Según un informe de EFE, un total de 706 miembros de la etnia rapa nui, de los cerca de 1.300 que integran el padrón electoral, participaron en esta inédita consulta popular, con la que se busca reducir un poco la cifra de visitantes que reciben y mantener la conservación de sus principales monumentos patrimoniales: los “moais”, estatuas que se han convertido en el símbolo de la isla.
El subsecretario del Interior de Chile, Patricio Rosende, viajó esta semana a la isla para supervisar este proceso. Tras conocer los resultados y comunicárselos a la presidenta Michelle Bachelet, se declaró "muy contento y satisfecho".
"Lo que sucedió en Rapa Nui (nombre indígena de la isla) es una muestra concreta (de) que el mejor camino para alcanzar los acuerdos es el diálogo. Hoy en Isla de Pascua se dio un ejemplo al país de cómo se pueden resolver las demandas de los pueblos originarios", recalcó.
El Gobierno chileno tiene otro flanco abierto en esta materia en el sur del país, donde el conflicto mapuche, que enfrenta a miembros de esa comunidad con empresas forestales por la propiedad de tierras que consideran ancestrales, se ha agudizado en los últimos meses, refiere el reporte de EFE.
En tanto, en la Isla de Pascua las quejas de los habitantes se comenzaron a oír con fuerza a mediados de agosto, cuando un grupo de lugareños ocupó durante dos días el aeropuerto de la isla para exigir mayor control migratorio.
El Ejecutivo anunció en septiembre que los turistas que llegaran a la isla deberían presentar una tarjeta de control migratorio especial, pero un fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago declaró esta medida "ilegal, arbitraria e inconstitucional".
Este histórico plebiscito se enmarca en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que entró en vigor el pasado 15 de septiembre y reconoce el derecho de los indígenas a ser consultados sobre las medidas legislativas que