José María Arrúa, titular de la cartera de Turismo Provincial, sobre la tasa eco turística que sorprendió a vecinos y turistas de Puerto Iguazú durante la Semana Santa, defendió la medida: “No es una tasa que fue diseñada por el Municipio de Iguazú, se implementa en muchos destinos como España, Brasil o Roma, hay experiencia”, indicó.

“Cuando surgió esta idea, allá por diciembre, hablé con el intendente y una de las cuestiones era cómo se iba a implementar el cobro de esta tasa. Salió por ordenanza, fue aprobado en el Concejo Deliberante y una de las instrumentaciones era vía el acceso a los parques y en base a eso, se empezó a trabajar con la gente de Parques Nacionales, también hicimos algunas reuniones con dueños de hoteles”, comentó.

Arrúa manifestó que esta tasa municipal se empezó a cobrar en febrero, sin embargo pasó desapercibida hasta Semana Santa debido a que mudaron el puesto de cobro y la repercusión que tuvo por la gran cantidad de visitantes que se toparon con esto en el ingreso a la ciudad. “Sabíamos que iba a generar esto, como todo cambio”, señaló.

Respecto a la denuncia realizada por algunos habitantes de la provincia que debieron pagar como cualquier otro turista, incluso de algunos de localidades vecinas que llegaban a Puerto Iguazú por temas de salud, el funcionario sostuvo: “El dato que tengo es que a los misioneros no se les cobra, si se les cobró, estuvo mal”. En ese sentido, Arrúa insistió en que esto tiene que ver con la autonomía municipal, “El Municipio fue el que decidió, nosotros estamos viendo cómo acercar las soluciones, pero no nos lavamos las manos”, agregó.

Ante el planteo de que este tipo de ‘peajes’ van en contra del perfil de destino turístico por excelencia que pretenden delinear en la tierra colorada, ahuyentando a los visitantes, Arrúa remarcó que “Iguazú necesita fondos para mejorar los servicios al turista”. En esa misma línea, afirmó que habrá que esperar al menos 8 meses para determinar si se trata de una medida positiva o no.