La Comisión Europea, gendarme de la competencia en Europa, autorizó este martes la fusión de las aerolíneas estadounidenses United y Continental, que dará origen al líder mundial en el sector.
La transacción, valorada en tres mil millones de dólares, "no impedirá de forma significativa la competencia efectiva" en Europa, donde ambas compañías cubren, en conjunto, 35 destinos, según un comunicado de la Comisión.
Las actividades de United y Continental son "complementarias puesto que explotan plataformas en ciudades estadounidenses diferentes" por lo que, con su unión, sólo se dará "un alza marginal de sus partes respectivas de mercado", señala la nota.
La fusión todavía debe ser aprobada por los accionistas de ambas compañías y por las autoridades competentes en Estados Unidos, que en 2001 impidieron un plan similar entre United y US Airways.
La nueva aerolínea volará bajo el nombre de United Airlines y transportará alrededor del 7% del número de pasajeros anuales en el mundo si se consuma la operación.
Combinadas, ambas aerolíneas tendrán acceso a 370 destinos en 59 países, con un volumen de negocios acumulado de 29.000 millones de dólares, una flota de cerca de 700 aparatos y unos 87.000 asalariados en el mundo.
Su unión está diseñada para resistir mejor a las turbulencias que sacuden actualmente el sector: competencia de las aerolíneas de bajos costos, amenazas terroristas, volatilidad de los precios del combustible, todo ello con una delicada situación económica mundial como telón de fondo.
United y Continental esperan cerrar la operación en el últim