La presunta huelga que están llevando a cabo los controladores aéreos en esta nación, camuflada según sospecha el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con bajas médicas, ha causado graves retrasos en los aeropuertos en plena temporada de vacaciones veraniegas, provocando fuertes críticas de las asociaciones de consumidores y de las de agentes de viajes y touroperadores.
El aeropuerto de Madrid registró algunos retrasos de entre 20 minutos y una hora en vuelos procedentes de Barcelona, Alicante y Palma de Mallorca, según informaron medios españoles, que corroboraron que una situación similar se vive en el de Palma.
Un reporte de dpa valorando estas circunstancias abunda que el pasado fin de semana, por ejemplo, casi la mitad de los controladores de Barcelona no acudió a trabajar y la mayoría de ellos presentó una baja médica de la seguridad social, algo que repitieron luego controladores de otros aeropuertos “y que no puede ser obra de la casualidad”.
AENA, la autoridad aérea española, denunció en un comunicado que los controladores "mantienen la misma estrategia de bajas deliberadas iniciada el fin de semana", perjudicando "sobre todo a los pasajeros y al sector turístico" en temporada alta. Achaca la situación a que los controladores pretenden ejercer presión en la negociación del convenio colectivo, actualmente en marcha.
Están "tomando como rehenes a los pasajeros aéreos, lo que supone un auténtico sabotaje contra la economía nacional y, por supuesto, la turística", se quejó la Mesa de Turismo en un comunicado.
La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) niega no obstante que se trate de una "huelga encubierta".
El ministro de Fomento, José Blanco, anunció el domingo su intención de trasladar a la fiscalía las demoras del fin de semana causadas por la ausencia de los controladores.
"El ministro que investigue, pero que investigue hasta el final", dijo ayer el portavoz de la USCA, Daniel Zamit, en declaraciones a Radio Nacional de España.
Según indicó, las modificaciones legales llevadas a cabo por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero han reducido los descansos de los controladores, lo que podría estar en el origen de sus bajas médicas.
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