Una familia denunció la discriminación a su hijo con autismo. Un médico especialista explicó a Mensajero cuáles son las herramientas que debe sumar el sector.

La semana pasada, el Exe Hotel, ubicado en Cataratas de Iguazú, se volvió viral luego de que la familia de Julián, un niño con autismo, denunciara que habían sido discriminados porque su hijo tenía que ingresar al establecimiento con su perro de asistencia.

Tal como indican en el video, el staff le permitió quedarse solo porque "ya habían pagado dos noches", pero les limitaron el acceso a los diferentes espacios comunes y amenities, teniendo que desayunar en su cuarto.

LAS EXPLICACIONES DEL ESTABLECIMIENTO DE IGUAZÚ

En diálogo con Mensajero, Joel Arrocha Valencia, gerente general del Exe Hotel Cataratas, aseguró que es "totalmente falso" que se discriminó al niño. Estas declaraciones fueron en línea con el comunicado que emitieron desde la empresa en el que explican que hicieron "una excepción a sus políticas" al dejar pasar al perro.

“Hacemos uso al derecho de admisión al restaurante principal (salón único de uso compartido para todos los clientes alojados). Cabe destacar que bajo ningún punto se ha presentado discriminación alguna al

Caso Exe Hotel Cataratas: ¿Cómo actuar correctamente?
desde un inicio que solamente contamos con un comedor al cual no podrías acceder por las normas de seguridad e higiene

De todas formas, hay que aclarar que existe la Ley Nacional 26.858, mediante la cual se consta que toda persona con discapacidad posee el derecho de asistir a sitios con acceso público con la compañía de un animal de asistencia.

Por su parte, Arrocha Valencia agregó: “Nunca se negó nada contra el niño, sino que, por el contrario, se le ayudó en todo momento. De hecho, buscamos una habitación cómoda para ellos, a pesar de que no nos habían indicado sobre el perro”.

¿EL TURISMO ESTÁ PREPARADO?

La familia de Julián, que tiene síndrome de Angelman, ya había atravesado una situación similar hace dos años, pero en Tucumán. En aquel momento, ellos denunciaron que en el Hotel Embajador directamente "no les permitieron alojarse".  Esto no es más que una muestra de lo que viven muchos pasajeros con autismo y sus familias y amigos al querer salir de viaje.

Actualmente, en Estados Unidos la prevalencia del autismo es 1 en 36 casos, lo cual representa un aumento exponencial en los últimos 20 años. A nivel global, según la OMS, 1 de cada 100 niños y niñas tiene esta condición por eso se vuelve cada más urgente un sector capacitado.

christian plebst autismo fundacion bef
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Christian Plebst Blue Elephant Foundation

De esta manera, señaló que lo que ellos proponen es que haya un protocolo de activación, es decir, que las compañías cuenten previamente con una serie de información con las características de ese caso en particular, porque si hay algo que tiene justamente el diagnóstico de autismo o de TEA, es lo variado que puede ser en cada persona.

"En este caso, por ejemplo, había un perro. Entonces, por ahí eso implica que la persona que vaya a estar guiándolos o que desarrolle el protocolo pueda tener un ida y vuelta con la familia como manera de anticipación. Es un trabajo específico que depende mucho del nivel de compromiso y de capacitación que tenga el hotel", agregó Plebst. 

LAS OPORTUNIDADES DE CAPACITACIÓN QUE TIENE EL SECTOR

Alrededor del mundo hay casos de empresas que se animaron y dieron el paso para lograr certificarse como aptas para recibir a personas con autismo. Un ejemplo es Aquatica Orlando, que desde 2019 es un Centro de Autismo Certificado (CAC), convirtiéndose en el primer parque acuático del mundo en recibir tal distinción.

Un destino estadounidense amigable para turistas con autismo

Siguiendo con esta línea, el director de BEF comentó que el programa que ellos proponen está basado en tres fases principales: conciencia, capacitación y certificación. En primera instancia -detalló- identifican el autismo, pero también proveen una manera de ver en la que no solo se habla del tema, sino que a su vez remarcan que este proceso no es algo que el hotel hace pasivamente.

"Es decir, las oportunidades de participación en la comunidad son una parte esencial del tratamiento de cualquier niño, o sea que no solo están dando un alojamiento, sino que su accionar fundamental en la mejora en la calidad de vida", sumó.

Además, indicó que con la certificación se habilita a que haya un facilitador, una persona que funcionará como guía acompañando y que estará disponible durante la estadía. El proceso comienza con una charla inicial de conciencia de cuatro horas, luego una capacitación de cuatro horas y la de certificación que es de 12 horas. Esta última fase es la que está poniendo en marcha ahora, luego de más de 50 talleres realizados en el corto plazo.

Finalmente, destacó que tanto las empresas como los destinos pueden hacer muchos cambios para ser accesibles para pasajeros con TEA, pero resaltó que el tener una persona capacitada que pueda asistirlos ya es muy importante. "Porque, por un lado, está el conocimiento; y por otro, el nivel de empatía que tienen quienes los acompañan. La comprensión del otro calma y regula", añadió.

UNA REALIDAD QUE SE EXTIENDE A TODOS LOS SECTORES

Actualmente, desde BEF indicaron que ya tienen en agenda capacitaciones en restaurantes, centros de esquí, hoteles y centros educativos, tanto de Argentina como de países limítrofes. Pero yendo a lo práctico, también realizan otro tipo de intervenciones.

Por ejemplo, se encargaron de la instalación de palcos con bajo nivel de sonoridad para gente con diversidad sensorial, el cual estuvo disponible en la final de la Copa Libertadores, en Guayaquil; y uno igual, que es el primero del territorio nacional, en el estadio de Instituto de Córdoba. A la par de estas adecuaciones, también hace la formación del personal para el acompañamiento de las familias.

"La falta de participación o de oportunidades de participar de los niños hacen que no puedan salir. Si no hay conciencia de que cuando uno prepara, el entorno es amable y respetuoso de cada perfil, ellos pueden practicar cada vez más la salida y esto es aprendizaje. El mejor tratamiento es la inclusión", cerró Plebst.