Febrero ha sido un mes con turbulencias para Isela Costantini, máxima representante de Aerolíneas Argentinas, ya que en cada una de las quincenas su nombre ha cobrado notoriedad, y no justamente por una cuestión de eficiencia, característica que la hizo llegar al puesto. En primera instancia, fueron los sindicatos aeronáuticos, quienes ofuscados por unas injustificables vacaciones, alzaron las críticas.   
 
No obstante, lo que aconteció la semana pasada tuvo otro tenor y gravedad. Todo comenzó el lunes, cuando AR anunció que los seis vuelos semanales que se realizan desde Buenos Aires a Catamarca dejarían de salir del Aeroparque Jorge Newbery, para hacerlo desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
 
Las quejas fueron instantáneas. Primero, pasajeros. Luego, llegó el turno de las autoridades provinciales, que además de dejar constancia de su disconformidad, expresaron preocupación por la situación. No era para menos. 

El descargo de la Gobernadora

La jefa de estado catamarqueña, Lucía Corpacci, fue quien encabezó la cruzada. Mediante un comunicado oficial arremetió: “Esta decisión atenta contra el desarrollo turístico, productivo y comercial de nuestra provincia, ya que nos pone en clara desventaja con el resto de las provincias del Norte”. Y prosiguió: “perjudica el bolsillo de nuestros habitantes, haciendo mucho más onerosos los gastos que tenemos que enfrentar para trasladarnos a Capital Federal”. 

La mandataria también remarcó que la determinación implica una gran discriminación hacia Catamarca, y aprovechó la ocasión para señalar que, en definitiva, es una contradicción de este gobierno, ya que Nación había anunciado que implementaría el Plan Belgrano, que tiene entre sus objetivos lograr una mayor conectividad e integración de la región NOA y NEA. “Nos segrega y dificulta el transporte y traslado de pasajeros hacia nuestra provincia”, concluyó y solicitó que las autoridades pertinentes revean la situación.
 
A la carga mis…

La embestida de Corpacci no fue solitaria. Como era de esperar, fueron varias las voces que se sumaron. Una de ellas fue Natalia Ponferrada, Secretaria de Turismo de la provincia, quien en diálogo con la prensa manifestó su congoja. “Esto nos dejó preocupados, porque no es lo mismo ir a Aeroparque que a Ezeiza. Y no pasa sólo por una distancia, también implica una mayor demora y un aumento de costos”, expresó.

Por otro lado, Ponferrada recordó la última vez que desde Nación se comunicaron con ellos sobre el tema AR. “Fue el año pasado, cuando nos informaron que habría un vuelo más a Catamarca a partir del segundo semestre”, rememoró. 

Por su parte, Eduardo Brizuela, diputado nacional por el Frente Cívico y Social (FCS) fue el encargado de presentar un proyecto para que se revierta la decisión tomada por la ex CEO de General Motors y su equipo. “Esta situación se motiva aparentemente en un problema de costos de la empresa aérea de bandera, pero Aerolíneas Argentinas es una empresa nacional, cuya finalidad no puede estar signada, exclusivamente, por el mezquino interés de beneficios económicos empresariales”, declaró el funcionario. 

Rodolfo Rigante, representante de AR en la provincia, aseguró que la problemática es económica. “Se quiere ahorrar, pero no sólo es Catamarca, sino todos los destinos con vuelos tempranos”, agregó. Cabe recordar: hasta el momento los viajes a Catamarca despegaban a las 6:30, mientras que el de regreso partía a las 8 horas.  

Casi todo para atrás

Todo indicaría que la medida fue un tanto apresurada. Y la primera señal de esto se dio luego de las quejas presentadas por Corpacci, ya que Diego García, Gerente Comercial de AR, mediante un escrito informó que el cambio era “transitorio”, ya que obedece a decisiones relativas a la programación y que corresponden a “cambios de corto plazo”. Y concluyó: “confiamos que en el menor tiempo posible los vuelos provenientes de Catamarca vuelvan a arribar al Aeroparque”. A las pocas horas llegó la esperada solución. De hecho, fue el propio Riganti quien hizo pública la información. Durante marzo sí habrá cambios, pero a medias, los vuelos seguirán saliendo desde el Aeroparque aunque los arribos serán a Ezeiza.

 También confirmó que las frecuencias seguirán siendo las mismas. “Es una solución a medias”, reconoció Riganti y destacó que las gestiones seguirán para que la situación se reestablezcan.