El grupo facturó 147 millones de euros el año pasado, dos millones más que el ejercicio anterior. La previsión para 2009 apunta a unas ventas de 151 millones. Josep Adell –miembro de la tercera generación familiar en Julià– prefiere no revelar el beneficio del grupo, pero asegura que “las ventas ahora no son lo más importante, sino la mejora del porcentaje de rentabilidad”.
Los negocios de Julià, que cuenta con una plantel de 800 personas, se reparten en tres divisiones: transporte, turismo y bus turístico. El 50% de la facturación procede del extranjero. Julià opera en Argentina, México y Puerto Rico a través de su división turística. Las filiales en este sector son Julià Tours, Julià Travel y Julià Central de Viajes. El grupo está abriendo nuevas oficinas en Argentina y México y mantiene conversaciones para constituir una filial touroperadora en Brasil junto a un socio local.