Una situación que sin embargo tiene fecha de caducidad: la privatización total o parcial de la aerolínea está prevista para los próximos meses. Teniendo ya sus nichos de mercado consolidados (Brasil, África, Europa), lo que Tap busca con urgencia son inversores nacionales o internacionales.
Pero ante la dificultad de encontrar este tipo de salvadores, ya se está planteando otra alternativa: la llegada de algún predador extranjero, como el Internacional Airlines Group (IAG) creado por British Airways e Iberia y que planea hacerse rápidamente con una docena de transportadoras aéreas. En principio la adquisición de la compañía de bandera lusa no entra en los planes de IAG, según publica capitalmadrid.info. Sin embargo, la situación podría cambiar rápidamente: siempre se dijo que la fusión de Iberia y Tap sería la que traería mayores beneficios a ambas compañías en términos de sinergias, y si la operación quedó al final como un "proyecto imposible", fue exclusivamente por cuestiones políticas.
En concreto, sólo imaginar que los aviones de Tap Air Portugal podían algún día surcar los cielos con los colores españoles de Iberia, ponía literalmente los pelos de punta a los nacionalistas portugueses. Ante la fusión British-Iberia ya no quedan obstáculos políticos para que la transportadora lusa pueda estudiar eventualmente una propuesta del nuevo consorcio aéreo hispano-británico IAG.
Aunque nadie confirme la existencia de contactos directos o indirectos, lo cierto es que la cuestión ya está siendo planteada en la prensa económica lusa (Jornal de Negocios, Diario Económico), y también por el mismísimo presidente de la compañía aérea portuguesa, el brasileño Fernando Pinto, que quiere ver Tap privatizada y está dispuesto a estudiar la situación con pragmatismo.
Concretamente, el antiguo presidente de Varig y máximo responsable de Tap desde 2000, ha declarado al "Jornal Económico" que "no se hace ilusiones" sobre la situación de la transportadora lusa: reconoce que Tap puede ser un objetivo apetecible y confiesa que "en ciertas situaciones", ante un eventual "proceso de consolidación", existe el riesgo de una "pér