Turkish hace feliz a Revlon
La aerolínea nacional turca, Turkish Airlines, ha decidido prescindir del nuevo código de vestimenta presentado a principios de mayo que prohibía a sus asistentes de vuelo usar pintalabios o esmalte de uñas rojo, según ha informado este jueves el presidente ejecutivo de la compañía, Temel Kotil. La polémica medida, acorde a las doctrinas de los movimientos islámicos más conservadores de Turquía, había levantado las críticas de los sectores laicos del país.
Kotil ha declarado en una rueda de prensa celebrada en Londres que la nueva directriz nunca llegó a aprobarse de un modo efectivo ya que había sido tomada por algunos de los directivos más jóvenes de la empresa sin consultar con sus superiores.
"Nunca hemos tenido ningún problema con la barra de labios", ha asegurado Kotil. "Lo que ocurrió es que se filtró a la prensa una decisión tomada por directivos menores en una reunión, lo que degeneró en una gran polémica", ha justificado el presidente ejecutivo, quien ha asegurado que, desde ahora, las azafatas de la aerolínea podrán usar libremente el pintalabios y el esmalte de uñas que prefieran.
El pasado 2 de mayo, Turkish Airlines, la cuarta mayor aerolínea de Europa y una de las de mayor crecimiento del mundo, hizo público el nuevo código de vestimenta para las asistentes de vuelo, alegando que la nueva regulación tenía como objetivo presentar a las trabajadoras "bien arregladas y de un modo agradable luciendo maquillajes tono pastel"; un aspecto natural que, según la aerolínea, ayudaría a mejorar la comunicación del personal con los pasajeros.
"Como los actuales uniformes de cabina no incluyen tonos como el rojo o el rosa oscuro, el empleo de pintalabios y esmalte de dicho color afectaría negativamente a la integridad visual del personal de tripulación", alegó entonces la empresa.
PROTESTAS Y RECLAMOS EN TWITTER
La oposición turca reaccionó rápidamente al anuncio de la aerolínea, denunciando que la medida reflejaba el fortalecimiento de las doctrinas islámicas más conservadoras y acusando al primer ministro de Turquía, Recep
Tayyip Erdogan, de imponer modelos islámicos en las políticas de Turkish Airlines, una de las marcas con más difusión del país.
Las redes sociales, por su parte, no tardaron en unirse a las reivindicaciones de apoyo a las azafatas de la aerolínea turca. Muchas mujeres optaron por protestar subiendo a Twitter fotografías en las que aparecen
pintadas con pintalabios rojo.
Los nuevos códigos de vestimenta de la aerolínea ya causaron revuelo a principios de este año, cuando los periódicos turcos publicaron bocetos del nuevo uniforme de las asistentes de vuelo, que deberían ir vestidas hasta los tobillos, una propuesta que finalmente la compañía parece haber rechazado.
El pasado mes de febrero, la empresa también prohibió servir bebidas alcohólicas en los aviones que volasen a destinos nacionales o a algunos de los países islámicos, una medida vigente hoy en día.
Aunque Turquía, el único país de población musulmana de la OTAN, tiene una Constitución laica, las doctrinas islámicas están ganando terreno en la política turca desde la llegada al poder de Erdogan, que lidera el islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP).