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El rápido desarrollo de las compañías aéreas árabes inquieta a sus rivales europeas, como Air France o Lufthansa, que ven con recelo su estrategia ofensiva que contempla la adquisición de aviones y la apertura de nuevas rutas. Apenas esta semana tuvieron lugar negociaciones entre aerolíneas de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Francia sobre los derechos de tráfico aéreo entre ambos territorios, incluido el número de vuelos, pero sin lograr acuerdos, indicó este jueves el diario Le Monde.
Las compañías francesas se mantuvieron renuentes; quizá el último pedido de 32 aviones Airbus A380 por parte de Emirates Airlines habría pesado mucho en las discusiones, ya que pone de relieve la estrategia aérea árabe, comentó el rotativo francés. Emirates Airways (Dubai), Etihad Airways (Abu Dhabi) o Qatar Airways, que exhiben tasas de crecimiento de dos dígitos, tienen un pedido firme de 105 aeronaves, es decir 45 por ciento del conjunto de reservaciones de Airbus, refirió.
Estos operadores aéreos prevén formar un ejército que “no deja de preocupar” a las aerolíneas europeas, sostuvo. “Ellos (las compañías árabes) quieren ganar cuota de mercado y esto va a aumentar la competencia”, afirmó Wolfgang Mayrubher, presidente de Lufthansa, mientras que Pierre-Henri Gourgeon, consejero de Air France-KLM, fue más directo.
“No estamos luchando en igualdad de condiciones. Las compañías árabes, que pertenecen a sus Estados, no pagan impuestos, no participan en la financiación del control del tráfico aéreo y no pagan nada -o muy poco- en sus aeropuertos”, indicó Gourgeon la víspera. Si Air France-KLM operara bajo las mismas condiciones, aseguró, sus costos serían inferiores a tres millones de euros al año.
Lejos de las grandes alianzas globales formadas por multinacionales, las firmas árabes han construido sus propias redes, señaló Le Monde al detallar que sus plataformas están ubicadas en la intersección de las rutas que conducen a Europa, África, Australia y Asia.
“El estar en el centro de gravedad del comercio mundial les ha beneficiado. Están a pocas horas de vuelo a India y China, que capturan los enormes flujos comerciales”, afirmó Olivier Fainsilber, de consultora internacional Oliver Wyman.
Desde Doha, Dubai o Abu Dhabi, el contratista de Shanghai puede tomar un solo vuelo para ir a África, una familia de Calcuta volar directo a Canadá y el empresario -reacio a residir en Pakistán- ir a Karachi y volver en un solo día, refirió el periódico. Estas empresas árabes “no son más baratas” que sus competidores, pero han forjado una reputación de excelencia en el servicio a bordo, explicó.
“No se trata de desviar el tráfico de las empresas europeas”, dijo Jean-Luc Grillet, director general de Emirates Airways, y aseguró que también pagan tasas de aterrizaje y financian la compra de sus aeronaves en las mismas condiciones de mercado.