“Nuestro mayor premio es ser reconocidos como una empresa confiable”
Claudio Palacios parece indisolublemente atado al nombre de Juliá Tours, una empresa en donde lleva invertidos 25 años de su vida y a la que ha sabido dar una impronta de seriedad y confiabilidad, reconocida por sus pares con el Bitácora de Platino en el 2009.
¿Cómo fue ganar el Bitácora de Platino en el 2009?
El ser elegidos fue producto del laburo de todos los días. Nuestro premio es tener trabajo todos los días, ser reconocidos, ser una empresa confiable, eso sí lo notamos porque muchísima gente nos lo dice.
Para nosotros es muy valioso que se vea lo que hacemos, nuestra filosofía es brindar servicio, ser eficientes, sin perder de vista que tenemos muchos competidores y peleamos todos los días por hacer las cosas bien. Por otro lado yo le digo a mi gente, en las oportunidades que nos podemos juntar, ya sea en una reunión general, en la de Fin de año, o en las de departamento que hacemos habitualmente, que “somos un equipo de la san p…” porque laburamos mucho. Una virtud que tenemos es esa. Que laburamos mucho. Tenemos errores como cualquier otro en las decisiones comerciales, pero sí estoy seguro que nadie nos puede decir que no laburamos…
¿Cuáles son los valores que hacen que para vos Juliá Tours sea una empresa distinta?
Yo no sé si es distinta. Lo que sí sé es que somos una empresa reconocida, y súper confiable, que da garantías, más allá de que pueda surgir algún caso puntual donde alguien haya quedado insatisfecho con la solución que le hemos dado. Todo esto es producto de muchísimos años de mantener una línea de conducta, de ser una empresa transparente. Cuando todo va bien somos todos Gardel, Maradona, pero cuando hay problemas es cuando uno tiene que dar la talla, y es lo que te permite ir alimentando la credibilidad y la confianza de los clientes.
Antes para ser operador mayorista tenías que tener un télex…hoy la tecnología está al alcance de todos, entonces, ¿qué es lo que te hace ser un operador mayorista?
Y, depende…es difícil determi–nar quién o qué determina lo que es ser un operador mayorista y quién no, porque yo me puedo autodenominar operador mayorista y no serlo… a lo mejor puedo intermediar entre algunas cosas y promocionarme como mayorista. Hoy hay mucha gente que se especializa y lo hace muy bien en un destino determinado, que te arma los programas, los circuitos, que te facilita servicios en destinos que no son fáciles de operar. Hay muchos motivos por el cual el mayorista es necesario, por ejemplo en los riesgos que se asumen en las estructuras, y esto también es importante verlo. Nosotros somos una empresa muy grande. De lo que estoy seguro es que no estamos sobredimensionados, más allá de que pueda haber alguien que lo piense. Hoy hablar de 170 personas es un número muy importante. Estamos con un altísimo nivel de trabajo, gracias a Dios. Y somos lo que necesitamos ser. En Juliá todo el personal es fijo, si hay mucha gente que rota, y aprende a hacer de todo… eso a la empresa le viene bien, y a la gente también. Somos una empresa especialista en varios destinos pero en cada sector son especialistas.
Sin ir más lejos, estamos comercializando Cayo Santa María en Cuba y ya enviamos a más de 16 personas en dos meses, porque consideramos importante que conozcan y hablen con conocimiento, Pero no es solamente viajar, porque hay muchos que venden el destino muy bien porque han estudiado, se han preocupado, y a lo mejor no lo han visitado.
¿No te interesó participar en la política del sector?
Es una pregunta que me hacen bastante y la respuesta es siempre la misma, no tengo tiempo, y tampoco tengo demasiada vocación política. Lo que sí tengo hacia los directivos es agradecimiento y en donde me siento seguro participo, opino, pero no tengo tiempo, estoy 12 horas por día en Juliá, y ya cumplí 25 años como director.
¿Cómo ves la temporada? Muchos nos dicen que es un buen año. ¿Pero ganan plata?
El 2010 está siendo un año muy bueno en la mayoría de de los destinos. La rentabilidad en turismo siempre ha sido magra, pero como al final las empresas tienen que tener resultados positivos, hay mucho trabajo, hay mucha demanda, la tecnología ayuda a que las estructuras no sean tan, tan, grandes. Nosotros lo vamos comprobando estamos con un plantel de gente que si bien es numeroso, tenemos una producción que para otra época deberíamos ser 250. Ya venimos con un par de años que está levantando la actividad, el verano pinta bien. Hay ventas anticipadas…
¿Está cambiando esa tendencia y la gente ahora compra con antelación?
Si es como que tiene sus vaivenes, pero en épocas de estabilidad la gente se va dando cuenta que con mayor anticipación encuentra mejores niveles tarifarios, se beneficia con planes de pre compra y además consigue lugar. Porque lo que pasa es que hay una altísima ocupación en los vuelos y cuando te decidís ya no encontrás lugar.
Pero muchos se quejan de que cuando tienen la posibilidad de vender con anticipación no siempre hay tarifas.
Eso ya no es tan así. Lo que puede pasar es que por ejemplo, destinos muy demandados para el verano como Brasil, Caribe, la playa, los precios de tierra los tenemos con mucha anticipación, por lo menos seis meses antes, pero venimos con un defecto de que en Argentina hay operaciones chárters que si no son anuales y son operaciones nuevas hemos tenido años que recién en octubre o noviembre estábamos cerrando una, y eso te obliga a sacarlo a la venta en noviembre.
Hoy por hoy tenemos operaciones chárter de verano que estamos vendiendo desde agosto con una proyección de ocupación muy buena. Punta Cana, Cancún, Cuba estamos vendiendo bien desde hace un mes y medio.
¿A que atribuís a que la gente esté saliendo tan marcadamente al exterior?
Yo creo que porque puede viajar más. La actividad económica está en marcha, el campo funciona bien, el interior está muy fuerte en cuanto a demanda. La política cambiaria favorece pero no es un solo tema, porque con un dólar barato nada más no se daría ese fenómeno. La gente sale al exterior pero también recorre mucho el país, hay mucho movimiento y eso es seguramente porque hay actividad económica. No soy experto para dar explicaciones.
Pero el año que viene tenemos elecciones, ¿cómo ves el panorama para el 2011?
Creo que siempre por más que los resultados sean previsibles el hecho de que sea una elección presidencial produce un freno, porque naturalmente la gente se pone un poco más a la expectativa. Ponemos una cuota de precaución y queremos ver un poquito más. Se baja un poco la velocidad. Va a ser un año bueno, sobre todo el primer semestre. Pero mirando para adelante si no pasa nada raro no debería cambiar demasiado porque no vamos a proyectar cosas desmedidas porque no lo hacemos nunca. Determinadas operaciones las hacemos porque consideramos que son las que se van a poder cubrir sin hacer locuras.
¿Cuál es la característica de Juliá?
Yo soy cauteloso y esa es otra las características de Juliá en su historia, nunca tuvo un crecimiento alocado, no dimos sorpresas de largar el súper producto, el súper precio y si miras para atrás tan mal no hicimos las cosas, seguimos estando que no es poco. Eso es parte de ir haciendo las cosas más despacio pero con cimientos firmes.
Aviones propios