavo Patiño. La trova cubana, en la voz de Axel Milanés, nos trajo la poesía y los sones de los ochenta; el folklore dijo presente en dos peñas folklóricas y tuvo su homenaje a Don Ata con la presencia del “Coya Chavero”.  Tuvimos también la propuesta de Zíngaros, una fusión entre música gitana, jazz y tango; el Jazz se vivió además en la voz de Tamara Colver cuando So What! Jazz ofreció su espectáculo. El abanico de géneros musicales se completó con una noche de Zarzuela y un Patio de Tango.
A la propuesta del Parador Cultural se sumaron la Feria de Instituciones de todos los domingos, La Villa Suena con bandas de Rock coordinadas por el Centro Juvenil, y el ciclo de Ajedrez para todos.
Desde el sector privado también hubo una clara decisión de ofrecer calidad en los servicios. La inversión en la incorporación o mejora de instalaciones fue notoria en esta temporada en los distintos rubros.        
Así la hotelería contó con pileta climatizada al aire libre, los restaurantes ofrecieron cómodos patios para disfrutar de una cena bajo la noche de verano, así como los platos exclusivos que distinguen cada lugar. Las agencias de viajes ofrecieron interesantes paseos por el Valle. La Villa sigue creciendo y, con ello se va optimizando la oferta.
Aún así falta más. Como comunidad turística todos debemos tener conciencia porque cada uno de los habitantes, teniendo vinculación con la actividad turística directa o indirectamente, es responsable de aportar ese granito de arena para que la Villa se mantenga como lo fue siempre. Así lo hicieron los pioneros y personas que ya no están entre nosotros, que con dedicación y convicción le dieron vida y forma a lo que hoy es VGB.

El verano en números
La merma en los porcentajes de reservas se tradujo en un incremento de las consultas sobre alojamiento en la Dirección de Turismo. A lo largo del verano se dio respuesta a más de 13.000 consultas, correspondiendo el 5% a turistas extranjeros.
Otro número de interés, es la cantidad de personas que ascendieron al Cerro de la Virgen, contabilizado por el Guarda Parque del Área Protegida. Durante enero y febrero se registraron alrededor de 5600 ascensos.
En cuanto a la ocupación de los alojamientos, la primera quincena de enero cerró con un promedio del 77% y la segunda quincena registró índices mayores, con un promedio del 93%. En índices generales enero arrojó un 85%. La primer quincena de febrero arrojó un promedio de ocupación del 86,5%, y la segunda quincena promedió el 66%. Febrero obtuvo un 76% de ocu