El cierre parcial o total del espacio aéreo en varios países de Europa a causa de las cenizas del volcán islandés ya ha afectado a cerca de nueve millones de pasajeros y generado a los aeropuertos pérdidas acumuladas de 136 millones de euros y unos 150 millones diarios a la industria aérea que pierde más por alojar a sus clientes que por las cancelaciones.
La presión ha llevado a la Unión Europea a flexibilizar las restricciones de tráfico aéreo y dejar libertad a las aerolíneas para que decidan si vuelan o no, tras recibir duras críticas de la IATA. La Comisión Europea prepara además un marco legal para permitir ayudas estatales a las compañías aéreas. Aena coordina en el país el plan de recuperación. Los ministros europeos de Transporte llegaron ayer a un acuerdo para flexibilizar el cierre de los espacios aéreos sin poner en riesgo la seguridad.
El anuncio coincidía con la falsa erupción del Hekla, otro volcán islandés más potente que el Eyjafjalla que ha causado la mayor crisis aérea en la historia de Europa.
La Agencia para la Seguridad de la Navegación Aérea, EUROCONTROL, había planteado a los gobiernos de la UE la apertura de parte del espacio aéreo cerrado a vuelos comerciales a causa de de la nube de ceniza volcánica, tras las duras críticas recibidas por parte de las compañías aéreas. En Madrid, el ministro español de Fomento, José Blanco, explicó en rueda de prensa los detalles de la decisión, mientras el comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, hacía lo mismo en Bruselas, en otra rueda de prensa simultánea.
En las horas siguientes las autoridades decidirán cuáles aeropuertos serán reactivados y en qué zonas se mantendrán las restricciones del tráfico aéreo, en las que quedará prohibido restablecer las operaciones aéreas mientras continúe la contaminación por ceniza volcánica.
Al parecer, tres de los principales aeropuertos europeos, Heathrow de Londres, el de Ámsterdam y el de Frankfurt serán reactivados. Paralelamente, las autoridades europeas permitirán a las compañías aéreas decidir si vuelan o no en zonas menos contaminadas fuera de esa primera "franja roja". Las aerolíneas deberán, no obstante, realizar controles posteriores al vuelo para asegurarse de que se respetan los niveles de seguridad necesarios. La propuesta fue formulada por EUROCONTROL, después de que sus expertos analizasen la situación actual y las consecuencias de un posible cambio en las medidas adoptadas hasta ahora. La agencia europea se mostró ayer a favor de adoptar el nuevo régimen de evaluación del riesgo más flexible, similar al estadounidense, que combine responsabilidades de las autoridades nacionales y de las aerolíneas.

Recuperación del tráfico aéreo
Ayer fueron operados en Europa entre 8.000 y 9.000 vuelos, de los 28.00 que estaban programados. Desde el jueves pasado, se han cancelado unos 81.550 vuelos. En España, las limitaciones en el espacio aéreo europeo han provocado la cancelación de 9.372 vuelos desde el jueves 15 de abril hasta ayer a las 19:00 horas, que, según fuentes del sector, el número de pasajeros afectados estaría ceraco al millón de personas.
Ante la reapertura gradual de parte del espacio aéreo europeo, Aena trabaja en coordinación con las líneas aéreas y los agentes handling en un plan de recuperación del tráfico aéreo para agilizar al máximo el regreso a la normalidad en las operaciones aeroportuarias. La reapertura del espacio no aéreo no significa la normalización inmediata del tráfico aéreo, ya que las compañías tienen que reasignar aviones y tripulaciones y priorizar distintas rutas .
Los comités de crisis constituidos en los principales aeropuertos constituyen el marco en el que se desarrolla esta colaboración que pasa por la el refuerzo de los medios materiales y humanos necesarios para hacer frente al aumento de la demanda que se producirá en los próximos días hasta el restablecimiento de la normalidad en el tráfico aéreo. Aena continúa recomendando a los pasajeros que no acudan a los aeropuertos sin haberse confirmado antes del estado de sus vuelos con las compañías aéreas.