El proyecto volvió a cobrar auge en mayo de 2009, cuando el aeropuerto fue adjudicado por 25 años a un consorcio encabezado por la estadounidense Houston Airport System, que entregó con dos meses de anticipación las obras que duplicaron el área destinada a los pasajeros, con una inversión de 30 millones de dólares, detalla un reporte
de AFP.
En la conclusión de la segunda etapa ha resultado determinante un préstamo de 45 millones de dólares otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo, con el que se pudo armar una infraestructura que permitirá atender 12 millones de viajeros por año.
En declaraciones a la prensa respecto a las nuevas prestaciones que incorpora el aeropuerto, el director ejecutivo del consorcio Aeris Costa Rica, Carlos Plass, explicó que se acabarán las "las colas y las esperas", y que desde ahora los acompañantes de los viajeros podrán entrar a la terminal, lo que estaba prohibido por falta de espacio.
“El aeropuerto no tenía restaurantes ni cafeterías para las personas que esperaban viajeros, quienes tenían que esperar parados fuera del edificio, pese a que el turismo es un eje de la economía costarricense”, concluyó el funcionario.